Dos disfrutes especiales para cerrar enero

Un whatsapp de mi hermano con la foto de unas entradas para ver King of Convenience no pudo ser más interesante en una semana que ya descansaba de esa inyección a la vena de artes que cada año nos ofrece Santiago a Mil. Nos juntamos un rato antes a conversar y luego partimos al Teatro Municipal a disfrutar este dúo que hemos seguido por años.

Un escenario marcado por un lounge de entrevistas al costado de los micrófonos y guitarras. Un formato curioso de entrevista, lado A del disco, intermedio, otra entrevista y el lado B del disco en presentación. Imagino que tratándose del primer disco del dúo “Quiet Is The New Loud” (del 2001) había espacio para rememoranzas y más de alguna trivia, pero debo reconocer que salvo por el exquisito buen humor de Erlend Oye, la entrevista fue una fomedad.

Exquisita música y calidad de estos noruegos de voces hermosas y de una complicidad que hace incluso afortunado esos pequeños olvidos de Erlend a la guitarra. Una sorpresa hacia el final del show fue la incorporación de Gepe a la batería, Sorprendente!!.

Hace unos meses, debido a una sobrecarga de trabajo, me atrasé y perdimos la oportunidad de ver a Teatro Cinema con su última obra La Contadora de Películas. Fue una dolorosa pérdida ya que he sido fanático de La Troppa y posteriormente de Teatro Cinema, por lo cual volver a tener la oportunidad de disfrutarlos me llenó de alegría.

Llegamos con tiempo suficiente para ubicarnos en los asientos que estratégicamente elegí para que el disfrute fuera pleno (suficientemente cerca pero nunca antes de la cuarta fila y al centro). Laura Pizarro con su increíble voz da vida a la contadora de películas recordando desde su adultez como llegó a ser la atracción de esa pobre salitrera en donde vivía con su familia. Es una obra fascinante que solo realza la belleza del libro de Rivera Letelier, un genio de las letras chileno. Cada escena no solo muestra la increíble precisión de la técnica de cine aplicada al teatro sino que, de forma mucho más marcada que anteriores obras de Teatro Cinema, consigue tocar el alma del espectador. Sin duda alguna, Zagal y Pizarro han llegado a la cima de su arte. Imperdible!!

Dos obras para comenzar la temporada del Santiago a mil

Comienza Enero después del fallido fin del mundo y comienza el mejor carrete cultural de Santiasco. Me refiero a la increíble programación de teatro, danza, ballet y música que trae el Santiago a Mil. De hecho, hoy voy a comentar dos obras que marcan mi inicio en esta versión 20 (veinte años!!!) de esta fiesta cultural.

La primera obra corresponde a a una adaptación de Alfredo Castro de la obra original de Eugene O’neill llamada Distinto, que se mostró en el  Teatro Municipal de Las Condes. Llegamos sin grandes pretensiones pero convencidos que sería una buena obra dada nuestra experiencia con el trabajo de Castro. Extraordinaria la obra, la tensión sexual de los personajes y las volteretas estúpidas de la mente y del comportamiento humano se evidencian de manera muy clara. Una historia de amor marcada por la brutal incapacidad de Emma de amar y la torpeza imperdonable de su amante que la espera 30 años para que aparezca la madurez que jamás llegaría. De alguna forma me hizo pensar en que muchas veces esperamos de la pareja cosas que jamás serán capaces de dar y malgastamos la vida en dicha espera. Definitivamente la obra me gustó, me mostró que en actos de amor podemos ser demasiado enfermos.

La siguiente parada fue una obra de danza moderna, Travelogue I Twenty to eight (Diario de viaje I – veinte para las ocho) en el Teatro Municipal de Santiago, una pieza de la heredera de Pina Bausch, llena de erotismo y sensualidad en donde los objetos cotidianos se transforman en artefactos de significados como correlato natural del virtuoso despliegue físico de los artistas. Hay mucha histeria y convulsión erótica no resuelta que los bailarines hacen notar en cada momento y que finalmente hablan de la cotidianidad humana y con todos sus defectos.

Santiago a Mil, comienza y promete mucho. He elegido 14 espectáculos que me ocuparán todo el mes de enero y que espero sean puro goce.

 

Ricardo Castro : un concierto de piano delicioso

Aunque fue todo un atado, ya que cambió la fecha inesperadamente y me tuve que acomodar en otra fecha que no tenía considerada, me hice el espacio en mi agenda y me sumé al placer de una buena sesión de piano en manos de un maestro excepcional.

Este Bahíano, es un verdadero genio del piano y además desde los 3 años de edad, por lo que tener la oportunidad de escucharlo es una delicia que no me perdería por nada. El concierto comenzó con algunos minutos de retraso, pero desde el comienzo quedó claro que era una maravilla. Una selección de piezas de Mozart, fue la primera salida. Luego vino una arremetida de partituras de Beetovhen con lo que eclipsó al nutrido público, que llenaba el Teatro Municipal. Tras un receso vino la selección de Chopin, claramente la especialidad del pianista.

Tras la espasmódica y deliciosa interpretación, el maestro se dió maña para recordar al gran chileno Claudio Arrau con una arreglo de Lizt para El Rigoletto, y posteriormente con una deliciosa pieza de Schubert.

Maravillosa presentación, el piano es una maravilla que siempre sorprende!!!