Para nadie es un misterio que el Liguria, en sus diversos y maqueteados sitios, ofrece una rica oferta de sabores y una experiencia muy controlada de sabores filete.
Partir con unas cervezas Stella Artois permite calmar una sed que compensa 32° centigrados en el ambiente. Ya calmados, podemos ir por ese maravilloso plato de mechada italiana, ricota, champiñones y spaghettis que me vuelve loco. Cuanta gracia posee ese plato italiano, pero con sabor chileno, caliente, sabroso y sobretodo contundente a la hora de calmar el hambre. Acompañado de un Tres Palacios Reserva es magnífico.
Por fortuna, almorzar en el Liguria no tiene la carga taquillera de la noche desatada de Santiasco. Si quieres salir a volar y disfrutar sabores y te topas con el Liguria, trata que no sea a la hora de la taquilla.
Liguria, que rica comida y buen servicio!!!