Lucía Bistró :sensaciones por descubrir

Hacía una semana (depre mediante) que no vagabundeaba en mis queridos krrtrekings. Tras este periodo aciago, solo me quedaba la opción de buscar lo bueno. Bueno, será quizás sinónimo de nuevo!!
Bien, me encanta experimentar, y este barrio Lastarria da para mucho.

Encontré el Lucía Bistró, recién instalado. Un sitio exquisito, demasiado nuevo, todo por mejorar y ya es estupendo.

Solo un piso de tres posibilidades, pretensioso, pero con humildad.

Una escalera de madera preciosa, que invita a un segundo piso que no existe aún. Un primer piso de doce mesas, que en esta oportunidad solo daba para tres comensales, una pareja que conversaba sobre cine y yo.

Una carta excitante, muy variada, partiendo por unos panecillos de buena factura, integrales y con mantequilla especiada. Me decidí por un duo de ravioles, una combinación de raviolón de ostión con salsa de mantequilla de albahaca, unos raviolones muy negros (tinta de calamar), bien acompañados de un raviolón de zetas, grandes presas blancas, divertidamente presentados en un gran plato blanco.

La música, imperdible, jazz clásico, estándares de jazz al volumen preciso para acompañar el placer de comer. En la muralla del comedor en que me instalé, un bien montado wine dispenser solo que contenía una sola marca de vinos (Concha y Toro), lo que afortunadamente no me impidió seleccionar un buen merlot para mi almuerzo.

Mientras esperaba al chef, quien se tomó su tiempo para cocinar, estuve disfrutando con un nuevo libro de Frederic Beigbeder (13,99 euros), una divertidisima novela llamada Socorro, perdón.

El plato extraordinario y original, estuvo a la altura de mis expectativas. De verdad que este lugar promete.

Al postre, no pude resistir la tentación de un cheesecake de mora, arándanos y frambuesas. Un deleite para un cierre genial de esta incursión.

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Una respuesta a “Lucía Bistró :sensaciones por descubrir”

  1. Hoy probé uno de los mejores restoranes de Santiago. Una mezcla de sabores espectaculares, empezando por un Pisco Sour de albahaca, Dúo de Ravioles y un postre sensacional.
    Un lugar precioso, música muy ad-hoc y precios muy acsesibles.

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