Menos de dos años tiene este restoran en Providencia y ya es un buen competidor en la sabrosura de la cocina india. Un local pequeño y muy sencillo, pero muy bien atendido y que resultó una experiencia completamente disfrutable.
Un buen amigo se convirtió en mi anfitrión de esta jornada. Llegamos relativamente tarde y por cierto hambrientos por lo que visitamos la carta con cierta urgencia.
Para partir, unas empanaditas Samosas que acompañaran nuestras bebidas de aperitivo. Luego un Mathan Rogon Josh (cordero macerado en salsa de cebolla con finas especias indias, picante medio) increíble y algo más picante de lo que esperaba, pero disfrutable con creces. Mi partner pidió un Kali Mitch Ka Jheenga (camarón con pimienta y cortes de pimiento en salsa de cebolla) que francamente se robó la película, delicioso!!!
Como parte de la cena pedimos una porción de Naan (pan con ajo) y una buena botella de vino, un syrah reserva que nos acompañó con gracia.
La sorpresa notable vino a la hora del postre, cuando me di cuenta que el local tenía Hookas (pipa de agua) y menos de un instante me demoré en pedir una pipa con sabores de tutti frutti, una maravilla!!!!
Exquisita cena, absolutamente repetible!!!!