Por diversas razones no había podido ir a mis ansiados paseos a la montaña.
A las 6:30 de la madrugada del domingo mis tres despertadores se sincronizaron para invitarme a despertar y hacer realidad el paseo que añoraba.
A las 7:30 en punto apareció mi gran partner David para llevarme desde bilbao con tobalaba hacia el punto de encuentro de los malayos. El kilometro cero de farellones. Hoy un tanto revolucionado por la cantidad de individuos estresados que siguen su vida de bocinazos e improperios, buscando ganarle a alguien y solo van a la nieve (que enfermos!!)
Casi veinte malayos llegaron al encuentro y tras 10 minutos de espera ( es la regla) nos pusimos en marcha hacia el punto de partida del trekking programado.
Fue una marcha deliciosa de cerca de veinte malayos (un par de nuevas integrantes) que nos llevó por los senderos de esta conocida ruta hacia el Alto del Naranjo (el quillay lleno de cáscaras de naranjas a medio camino del Provincia).
Nuestro objetivo era el mirador que se encuentra 20 minutos después de pasar por el Alto del Naranjo, un buen lugar para desarrollar nuestro principal rito, el banquete malayo..
Esta vez, fue una mezcla compleja. Partimos con galletas integrales, a las que añadí aceitunas rellenas de atún, aparecieron granos diversos, luego puse a disfrutar un chorizo español casero pronto apareció un chocolate caliente, intermediamos con una mezcla de pistachos, pasas y maní, hasta que apareció el maravilloso café y turrón que David nos brinda. Cerramos con fotos y unas naranjas deliciosas.
Las fotos de Santiasco desde la altura fueron increíbles, de verdad que es dificil que la ciudad aparezca en fotos. Gran día!!!
La bajada fue vertiginosa, digna de un campeonato. Igual delicioso paseo.