Febrero es un mes muy especial en Santiasco. Tras un enero repleto de actividad cultural, poco a poco se va apagando el krrt profundo y con sentido, para aparecer la anomia y el receso. Sin embargo, en los últimos estertores, mi querido Thelonious, siempre tiene alguna sorpresa.
La propuesta, Tango de Garage, me hizo imposible resistir la tentación. Un trío de jovenes mendocinos de paso por Santiasco con una propuesta interesante. Miguel López (bandoneón, guitarra, teclados y voz), Laureano Melchiori (contrabajo) y Gonzalo Gorosito (guitarra), son la agrupación Futre.
Miguel con una voz de bohemio tanguero de 60 años en subterráneo de puerto, sorprende de verdad. Es casi un adolescente, pero serio y con esa personalidad típica de argentino. Canta increíble y mejor aún maneja el bandoneón en forma experta, dándose el lujo de hacer samples para acompañarse a si mismo y crear un sonido original, un tango de arrabal, con toques electrónicos, pero lúcido en la nostalgia y poesía del tango de emoción y cuento. Al mismo tiempo, Gonzalo usa una plataforma a sus piés que le permite jugar con samples y variaciones de los sonidos de su guitarra en un endemoniado espectro de sonidos. Laureano, toca el contrabajo, a veces con los dedos, otras con un arco para formar, entre todos, un sonido verdaderamente único.
Presentaron en dos salidas un variopinto repertorio, parte del cual estaba a la venta en un CD casero, modesto pero que pasó veloz a mi colección de filetes.
Hacen falta grupos de este nivel, muchachos que tienen la sensibilidad por textos novelescos pero que extraen la esencia del sentir popular, de la emoción desatada, de la sutileza del espíritu que convierte en poesía el dolor, el amor y la dignidad humana.
Bravo!!!!, Futre de verdad encontró la cabeza del inglés.