He conocido pocas personas que tienen los impulsos fileteros a flor de piel, la última que prometía serlo desapareció para siempre en agosto pasado. En todo caso, se trata de una capacidad de descubrimiento intuitivo que te conduce al lugar perfecto en el momento ideal.
Trámites indeseables en el barrio El Golf, que terminaron afortunadamente pronto y siendo el horario preciso para un almuerzo, decidí que fuera filete.
Llegamos a este nuevo sitio en medio de una canícula espantosa propia del verano santiasqueño, donde a pesar que existía una tentadora terraza, preferimos el aire acondicionado adentro del lindo lugar. Un sobrio pero elegante local con una eficiente atención, claramente dedicado a quienes buscan comer bien en una cocina gourmet.
Partimos con unos apropiados kir royale, mientras investigábamos en una carta muy interesante, con platos para empezar, otros con base en carnes y otros a partir de pescados. La selección fue mortal, un raviolón de jamón serrano con tomates confitados, queso azul y champignones. Un salmón con camarones acompañado de un salteado de setas y un mil hojas de mero con espinacas, salsa de tomates y pastelera de choclo.
Tanta maravilla culinaria se merecía un vino delicioso, por lo que elegí un Céfiro Pinot Noir del valle de Casablanca. Francamente delicioso!!
Estos platos exquisitos sacudieron nuestras papilas gustativas y no pudimos disfrutar un postre, porque solo un café negro era posible.
Fantástico local, se anota en la lista gourmet!!!