He comentado en más de una ocasión el buen trabajo de difusión del Teatro Municipal en estos encuentros de mediodía a precios verdaderamente asequibles para todos. Es una extraordinaria manera de acercar a muchos a la maravilla de la música y el arte.
En esta ocasión, una selección de escenas de la famosa y deliciosa obra de Bizet con una duración precisa de una hora. El teatro repleto, especialmente en los balcones repletos de estudiantes, ruidosos al comienzo y extraordinariamente respetuosos cuando caen en la magia de la obra en exhibición.
Con el solo acompañamiento del piano del maestro Jorge Hevia y las poderosas y hermosas voces del reparto, se cumple la maravilla de olvidar la locura laboral de la semana y disfrutar relajadamente la belleza del arte.