Como cada enero en este país con vista al mar, hago una cuidadosa selección de obras que se presentan en Santiago a Mil, pues la oferta es inmensa pero el tiempo escaso. Este año, hice una mezcla de teatro, danza y performance que espero otros hayan disfrutado tanto como nosotros.
Partimos en el Teatro Municipal de Santiago con Political Mother (Reino Unido), una obra potente de baile y música en vivo cual concierto de heavy metal, con una aproximación claramente cinematográfica y un ritmo non stop que sobrecoge. Por momentos creíamos revisitar 1984 con toda esa complejidad política y rudeza que no permite pestañear durante su ejecución. Sorprendente!!
La siguiente obra fue el clásico shakespeariano Sueño de una noche de verano, pero con textos chilenos con rima popular. Maravillosa obra, llena del chispeante humor y picardía del huaso chileno, un enorme despliegue de colores en hermosos trajes y magníficos actores. Un acierto creativo de Héctor Noguera y Daniel Muñoz además de la colaboración de dos grandes payadores populares. Si bien hemos visto muchas versiones de esta obra de Shakespeare, siento que ésta es la mejor lograda, pues conecta de forma virtuosa el clásico relato con el folklore chileno y las peripecias creativas que supone el lenguaje chileno. Un imperdible del teatro chileno!!!
Nuevamente embarcados en la obra de Shakespeare, fuimos a ver The Tempest (Corea del Sur), para caer hechizados con la magia de esta adaptación coreana que fusiona de manera sorprendente el texto del clásico con historias ancestrales del pueblo coreano. Una obra hermosa, llena de ternura que nos dibujó una sonrisa y nos dejó blandito el corazón por mucho rato.
Un sábado llegó el turno de Still Life (Grecia), una performance sorprendente y a veces con toques por el devenir de angustia por el devenir humano, ya que trasfondo filosófico proviene del mito de Sísifo, algo así como la condena del ser humano. Impresionante el virtuosismo de los performers en medio de un escenario mínimo, para crear escenas increíbles, fusionando cuerpos en esa eterna búsqueda de la inmortalidad. Hermosa!!
Cuando llegó el turno de La Wagner (Argentina), teníamos el precedente de la obra La Idea Fija que vimos tiempo atrás en el GAM, en donde el sexo, como actividad humana, está en el centro de la obra. En esta ocasión, la música de Wagner acompaña a cuatro mujeres desnudas que con crudeza van de la sensualidad a la pornografía, con momentos de violencia (actuada por supuesto) constituyen una ruda provocación al espectador. La verdad es que aceptando la originalidad y atrevimiento del autor argentino, nos dejó la sensación de exceso.
Pronto llegó el día de la obra Las ideas (Argentina) en el GAM, un trabajo genial con dos actores en escena y un texto absolutamente creativo, que juega con nuestro sentido de la realidad en la metáfora que supone la mesa de pin pon que es el lugar en donde debaten sobre realidad y ficción, vida real o actuación. Un trabajo fascinante que mantiene la atención de todos sin respiro.
La siguiente función de teatro Dínamo (Argentina) también la elegí por tratarse de otro delirio provocador. Tres mujeres, tres historias de locura y dolor, interactuando en la más absurda composición de sus propias soledades. Reconozco que a muchos debió parecer desquiciante, pero me gustó la complejidad que revela el desafío de comunicarse entre los seres humanos.
Finalmente, llegó la última obra que seleccionamos para este año, se trata de Canciones de Lear (Polonia), una performance musical maravillosa en donde las emociones humanas son alcanzadas con el prodigio de voces impresionantes que me llenaron de lagrimas los ojos. Absolutamente hermoso!!.