Los Corrales : una rica opción cerca del Municipal

En mis frecuentes incursiones al Teatro Municipal he tenido oportunidad de ver la rotación de restaurantes que han pasado por la hermosa casa de Tenderini 171. Desde el notable Hereford Grill, pasando por el Prego y ahora con esta nueva propuesta también basada en carnes y que vine a disfrutar hoy.

Como era un horario poco habitual por lo tarde, encontré con facilidad una mesa y solicioté una botella de agua mineral sin gas.

La carta muy hermosa y llena de seductores platos, mi selección resultó ser un  filete con papas hilo y queso azul. Esa  combinación de carne y queso azul la he cocinado en varias ocasiones y me fascina.

Para ese delicioso plato, de la carta de vinos, muy interesante por cierto, elegí un Cremashi Furlotti merlot 2006, un afortunado hallazgo.

Disfruté lentamente mi exquisito almuerzo especialmente porque quedaban muy pocos comensales y tenía toda la atención del mozo. Un servicio de primera.

Tras un negro café pude concluir esta incursión filetaria y regresar a mi oficina, sin stress y lleno de placer. Recomendable lugar.

 

La Boheme : cocina francesa a la chilena

Un sitio en barrio Bellavista que confieso nunca me atrajo lo suficiente como para ingresar. Sin embargo, hoy me pareció un buen momento para probarlo.

A pesar de declararse como de cocina francesa, me costó notarlo y ya veremos por qué. Parti con una vaina mientras revisaba la carta de platos. En el intertanto, llegó a la mesa pebre, mantequilla y pan calientito de la casa. Un comienzo bastante tradicional.

Me costó decidir, pero finalmente pedi un filete del chef con puré picante que acompañé con un delicioso Morandé Terrarum 2009. Aunque el servicio siempre fue atento y oportuno, no pude dejar de notar la curiosa manera de descorchar la botella, claramente una improvisación graciosa por la cual nos reímos en conjunto.

Así como la comida no fue francesa, la música era totalmente chilena chilena, discos de  illapu y Quilapayun me acompañaron en mi cena.

Curioso sitio, bueno el servicio y la comida bastante sabrosa.

 

Krrtrekking V&V : aprovechando un rico día

Fue una decisión muy rápida, un llamado para chequear disponibilidad, una confirmación por SMS y por la mañana del día siguiente ya estábamos viajando mi hermano, su compañera y yo, llenos de ganas de disfrutar uno de los paseos filete que más quiero.

Cerca del mediodía ya estábamos en el centro de Valparaíso y con la buena fortuna de encontrar que justo se estaba realizando la Segunda Feria Gastronómica Internacional de Valparaiso, algo imperdible para mi personal gusto.

En el hermoso muelle Barón, específicamente en los pabellones de cruceros que de vez en cuando ocupan turistas que entran y salen del puerto de Valparaíso, se desarrollaba esta muestra gastronómica. Un dia luminoso y soleado daba un marco preciso para iniciar el disfrute que sospechábamos vendría.

Recorrimos el espacioso lugar, lleno de puestos pequeños con la variadísima oferta gourmet que de pronto en Chile se ha convertido en toda una industria. Una zona para las escuelas de cocina profesionales y restaurantes que se atrevieron a estar presentes, un patio de comidas con un escenario para espectáculos en vivo y que mientras estuvimos en el lugar tocaban la deliciosa musica de King of Convenience.

Varias zonas para empresas de todos los tamaños, ya que al fin de cuentas, la aprobación del público tiene que ver con lo que prueban más que el curriculum del presentador. Una fiesta de sabores, en la que probamos salsas y pastas de untar, un rico sake sour, exploramos utensilios de cocina y sobretodo disfrutamos de los aromas de diversas preparaciones que se vendian muy barato para un público muy entusiasta y de carácter muy familiar.

Qué rico ver como las personas poco a poco aprecian el disfrute de la experimentación gourmet y se atreven a probar sabores insospechados para el estandar gastronómico nacional.

Continuamos el krrtrekking dirigiéndonos hacia los cerros con más actividad, me refiero por supuesto al Cerro Concepción, Cerro Alegre y posteriormente al Cerro Bellavista.

Tras deambular por esas siempre inclinadas calles y toparnos con una enorme cantidad de turistas nacionales y extranjeros, nos dimos cuenta que la hora había pasado muy rápido y que corríamos el riesgo de quedar sin almuerzo, nos movimos presurosos hacia uno de mis restaurantes preferidos, el C,  solo para comprobar que ya había cerrado la cocina. En ese momento, recordé  que había un restaurante abierto enfrente del Gervasoni que podía ser una buena opción y nos dirigimos hacia Il Paparazzo.

Un restaurante de diseño hermoso, buen ubicado y con buena promesa de disfrute. Sin embargo, la lentitud del servicio comenzó rápidamente a exasperarme. Conseguí, gestos mediante, que llegaran las cartas y nos ocupamos en seleccionar los disfrutes de cada cual. Pero, se demoraban demasiado en cada etapa, afortunadamente se les ocurrió traer algo para engañar a nuestros sistemas digestivos lacerados de hambre. Unos panecillos y una salsa de untar, que literalmente devoramos.

Si el preámbulo  fue lento, aún nos tocaba esperar infinitamente la llegada de los platos seleccionados.  Por fin apareció el Pulpo en la roca, un rico pulpo a la oliva parrillado y majado de papas, chimichurri y criollita.  Un oleaje espirituoso, un pescado de roca grillado en su piel con ñoquis de zapallo en salsa de albahaca, con tomates confitados y rúcula. Un pulpo oriental, esto es, un pulpo a la parrilla sobre verduiras salteadas al estilo oriental con ensaladita de brotes y castañas de caju y chips de camote. Acompañamos estos platos con un Medalla Real Pinot Noir 2009 que afortunadamente estaba a la temperatura correcta.

Salimos de Il Paparazzo anunciando que no volveremos, pues a pesar de su exquisita comida, la lentitud del servicio está fuera de orden y aunque le reclamé al Administrador al momento del pago, no fue capaz de decir nada.

Continuamos nuestro krrtrekking recorriendo las innumerables callecitas cortas e inclinadas de Valpo, lo cual me permitió hacer una fantástica recuperación en fotos de grafittis para la posteridad.

Tras haber recorrido los cerros Concepción y Alegre, comenzamos con el cerro Bellavista, en donde finalmente elegimos una privilegiada terraza para ver el atardecer. Un café muy lindo llamado Sello Verde, en donde disfrutamos unos pastelillos y jugos naturales muy ricos, mientras observábamos la ciudad que comenzaba a oscurecer.

Caminamos de regreso hacia donde estacionamos transporte y comenzamos el regreso. Un día delicioso, lleno de aventuras y sabores para el recuerdo.

 

 

Mulato : el recambio del R.

Había detectado el casi imperceptible cambio de nombre, ya que el local es esencialmente idéntico al viejo R. Una casa hermosa ubicada en la Plaza Mulato Gil en donde por muchos años (mejor no recordar cuántos) había estado el R., luego que se trasladó de su original ubicación (hoy un sitio baldío que nadie sabe porque sigue así).

Tras un disfrute de teatro delicioso, junto a mi partner, caminamos en búsqueda de un sitio de cena  y por supuesto que llegamos al Mulato.

Las partida, siempre simple y cautelosa, fue con una botella de agua mineral  y un pisco sour especiado, aunque no ofrecían el rico pisco sour con albahaca que se cuenta entre mis preferidos, las opciones eran múltiples.

Revisamos con la tenue iluminación, la interesante carta para construir la experiencia. Los platos de fondo ameritaron ser una merluza austral y una corvina del indico, delicias que combinamos con un Tabalí pinot noir a la temperatura correcta que resultó maravilloso.

Estaba tan rica la cena que el mozo al notar nuestro placentero disfrute, en un acto espontáneo nos trajo al chef, con quien comentamos la rica experiencia vivida y nos desafió con los postres, en donde nos dimos el gusto de modificarlos un poco. El mismo chef los preparó y nos trajo a la mesa una albakita y un panqueque de membrillo con porción de helados que maximizó nuestro placer gastronómico.

Tanta amabilidad es congruente con un sitio que se abre paso en régimen de salvaje competencia en el barrio Lastarria. Bien por eso!!

Cerramos esta exquisita cena con un negro café.

Este restaurante Mulato promete ser un sitio notable en Lastarria, no solo por su privilegiada ubicación sino porque tiene personalidad, exquisita música y buena cocina.

 

Ciudad de México : una cena contundente

Otra noche de hambre desatada aunque acompañado por una partner con poco apetito, en fin, debía conjugar ambos aspectos para que fuera disfrutable. Una idea cruzó por mi mente y me dirigí con mi compañía hacia este sitio de comida mexicana tradicional que ya había visitado en otras ocasiones con buenos resultados.

Una hermosa chica nos ubicó en un buen lugar y partimos por pedir unas Quesadillas mixtas, un plato para compartir que por lo menos para mi, solo era el comienzo de la cena, solo un appetizer. Los bebestibles marcadamente distintos entre ambos, un Tequila Ciudad de México y una gaseosa.

Concluido los prolegómenos de esta cena,, carta en mano las decisiones apuntaron a una ensalada muy conmtundente y sabrosa para mi partner (en franca dieta) y una degustación de los mejores tacos para mí, un plato apropiado para el tamaño de mi hambre. Cada ocasión en que me siento así, pienso que nada puede calmar mi hambre, pero confieso que este plato fue suficiente.

Para acompañar los sabores desatados, seleccioné de la carta un rico ensamblaje de cabernet sauvignon carmenere y merlot, deliciosa combinación que disfrutamos en una distendida conversación y sobretodo sabrosa cena.

Ciudad de México es un buen lugar para saciar apetitos incontrolables como el mío. Sigue en mi lista corta de emergencias gastronómicas.

 

 

 

La Pescadería : nueva visita disfrutable

Habiendo pasado ya un tiempo desde que visité este lugar, esta noche parecía una buena oportunidad para disfrutar en compañía.

Agua mineral y una coca light fue el comienzo mientras revisábamos la carta. Sin previo aviso, nos llegó de regalo un aperitivo de la casa, una pequeña taza de caldillo, exquisita!!

Para los fondos, la tentación claramente fueron platos basados en albacora. De hecho, mi partner se inclinó por una albacora con salsa de mariscos y ensalada de lechuga y palmitos, mientras que en mi caso, decidí por una albacora con salsa roquefort y papas salteadas.

El vino de acompañamiento preciso fue una botella de Queulat pinot noir gran reserva 2009, una maravilla.

Cuando solicitamos el café de cierre, llegaron de regalo unos deliciosos chocolates. Realmente nos regalonearon muy bien.

Estupendo servicio y fantástica gastronomía.

Asia Lima : un retorno inesperado

Salí a buscar un sitio en donde cenar tras una jornada intensa de trabajo y ninguna gana de cocinar en casa. Como me resulta normalmente cómodo, comencé a caminar zigzagueando en las calles del sector Manuel Montt, ponderando historias y descubrimientos en los sitios que iba encontrando. Inesperadamente, la cálida iluminación del Asia Lima fue suficiente seducción para decidir que ese sería mi lugar de cena.

Estaban partiendo la jornada, por lo que tuve que perdonar cierta torpeza al comienzo, pero muy pronto pude pedir un aperitivo, el Inka Atahualpa, un pisco con licor de banana, jarabe de granadina e inca cola, una delicia que por su contundencia requería algo más. Así que pedí, una causa al olivo, esto es, una causa rellena de pulpo con crema al olivo. Una delicia inesperada, ya que acostumbrado a las causas con atún, no sabía que esta variante podía ser tan deliciosa.

Aún hambriento, seguí revisando la carta y me encontré con la versión japonesa de la comida peruana y pedí un Asia Maki Popeye, una combinación de atún y palta envuelta en espinaca y cubierto con un tartar de atún y salsa oriental, un plato delicioso que bien merecía una botella de Matetic Corralillo Pinot Noir.

El lugar sigue siendo cool, solo falta refinar el servicio, ya que se nota mucho la diferencia entre los mozos inexpertos y los con oficio.

 

De Tapas y Copas : disfrutando comida española

He venido tantos años a este sitio que a veces pienso que ya no podrá sorprenderme. Sin embargo, esta noche junto a mi partner decidí volver a probar y claramente no me equivoqué.

Claramente se ha modernizado, de hecho la moza con tablet en mano tomó nuestro pedido WiFi incluido. Fuimos por unos pimientos del piquillo rellenos con carne de res y cerdo con aceitunas, adobados y rebozados para constituir una rica entrada mientras saboreábamos la sangría de especial preparación del lugar.

Terminada la entrada, fuimos por los fondos, un congrio a la vizcaína, es decir un congrio al sofrito de cebolla morroni y tomate con un rico puré de papas al oliva, mientras yo me matriculé con una merluza envuelta en jamón serrano y gambas, asada en aceite de olivas y vino blanco. Unas maravillas sabrosas que amplificamos con un exquisito syrah, a falta de un pinot noir.

A pesar de los años, este sitio sigue brindando una gastronomía rica y a pesar de los cambios, el servicio se mantiene en buen nivel. Todo un mérito en una ciudad con tan alta rotación de restaurantes y de ofertas.

 

PezToro : un rico sitio en barrio Lastarria

Justo entre varios lugares conocidos  (Bar La Junta y Cafe Urriola, Casa Lastarria) y que he disfrutado en diversas ocasiones se ha ubicado hace  poco tiempo un nuevo sitio. Se trata del PezToro, un lugar prometedor no solo por su oferta gastronómica sino además por compartir esa terraza deliciosa de Lastarria 70.

La oferta es limitada pero sabrosa e incluye tablas, ensaladas, pizzas (piadinas y calzones), sandwiches e incluso  algunos platos. Cómo tenía poco tiempo para disfrutar el lugar, elegí con cierta rapidez una muestra representativa de su cocina y que, por cierto, me diera suficiente placer.

Partí con unas tapas de croqueta española, unas abundantes tapas de jamón serrano con salsa tártara. la chica atenta se aseguró de llegar en poco tiempo con mi pedido pero olvidó la salsa. Ante mi rápido reclamo, se aseguró de completar el plato en buen tiempo, lo cual me dio una pista acerca de la calidad de servicio.

A continuación, seleccioné una piadina greca, queso de cabra, rúcula y jamón crudo que no pude evitar acompañar con un buen vino, así que salió de la interesante carta un Caliterra reserva merlot delicioso.

Rico lugar, claramente acostumbrados a comensales de fast food, pero que no arrugan ante la demanda de algo mejor. Se anota como un buen sitio con detalles, todos mejorables.

Volveré para un día de cena y espero conocer más de este interesante lugar.

 

 

 

Azul Profundo : tanto tiempo ha pasado

Tomando en cuenta la cantidad de restoranes que se abren cada año y el lamentable número que cierra sus puertas, es verdaderamente un encanto volver a un sitio que he visitado por mas de 10 años.

Lo primero que agolpa recuerdos en mi mente, es la hermosa y abundante cava de vinos que adorna una gran pared así como el murmullo de personas hablando en inglés. Definitivamente es un sitio de turistas que buscan un sitio original y de probada calidad en su oferta.

Llegamos un poco tarde, tras una puesta al día en larga conversación con mi partner actual de salidas gastronómicas. Partimos con una entrada, unos camarones al ajillo, algo delicioso que combina perfectamente con la ración de pan caliente, mantequilla y pebre delicioso, elementos esenciales de una buena partida de cena en este sitio.

Ya entusiasmados, mi partner se inclinó por un rico mero a la plancha con ensalada de palmitos mientras yo fui por uno de mis fetiches gastronómicos,  Oda al amor, un filete de tiburón en salsa picante. Finalmente soy esclavo de los sabores rotundos que guarda mi alma.

Para acompañar esta delicia de cena, una botella de pinot noir Morandé, helado y mantenido en una cubeta de agua y cubos de hielo.

No me puedo quejar, este sitio de tantos años sigue teniendo encanto y sabor, puedo volver una y otra vez y los platos que me gustan siguen siendo deliciosos.