Camarón de Gorbea : rico almuerzo

En el mismo sitio en que estuvo algún tiempo el Don Peyo en barrio Manuel Montt, comenzó hace un par de meses a funcionar el Camarón de Gorbea, un restaurante antiguo del sector centro y que incursiona ahora en Providencia con sus ricos sabores.

Llegamos relativamente tarde por lo que había poca gente y pudimos ubicarnos bien en el comedor del primer piso. Partimos con los habituales kir royal y agua mineral, mientras llegaba nuestra entrada, un plato de locos apanados deliciosos.

Si bien la tentación del lugar claramente son los camarones, igual es posible seleccionar variedades del mar como una albacora sellada y ensaladas de mi partner y mi congrio al ajillo con puré que me devoraría junto a esa exquisita reserva de pinot noir de Montes 2010. reservamos para otra ocasión el disfrutar esas enormes porciones de camarones que sirven en este lugar.

Para los postres, una torta tres leches y un puré de castañas sumados al rico café negro de rigor.

Rico lugar, un potente reemplazo para Don Peyo.

Tambo : una cena para recordar

Saliendo de una obra de teatro, las ganas de conversar y de comer algo rico nos invitó a incursionar por el barrio Lastarria y habiendo ánimo de comida peruana, nada mejor que volver al Tambo.

Partimos con sour tambo, pisco sour macerado de jenjibre, zumo de limón, frambuesas y clara de huevo y un Maricucha, pisco, extracto de maracuya, jarabe de goma, zumo de limón y clara de huevo. Deliciosos!!

Para acompañar los aperitivos un imperdible un ceviche mixto al rocoto, sorprendentemente  picante, algo que no esperaba, pero indudablemente sabroso.

Para los fondos, el instinto de placer nos condujo a elegir un Tambo saltado, lomo salteado con cebolla morada, tomate, tocino, ají amarillo, cebollín arroz blanco y papas fritas para mi disfrute y un imperdible filete mar y tierra, filete en salsa cabernet sauvignon con pepian de trigo y camarones al aji amarillo

Platos magníficos que merecían un vino notable como es este Bodega Volcanes Parinacota, un  ensamblaje increíble de syrah y carignan del valle del Maule, una maravilla!!.

Para los postres, solo fuimos capaces de compartir un 4 leches y mango que junto a un rico café negro, cerro una cena inolvidable.

 

Casa Luz : exquisita nueva opción en barrio Italia

Tras un prolongado cierre del restaurante De Cangrejo a Conejo, finalmente amaneció un nuevo lugar de disfrutes. Se trata de Casa Luz, un sitio que hoy visitamos para disfrutar su oferta.

Un sitio perfectamente diseñado para el disfrute estético y por supuesto gastronómico. Mucho ladrillo a la vista, grandes espacios, iluminación bien pensada y sobretodo oportuna y diligente atención.

Por esas curiosas circunstancias de la vida, fuimos los primeros en llegar, aunque solo por minutos de diferencia. Ubicados en donde nos pareció más cómodo, comenzamos el disfrute con una Provoleta con chorizo picante junto a los aperitivos Casaluz sour (vodka sour) y un  amaretto sour.

Mientras nos dejábamos regalonear por la buena música de guitarras y baladas, revisamos la carta y nos inclinamos por un filete con papas puente, huevo de campo pochado, aceite de trufa y unas increíbles entrañas a la parrilla con risotto de mote y calabaza. Ambos platos se merecían una delicia como es el increíble ensamblaje Parcela 7 de Von Siebenthal.

Para los postres, nada mejor que un Tarte Tatin y un Parfait de chocolate y cardamomo, delicias que cerramos con un buen café arábigo.

Gran lugar!!!

La Ronde des Saveurs : cocina francesa de primera

Había pasado con mi cleta en varias ocasiones frente a este lugar, pero no se había dado la ocasión de visitarlo. Hoy era el día indicado para disfrutarlo.

Una hermosa casona en calle Manuel Montt, un sitio tranquilo a pesar de estar en medio de un barrio universitario. Llegamos con ganas de comer rico y nos instalamos en el comedor principal. Un mozo muy atareado pero no menos atento nos llevó las cartas, con lo cual nos entretuvimos un rato, mientras elegíamos cual sería la cena.

Partimos con una assioete de saumon fume par nos, un salmón ahumado artesanal en cortes generosos que constituyó una exquisita y abundante entrada compartida junto a los respectivos aperitivos.

Animados por el placer, pasamos a los platos de fondo y elegimos un Filet de boeuf suace vignerone, un plato de carnes delicioso y una Quenelle de poisson sauce au crabe et son gratin dauphinois, algo así como un panqueque de pesacado con salsa de cangrejos y gratin dauphinois. Exquisiteces que bien merecían una buena botella de vino. La elegida fue un Chateau Los Boldos syrah reserva estupenda.

Habiendo comprobado la buena mano en la cocina, fuimos por los postres, una tarte tratin y un tradicional creme braulee al amaretto, fantásticos.

La salida, a no dudar, dos tazas de buen café negro y que junto a la deliciosa música francesa completaban la rica experiencia. Realmente este lugar está buenísimo.

 

 

Cena en Caruso : evitando las multitudes

Tras una sesión de buen teatro nos dispusimos a buscar un sitio apropiado para cenar, sin embargo, parecía que hoy todo Santiago se había organizado para ocupar multitudinariamente todos los sitios agradables. Tras unos cuatro intentos fallidos, mucho más de lo que soporto, tomé una decisión «sabia», algo que ya he experimentado y que es una fórmula simple, elegir un lugar que a pocos se les ocurra o que se espanten de primera con sus precios. En este caso, sospecho que a pocos se les ocurre que una buena opción es un restaurante de hotel y eso lo aprovecho en muchas ocasiones.

Pues bien, nos dirigimos al hotel Crowne Plaza y su rico restaurante Caruso, en donde la paz reina y la buenas atención es una marca registrada.

Partimos solicitando aguas para lavar la boca y prepararnos para un buen disfrute. En la carta, un Congrio relleno y un Mero Tapenade, vendrían a ser las opciones de platos de cena y que acompañamos con un delicioso Pinot Noir Tabalí, probablemente uno de los mejores de esta cepa en Chile.

Tras el disfrute prolongado en grata conversación, nos enfrentamois a la posibilidad de los postres y eso produjo un gratin de frambuesa compartido y buen café.

Caruso, es un lugar sorprendentemente tranquilo, bien atendido y disfrutable, lo cual he comprobado en muchas ocasiones. Es la mejor opción para cenar tranquilo y bien atendido en la zona centro.

Ambrosía : siempre delicioso

Retornaba caminando hacia el centro tras unos trámites inevitables de último día hábil de la semana y la casualidad me puso una vez más en calle Merced y a menos pasos que un antojo de este disfrutable restaurante.

Hurgué mi memoria por si tenía alguna reunión pronto y listo, la decisión estaba tomada : almorzaría en Ambrosía.

Como ya me conocen en demasía, rápidamente llegó un vaso de agua fresca de regalo, la carta y un cenicero.

De la carta elegí sin pensar demasiado, ya que conozco la buena mano de la chef, un mahi mahi con rissoto, una delicia que merecía la compañía de un pinot noir Montes reserva.

Almorcé lento, tanto como pude, ya que es la forma de aprovechar este oasis en mitad del centro de Santiasco y que pronto desaparecerá. Según me comentaba la chica que me atendía, pronto migrarán de barrio ya que en este sitio no pueden abrir de noche y eso incide en sus ingresos. Una lástima enorme me produce perder uno de los pocos lugares del centro en que se puede comer bien y tener una experiencia completamente grata.

Decidí cerrar los goces con un postre ácido mejor que el pie de limón, un invento culinario que agradezco pues estaba delicioso y que acompañé con un rico café negro.

Si se va Ambrosía del centro, los días serán más oscuros y los disfrutes tendrán que tomar vacaciones esperando los fines de semana.

PezToro : disfrutando acompañado

Cómo ya había tenido la oportunidad de disfrutar este sitio, hoy que andaba acompañado fue una buena opción elegirlo para cenar.

Mi partner algo inapetente se decidió por una ensalada peztoro (con trozos de salmón y abundante lechuga). En cambio, yo me fui directo a algo sabroso y abundante y pedí una piadina dello chef con jamón crudo, queso y tomates.

Con propiedad puede decirse que es una cocina mediterránea y bastante creativa, además de su fantástico servicio y una cava de primera. De hecho, hoy había un sommelier atendiendo en la rica terraza, quien estuvo excepcional compartiendo con nosotros datos de vinos y comparando perspectivas acerca de la temperatura adecuada para nuestro pinot noir Casablanca Matetic Corralillo que habíamos elegido para nuestra cena.

PezToro se perfila como un lugar de buen comer a pesar de una carta orientada a la comida al paso, pero de una calidad extraordinaria.

 

El Tablao : cena y buen flamenco a la chilena

Llegamos a este sitio un poco antes de que comenzara el show, ya que el plus es la música flamenca en vivo, algo que obviamente queríamos disfrutar.

Para partir pedimos un Almogrote, un delicioso paté de queso, con una buena porción de turradas para acompañar nuestros kir royales.

Seguidamente, de la carta seleccionamos unas berenjenas gratinadas para mi partner y una merluza austral tablao para mí. Dos platos de delicados aromas y que bien hicimos acompañar con un William Cole Columbine pinot noir.

Una cena que comenzamos casi en sincronía con el grupo que haría la presentación en vivo. Una curiosa mezcla de lírica chilena con acordes de flamenco, lo que bien podría llamarse flamenco a la chilena. Un espectáculo con buena ejecución y virtuosos  zapateos, que fueron la delicia de todos quienes estábamos en el lugar cenando.

La cena, abundante por cierto, merecía un buen postre y fue elección obligada la crema catalana junto a un buen café

Entretenido el Tablao!!

El Novillero : regreso inesperado

No recuerdo cuanto tiempo ha pasado, quizás unos 10 años, desde que estuve en este típico lugar de almuerzos de negocios del centro de Santiasco. Sin embargo, hoy pasaba por el lugar y decidí que era un buen momento para regresar.

El sitio no ha cambiado en nada, parece indiferente al paso del tiempo y hasta me parece que son los mismos mozos. El servicio, algo muy bien logrado en este lugar, extremadamente atento, fui conducido en segundos hacia una mesa en donde inicié el rito solicitando mi botella de agua.

Tal como recordaba, llegó el carrito con las ensaladas para elegir una rica mezcla de papas mayo, ensalada chilena y una buena porción de  guacamole, acompañamientos ideales para disfrutar el filete a la parrilla que me prepararían según mis deseos. Aunque la carta de vinos no es muy pródiga en mostos, pude encontrar un Corton Errazuriz cabernet sauvignon 2010, apropiado para mi plato.

Como tardaba un poco la cocción y yo francamente deliraba de hambre, el atento mozo trajo un brasero hasta mi mesa y completó el trabajo con el filete ante mi paciente mirada. Esta modalidad me permitió cortar el trozo de filete que cumplía mis expectativas y comenzar a almorzar, mientras se cocía el resto.

Una carne sabrosa, un almuerzo carnívoro de primera como en los viejos tiempos.

Magno Club : una cena sorprendente

Esta noche tenía un propósito claro, saber que tal era la cocina de este lugar que visité unos meses atrás. Esa primera incursión fue más bien superficial y era necesario algo más profundo para formarse una opinión.

Ingresé al enorme comedor para elegir una mesa enfrente de un ventanal con vista a la calle y que al mismo tiempo me permitía mirar los lindos reflejos de las llamas de una gran chimenea.

Partí como suele ocurrir pidiendo una botella de agua mineral sin gas mientras hojeaba la interesante carta. Platos diversos, desde unos muy chilenos, pasando por platos típicos de la cocina peruana y otros de la tradición thai. Mis ojos quedaron pegados en lo que sería mi entrada, un timbal de locos.

Me entretuve un rato con los panecillos y la salsa de untar hasta que apareció mi entrada. Un plato enorme y sobretodo delicioso. Me adelanté a ordenar mi plato de fondo, una albacora a la pimienta rosada junto a una botella de Syrah Nimbus Estate 2007 que me pedía a gritos ser elegida en la carta de vinos.

Comí lentamente disfrutando cada bocado, extasiado en los sabores, la delicada música lounge y los reflejos parpadeantes de las llamas de la chimenea. Una cena sorprendente no solo por la buena cocina sino por lo disfrutable del ambiente.

Cerré esta incursión con un buen café negro mientras recorría con la mirada este lindo lugar.