Restobar Mal Hábito : buenos y malos hábitos

En mi permanente búsqueda de nuevos sitios disfrutables, me topé con este singular lugar. Ubicado en las afueras de la estación Manuel Montt del Metro, un edificio de tres pisos de especial esbeltez, por no decir que el ancho es mínimo, aunque la altura respetable.

Bien ambientado como lounge, un primer piso con comedor y bar para disfrutar una cena o almuerzo, un segundo piso estupendo pues añade más privacidad a las ventajas del anterior piso, siempre pequeño pero acogedor. Sin embargo, lo que más luce de este lugar es su terraza en el tercer piso.

Cada sector unido por una selección musical delicada, lounge, indie y electropop, que suena por parlantes estratégicamente ubicados. Un volumen adecuado y una continuidad bien lograda.

Demoran mucho en atender, un mal hábito,aunque la belleza de la chica facilita la aceptación del mal servicio. Pido un sandwich gourmet, barros luco de pollo marinado relleno de guacamole, pero la fugazza no existe, por lo que termino pidiendo una Pizza Marina. Una pieza deliciosa de masa bien lograda, con queso parmesano, camarones, calamares en anillos y trozos de palta más buenos condimentos. la espera fue soportable ya que me permitió resolver una personal tarea de diseño.

El trago oportuno y abundante, para atender la ingesta desafiante de la enorme pizza. En fin, pude cenar, trabajar (un poquito) y divertirme con los personajes que llegaron a este nuevo local (people watching).

Examinando la carta, se puede notar buen gusto en la selección. Entradas cautivantes, selecciones para naturistas, platos contundentes para hambrientos, sandwiches gourmet para uno, sandwiches tradicionales para otros, tablas y una enorme oferta de cocktails.

Mal Hábito, puedes convertirte en lo mismo si no mejoras el servicio.
Un local novedoso y con gran futuro, aunque para mi haya estado deficiente el servicio. Finalmente, es solo cuento de rodaje.

Qué te pareció el filete?

Tres Continentes : Japón, Italia y Perú

La capacidad de crear fusiones y mezclas de culturas culinarias es infinita y comienza a notarse con la aparición de nuevos restoranes. Este restorán posee la carta más tentadora de cocina internacional que haya visto este último año.

Surtido de Sushi, Sashimi y Tempuras, al lado de Ceviches, Tiraditos y Pulpos. No faltan las Causas, Risottos y muchas Pastas, así como las Tradiciones Peruanas, Carnes y Aves por doquier.

Un local bien ambientado, sobrio y con lindas pinturas modernas, buen aire acondicionado y muchos mozos peruanos, todo amenizado con música peruana. Está claro que el fuerte del lugar es la comida peruana (no terminas de saludar y ya te comentan de los pescados disponibles, en fin, ya saben que es buena cocina la peruana).

A la hora de elegir mi cena, pedí ver la carta de vinos y el mozo se anduvo intimidando con la conversación, ya que partió presuroso a buscar a una chica sommelier para que sirviera el vino. Fue gracioso y al mismo tiempo interesante el manejo de recursos del local. La carta de vinos es variada pero poco abundante, así es que elegí un merlot de Casa Rivas (Valle del Maipo), buen reserva, ligeramente alcohólico y amaderado, pero sabroso merlot al fin.

Ravioles rellenos de pasta de Pato con una interesante salsa de tomillo y queso parmesano. Fantástico plato, novedoso y potente en sabores. Me lo devoré.

Para el postre, elegí un pie de maracuyá que estaba para repetición, fresquísimo y sutil. Ah, por cierto, un buen café negro para acompañar mi despedida del local.

Definitivamente, los peruanos la llevan en combinar creativamente la deliciosa cocina criolla peruana con sabores del mundo. La oferta es cada vez más sofisticada y vale la pena probarla.

Tres Continentes, muy recomendable para una cena tranquila

Qué te pareció el filete?

Pat O’Leary : bajista excepcional

Llegué a ocupar mi mesa reservada en Thelonious al momento en que los músicos ensayaban. Esperaba que estuviera lleno considerando la presencia del talentoso Patrick, pero el síndrome del lunes de Santiasco resta mucha gente de buenas opciones de disfrute musical y esta fue una de esas.

La conformación de la banda de chilenos acompañando a O’Leary auguraba un buen espectáculo. Gonzalo Palma al piano en su habitual estilo tranquilo y preciso, el hiperkinético Alejandro Espinoza en batería y el divertido René Sandoval en el contrabajo. O’Leary traía su sorpresa bajo el brazo, tocaría con un violoncello de Christian Galvez (el mejor bajista de Chile). Que extraño ver tocar un cello como si fuera un contrabajo, es increíble.

Ninguna pauta, unos pocos acordes tarareados o un nombre de tema y ahí vamos, se largaban al unísono con perfección en temas deliciosos del jazz. Bromista, Pat se autopresentó como Patricio cuando hizo la presentación de la banda, en un limpio inglés.

Tocaron por casi una hora y luego a un breve descanso. Varios amigos del músico norteamericano se hicieron presentes y las tallas iban y venían. Parecía que me encontraba en un bar neoyorkino o de San Francisco confundido en una animada fiesta de amigos.

El virtuosismo puso la nota alta, cuando me pidieron mi lápiz prestado y Patrick escribió unas cuantas notas en una pequeña hoja, la que luego cortó en dos pasando una parte al pianista y otra al contrabajista. Un par de minutos después estaban tocando un tema como si siempre lo hubiesen hecho juntos, mientras Pat sacaba sonidos notables al cello. Qué magnífica función!!!

Vibrante jornada de jazz la que se prolongó hasta pasadas las 2 de la mañana.

Qué te pareció el filete?

Curso de Montaña II : adrenalina por doquier

Un fin de semana de campeonato, tal vez por lo adolorido y cansado que estoy, pero no menos dichoso. La segunda parte del curso de montaña, se manifestó en un viaje al campo de entrenamiento en Las Melosas, Cajón del Maipo. Partimos a las 8 de la madrugada del sábado con rumbo a dicho lugar, solo nos detuvimos en el pueblo de San José de Maipo para desayunar con cierta grosería, unos ricos Barros Jarpa en pan amasado y luego seguir al campamento.

Los contertulios ya formados en cordadas (mi cordada se mantiene con Francisco y Kosta), ya nos habíamos puesto de acuerdo en temas de alojamiento (quien llevaba la carpa) y en la comida (cada comida principal la auspiciaba uno de nosotros). Gran y dichoso acierto!!!.

Partimos el curso con un repaso breve de nudos (glup!!!, tuve que esforzarme para alcanzar a mis aventajados compañeros quienes habían ejercitado en la semana), pero, por fortuna, nos debimos enfocar en aprender tres nuevos nudos, Dinámico, Fuga y Marinero. Interesantes y útiles.

La parte deliciosa de esta parte, el almuerzo, me tocó improvisarla y preparé a mi cordada un rico arroz con amapolas, pimienta, ajo y cortes de pulpo acompañado de puré de atún y rodajas de tomate. Mientras cocinaba los entretuve con unas aceitunas rellenas de anchoas, deliciosas. Seguido de un postre de frutas picadas en almíbar. Muy bueno, por las caras de satisfacción de mis compañeros.

Sin pausa, partimos a practicar seguridad y marcha en montaña. Ascendimos un cerro cercano que el instructor había elegido (que inteligente y mañoso!!!) y subimos hasta un lugar que nos posicionó en un acarreo interesante. Y bueno, partimos de lo simple, detención del «gato», luego autodetención cuando ruedas hacia adelante y luego cuando ruedas hacia atrás. Que cantidad de costalazos!!!. Dos de las féminas (Magaly y Ximena) hicieron pasos de baile en el vacío y de no estar atento el instructor, todavía están rodando cerro abajo. De hecho, cuando hice una voltereta doble caí con una pierna sobre una piedra y todavía tengo hinchado y herido el muslo. Sin embargo, fue muy aleccionador y me dio seguridad saber que a pesar de todo es posible detener la caída con algo de técnica. En estas volteretas rodando por el cerro, perdí una pieza de mis lentes, no me di cuenta hasta el día siguiente. Igual fue genial!!!

Terminado el periplo en el cerro, nos fuimos a practicar cruce de ríos. Harto helado el trance, pero, muy útil saber como enfrentar un buen torrentón de río.

En la noche, Kosta nos dió un festín, un buen trozo de cerdo para la parrilla, mientras preparaba unos camarones al ajillo para acompañar unos fideos canutos y palta. Delicioso!!!. La jornada de cena se extendió bastante pues, Magaly estaba de cumpleaños este domingo. Así apareció de la nada una botella de vino (Nico, la llevas), té de mate e incluso unos cigarrillos que nos hicieron muy disfrutable una noche pletórica de estrellas y buena onda.

Despertados a las 6:50 horas del domingo, porque Francisco identificó un canto de un pájaro con la alarma de mi celular (maldito!), no hubo otra opción que darle el paso a su demostración gourmet. Huevos revueltos con jamón de pavo (aporte de Anabella) y tomate, queso de cabra al orégano con palta y tostadas de pan ( en la parrilla que sobrevivió a nuestra bacanal nocturna). Un desayuno de dioses, para esperar una jornada intensa.

Nos tocó una sesión de tirolesa, para lo cual fuimos a otro sector en donde tendimos cuerdas sobre un pequeño río en un paisaje de rocas. Muy divertida sesión, amenizada por el impasible instructor e inteligente Rodney, nuestro instructor. Terminado el trance de suspendernos por los aires para ir de un lado a otro, nos fuimos a helarnos en una sesión de travesía de ríos. Dos anclajes, para asegurar que cada «víctima» tuviera su naufragio personal y fuera rescatado de las portentosas aguas del Maipo. Ateridos, como corresponde, todos fuimos rescatados y pudimos cerrar esta jornada.

Desarmado el campamento, hicimos un accidentando viaje para conseguir donde comer unas empanadas de almuerzo, lo cual conseguimos tras tres intentos fallidos. Igual, exquisita jornada.

Viva la buena onda de este grupo, no podría ser mejor.

Qué te pareció el filete?

Nano Stern : nueva trova chilena

Si bien mi plan A era ir a disfrutar música electrónica con Underworld, opté por mi plan B porque necesitaba algo más íntimo y quizás, con más contenido. Tras una cansada semana, bien me vendría escuchar buena música.

La cita, pasadas las 22:30 horas, parte con una guitarra furiosa y la voz inconfundible de Nano. Poderosa y clara, da paso a un tema clásico del Inti illimani, Sambalando, el cual deconstruye para permitir una personal versión, poco a poco se incorporan los músicos de la banda, para los toques de piano, percusión y bajo electrónico. Mientras toca un lindo tema, Cementerios, aparece entre el público Julio Zegers, años que no le veía y sorpresiva visita para la tocata de un cantor tan joven como Stern.

Daniel Navarrete en bajo electrónico, Rodrigo Bobadilla en flauta traversa, acordeón, Cuatro y saxo y Cristián Latorre en percusiones, generan la magia de un conjunto con gran ritmo y muy bien afiatado. Seguirán las conocidas canciones Camino Real, y Jaque Mate. Ritmos fuertes, la guitarra a punto de cortar las cuerdas, mucha pasión. Un espectáculo lleno de vida y folklore.

Entre el público, mucha familia y amigos, incluido un amigo escandinavo de Stern, Matías, quien está fascinado por el pan con palta (que buen gusto!!!).

En la segunda parte, aparece Claudia, hermana de Nano, compositora y dueña de una voz exquisita, ejecutan un tema muy personal y hermoso. Siguen con un tema que supuestamente es un plagio que Pat Metheny hizo a un desconocido brasileño y que es demasiado famoso, Last train Home. Sigue una improvisación de violín y acordeón, deliciosa. me sentí en medio de una fiesta familiar de una familia de músicos. El escandinavo Matías, es muy gracioso y talentoso. Luego, una seguidilla de temas de Nano con un ritmo excepcional.

Una sesión de música deliciosa, un reencuentro con la música morena y local.

Qué te pareció el filete?

Cata de Té : sorpresivo aprendizaje

Ampliar el repertorio de posibilidades para nuestros sentidos es una forma de disfrutar la vida y ciertamente, la oferta de la Escuela de los Sentidos (www.escueladelossentidos.cl) para esta cata no podía ser más tentadora.

Salvo por el maestrísimo Pascual Ibañez, catador talentoso y director académico de esta escuela, no conocía a nadie. Estoy seguro que si hubiese sido una cata de vinos, más de alguna cara habría reconocido.

Partió a la hora prevista con una referencia a la Dinastía Tang de China, aunque el verdadero origen del uso de las hojas de la Camelia Silensi (el té) se remonta a la India del 2700 AC. La primera sorpresa, es que solamente es té aquel que provenga de este arbusto, es decir, el té de hierbas no es más que una infusión, pero jamás té.

La recolección puede ser mecanizada (té común) pero la mejor es manual y es hecha solo por mujeres (una referencia a la pureza, que bien). Hecha la recolección, se marchita por algunas horas, luego se enrolla y se fermenta manipulando las variable temperatura y humedad. Luego se seca y listo. Contra todo lo que pensaba, el té es resultado de una fermentación, como el vino, un queso o la cerveza.

El té blanco es no fermentado y se hace solo con las yemas de las hojas (en rigor, no alcanza a formarse la hoja), el té verde tampoco es fermentado, pero si se hace con las hojas del arbusto. El té negro, el que más conocemos, es el que pasa por todas las etapas de fermentación y secado.

Es tan delicado el proceso de un buen té, que bien vale su precio. Sin embargo, la mayoría no sabe como servirlo y generalmente lo hace pedazos. Me enteré que el té debe estar fresco (tienen fecha de vencimiento), solo usar envases sellados (las bolsitas no porque el té se contamina con los olores del medioambiente), jamás echarle azúcar, a lo más cortarlo con un par de gotas de leche si es muy fuerte. Sorprendente!!!!

Servir el té es mucho más complicado de lo que creía, solo debe usarse agua fresca, con el primer hervor, enjuagar la tetera (porcelana idealmente) y botar el agua (es para temperar la tetera), echar 1 cucharada por cada bebedor más una, dejar reposar 2 a 3 minutos, revolver agitando la tetera y servir. Plop! que complicado no?

Bueno, vamos a la cata.

El primero fue un té blanco Pai Mu Tan, con un toque metálico nítido, fresco, algo untuoso y cítrico. Exquisito. Siguió un té verde Dilmah con intenso olor a pasto, a algas o al olor de las rocas en el mar, algo turbio y más amarillo que el anterior. Acompañamiento ideal del sushi. Los japoneses se la traen!!

Después, un té verde chino con bergamota y ginseng, de color muy claro y contundentes aromas, como a perfume de mujer, ácido y con cierta aspereza en la boca. Sería rico macerar un pescado con este té. Probamos una galletita de mantequilla e inmediatamente desapareció esa aspereza inicial. Que rico!!

El siguiente fue un té rojo Pu Erth (el té de los emperadores) con un olor a cochayuyo y a tierra, además de un toque muy mineral. Reprobado, no me gustó!!. El té negro con Lychee (un fruto tropical), con aroma a damasco y a tierra, nos obligó a repetición, pues Pascual advirtió que le había faltado tiempo de reposo antes de servir, asi es que al finalizar la secuencia de cata, lo volvimos a probar y ahí aparecieron aromas a gewurstraminer, a un cosecha tardía (late harvest), un té magnífico.

El sexto té fue un negro Bangai Fire con pimienta, canela, jengibre, cardamomo y clavo. Uff, que mezcla, en nariz inunda con cardamomo y canela, pero en boca, increíble aparecen todas las componentes en forma perfecta. Extraordinario, lo mejor de la noche.

El último de la lista un té Lapsang Souchong, ahumado como con humo de pino verde, un olor a sur de chile, chimeneas y tierra. Acompaño bastante bien al salmón ahumado.

En fin, que increíble cantidad de datos y experiencias gustosas en esta cata. El té ya no será lo mismo para mí.

Qué te pareció el filete?

España en el Corazón : Homenaje a Guernica

La galería de arte del edificio de Codelco normalmente regala buenas exposiciones (es completamente gratis) y en esta ocasión una magnífica muestra.

El escultor Palolo Valdés (www.palolo.cl) rememora tridimensionalmente el Guernica de Picasso, esculturas increibles, llenas de textura, de tierra y espanto. Es impresionante el efecto de ver las figuras horrorizadas de la famosa pintura que recuerda ese sangriento bombardeo del año 1937 a una población civil inocente, durante la guerra civil española.

También hay unos bocetos a mano hechos por Picasso cuando estaba creando la obra y llama la atención que varios sean en colores, cuando finalmente solo retrató oscuridad.

El talento de Palolo es digno de aplausos, consigue representar perfectamente la emoción de los cuerpos, el dolor que grita desde cada forma y la impotencia dibujada en cada gesto. Hermoso e imperdible filete.

Qué te pareció el filete?

Curso de montañismo I : gratificante experiencia malaya

Si bien solo llevo 6 meses divirtiéndome en la montaña, me pareció razonable que una actividad tan disfrutable al no estar exenta de riesgos, requería un poco de conocimientos y de experiencia de expertos. Aunque mi enfoque no es precisamente competitivo ni de rango deportista, bienvenido saber algo más. Así que este fin de semana, lo dedique a gozar el aprendizaje de técnicas y otras yerbas que me permitan hacer mucho mejor la experiencia que ya vengo teniendo.

La preocupación por las técnicas de montaña comenzó a aparecer en nuestras conversaciones entre algunos Malayos hace un tiempo y pienso que la iniciativa de un curso de montaña para Malayos es una gran oportunidad de mejorar los niveles de seguridad de los frecuentes paseos del entusiasta grupo.

Una partida un tanto accidentada, por la escasa puntualidad del grupo asistente (David, me acostumbré a tu british performance!!!), sin embargo, los 11 asistentes hasta ese momento ya veniamos haciendo buenas migas. Un grupo entretenido y variopinto, con predominancia de juventud, lo cual hizo especial el humor de esta jornada. Un doceavo asistente nos alcanzó gracias a un percance mecánico de nuestro transporte.

Primer día dedicado a datos históricos y útiles sobre montañismo, campamento, utensilios diversos y orientación. Una experiencia práctica puso en evidencia lo importante del uso eficiente de una brújula, aunque existan GPS y tantos gadgets electrónicos fantásticos.

La cocina del día en cada cordada fue diversa, desde quienes no sabían como hacer funcionar su cocinilla, hasta las expresiones extremas del buen gusto gourmet. Sobre gustos no hay nada escrito o quizás, se ha escrito demasiado, pero nunca es tan divertido. Por mi parte, aproveché mis aceitunas negras descarozadas, combinadas con fideos tricolores, queso de cabra al orégano, salame italiano y cortes en juliana de jamón de pavo ahumado. Exquisito!!!

Una mochila bien armada se para en 90° sin esfuerzo, el armado de una carpa puede ser una pesadilla cuando hay viento, existen 14 montañas por sobre los 8.000 metros y Luksic financió la puesta de un libro de visitas en todos los 6.000 metros de Chile. Que freak y al mismo tiempo, que fantástico.

Estaba haciendo una cordada de a uno, hasta que junto a otros dos «independientes» decidimos operar en equipo. Con ello, formamos un grupo muy divertido y super funcional, ya que todo lo que necesitábamos lo teníamos cubierto. Así vale la pena «encordarse», nos fuimos a una carpa común (habiendo tres), para cuando decidiéramos a dormir. Dado mi afán por disfrutar cada oportunidad existente, me puse a observar las estrellas y jugamos a identificar aquellas estrellas que sirven para orientarse. Cada cual sacó conocimientos a relucir, ¿Como descubrir el norte a partir de las Tres Marías, como encontrar el sur con la Cruz del Sur?. OK, Fin de la primera y divertida jornada.

Una noche de sueño sobresaltado, me resulta complicado dormir acompañado y más cuando hay pendiente (estábamos en un cerro en Yerba Loca) que me obligó a hacerme consciente de cada movimiento. Me queda claro, que dormir en plano en la ciudad es un acostumbramiento brutal.

A las 7 de la madrugada, salimos de la carpa a preparar desayuno. Contundente esfuerzo para asegurar una buena jornada, cuesta mucho desperezarse cuando no hay ducha disponible. Pero es rico comer y en eso no hubo pudor.

Clases de nudos, ufffff!!!!!, no me acuerdo ni de los nombres pero se que hay nudos útiles por doquier.Para dar el examen voy a tener que estudiar!. En todo caso, me divertí mucho viendo las distintas opciones y las dificultades que teníamos para seguirlas. Es increíble lo que se puede hacer con una cuerda, más aún cuando se aprende a hacer enredos con una cuerda y la gracia es que después se pueda desenredar. Celebro el ingenio humano y el buen humor del grupo, nos reímos mucho.

Después vendría un rico almuerzo de cordada (cocinar juntos es buena opción para conocerse), preparamos fideos tricolores combinados con pescado y sabores de champiñones proporcionados con una «sopa para uno». Bajarán nuestros umbrales o simplemente estamos más dispuestos a disfrutar cuando es «lo que hay»??.

Por fin, tras el almuerzo nos vamos a practicar rescate en montaña. Una clase muy divertida, pues hay multiples opciones, algunas dolorosas, pero al fin y al cabo, posibilidades para atender a un compañero malogrado en la montaña.

Cerrando la jornada, nos entretuvimos desarmando el campamento, haciendo evaluación de la jornada y prometiendo que el próximo fin de semana será mucho más divertido.

Largo viaje de retorno a Santiasco, solo queda una semana para la siguiente sesión.

Qué te pareció el filete?

Puerto Pirata : inesperado sabor

Muchas líneas de nostalgia y algunos párrafos de melancolía me hicieron caminar por el barrio Providencia esta noche. Pos simple casualidad llegué a cenar a un restorán apacible y de poca bulla en Román Díaz.

Poca gente, música criolla peruana en los parlantes y una iluminación sobria para un ambiente sencillo, pero prometedor.

Mis pasos al segundo piso para descubrir una pequeña pero interesante terraza, un lugar para fumadores y sobretodo para quienes queremos estar solos. Una noche con temperatura agradable y por fortuna, en un lugar en que hay poco ruido automotriz.

Un solícito mozo dió en el clavo al ofrecerme un pisco sour peruano, ya que solo en restoranes peruanos acepto el sacrilegio de un aperitivo ácido. Pedí una entrada clásica, una causa peruana de atún, esas papas amarillas unidas a palta, ají amarillo, mayonesa y por supuesto una capa de atún. Luego, deviene un largo diálogo para convencer al mozo que no es posible que su carta de vinos no contenga pinot noir y la sorpresa increíble, cuando aparece, fuera de repertorio una botella de la bendita cepa, Viña del Mar 2004 (valle de Casablanca). Todo bien.

Pido entonces, un filete de corvina a la plancha con camarones, ostiones, calamares y cortes de pulpo salteados en una rica salsa peruana condimentada con vino blanco, ajo, pimientos y el habitual ají amarillo. Los tonos ahumados y el sutil gusto a madera del pinot noir maridó con perfección con la comida, armonía necesaria para hacerme sentir el placer de estar solo.

Un buen café negro puso punto final al goce de media semana, en fin, la vida continúa

Qué te pareció el filete?

Cata de Syrah : exquisitas sorpresas

Una vez más la Escuela de los Sentidos abrió la invitación para una buena sesión de placer de degustación de vinos. En esta oportunidad, una cepa que comienza a abundar en Chile y a sorprender.

Tras una breve reseña del origen de la cepa y de sus mejores representantes en el planeta, pasamos a degustar una delicada selección que Pascual Ibañez nos tenía preparada.

Partimos con Chocalán Reserva del 2004, Valle del Maipo, un vino sabroso aunque un tanto rudo en su sabor y aroma. Seguidamente un versión muy redonda y rica, Wine Maker 2004 de Porta, Valle del Aconcagüa. Otro delicioso exponente del Valle del Maipo fue el Aresti Reserva 2005, delicioso, casi goloso, óptimo para acompañar quesos granulados o duros.

Después llegó el turno de un Carabantes 2005 de Von Siebental, Valle del Aconcagüa, un vino fragante de especias y buena madera. Hasta este momento el mejor del grupo. Ahí llegó el potente Tabalí Reserva 2006 del Limarí, extraordinario, un vino tremendo. Finalmente, la sorpresa mayor, un Pérez Cruz 2004 del Valle del Maipo, increíble, el mejor Syrah que he probado, tan rico que podría beberse solo.

Magnífica y placentera sesión, quedé con ganas de más.

Qué te pareció el filete?