Un whatsapp de mi hermano con la foto de unas entradas para ver King of Convenience no pudo ser más interesante en una semana que ya descansaba de esa inyección a la vena de artes que cada año nos ofrece Santiago a Mil. Nos juntamos un rato antes a conversar y luego partimos al Teatro Municipal a disfrutar este dúo que hemos seguido por años.
Un escenario marcado por un lounge de entrevistas al costado de los micrófonos y guitarras. Un formato curioso de entrevista, lado A del disco, intermedio, otra entrevista y el lado B del disco en presentación. Imagino que tratándose del primer disco del dúo “Quiet Is The New Loud” (del 2001) había espacio para rememoranzas y más de alguna trivia, pero debo reconocer que salvo por el exquisito buen humor de Erlend Oye, la entrevista fue una fomedad.
Exquisita música y calidad de estos noruegos de voces hermosas y de una complicidad que hace incluso afortunado esos pequeños olvidos de Erlend a la guitarra. Una sorpresa hacia el final del show fue la incorporación de Gepe a la batería, Sorprendente!!.
Hace unos meses, debido a una sobrecarga de trabajo, me atrasé y perdimos la oportunidad de ver a Teatro Cinema con su última obra La Contadora de Películas. Fue una dolorosa pérdida ya que he sido fanático de La Troppa y posteriormente de Teatro Cinema, por lo cual volver a tener la oportunidad de disfrutarlos me llenó de alegría.
Llegamos con tiempo suficiente para ubicarnos en los asientos que estratégicamente elegí para que el disfrute fuera pleno (suficientemente cerca pero nunca antes de la cuarta fila y al centro). Laura Pizarro con su increíble voz da vida a la contadora de películas recordando desde su adultez como llegó a ser la atracción de esa pobre salitrera en donde vivía con su familia. Es una obra fascinante que solo realza la belleza del libro de Rivera Letelier, un genio de las letras chileno. Cada escena no solo muestra la increíble precisión de la técnica de cine aplicada al teatro sino que, de forma mucho más marcada que anteriores obras de Teatro Cinema, consigue tocar el alma del espectador. Sin duda alguna, Zagal y Pizarro han llegado a la cima de su arte. Imperdible!!