Este espectáculo de homenaje al maestrísimo Astor Piazzolla era claramente un imperdible para esta semana. Precedidos de una fama tremenda el quinteto de músicos argentinos llegaba en gira por Chile tras una larga lista de otros países visitados.
Nos esperaba un Teatro Noescafé muy lleno y con bastante gente más bien adulta, pocos jóvenes a pesar que podría considerarse a la música de Piazzolla el principio del afamado tango electrónico de amplia aceptación. En fin, lo que importa es que lo pasaríamos muy bien.
Tengo la idea que Piazzolla hizo del bandoneón un fetiche en su música, su presencia es exultante, deliciosa. En manos de un nuevo integrante, un joven Marco Antonio Fernández el bandoneón sonó maravillosamente. Los integrantes originales de La Camorra que completan el quinteto son Sebastián Prusak en violín, un impecable Jorge Omar Kohan en la guitarra clásica y eléctrica, el serio Hugo Asrin en contrabajo y el notable Nicolás Guerschberg al piano.
Entre los temas más aplaudidos evidentemente estaban los grandes clásicos de Piazzolla como fueron “Muerte del Ángel”, el increíble “Contrabajísimo” y a no dudar “Adios Nonino”. La Camorra además aportó sus propios temas al concierto y vaya que son buenos estos músicos.
Un concierto realmente exquisito, el tiempo pasó volando y sospecho que todos quedamos con ganas de escuchar mucho, mucho más.