El marionetista Phillip Huber da origen a este espectáculo delicioso con personajes de antología. Un escenario reducido al tamaño del espacio que los pequeños muñecos requieren y que es suficiente para disfrutarlos.
Un teatro Noescafé poco concurrido, pero variopinto en edades, lo que demuestra la naturaleza transversal del arte de marionetas. Huber es considerado el mejor marionetista del mundo y con 30 años de carrera, nos vino a deleitar con lo mejor de su arte. Qué fortuna!!!
Cada personaje una delicia, tremendamente perfectos en cada movimiento y actitud corporal, son casi vivos, lo cual nos deja boquiabiertos. Desde una cantante elegante, pasando por un equilibrista, un violinista y hasta un exquisito perro. La magia en toda su expresión.
Un aporte destacado para quienes disfrutamos como niños.