Sobrevivir a un terremoto de la intensidad que tuvimos en nuestro sísmico país no es ninguna broma y me pareció que además de trabajar con mis amigos en la ayuda solidaria que nos exige el momento, también había que relajar tensiones y darnos un respiro.
Llegamos entre replicas constantes y cada vez más acostumbrados (ya casi no las percibo) a este lindo sitio del barrio Manuel Montt con un único objetivo, pasarlo bien. Aunque no estábamos especialmente hambrientos, la lectura de la carta exacerba inevitablemente los jugos digestivos y sobretodo, las ganas de disfrutar un sabor exótico.
Los nombres de los platos (Gaeng Matsaman y Prad Gra Prad) ocultaban las ricas mezclas de esencias, sabores picantes del curry y las mezclas de crema, maní, camarones y otros.
Un delicioso ensamblaje de Montgras 2008 vino a acompañar con gran armonía el sabor intenso de estos platos. Deliciosa cena!!.