La historia dice que David Garrick, un actor inglés del siglo 18 inventó la terapia de risa como el mejor remedio para los males humanos y considerando los resultados, parece que es muy cierto. La risa remedio infalible, como me gustaba encontrar en las viejas publicaciones del Reader Digest.
El teatro NOescafé muy lleno para el día del estreno de la obra, aunque ya me acostumbro al hecho que este teatro trae mucho filete y la gente que viene lo disfruta. Con algunos minutos de retraso, el espectáculo comienza y todos mis sentidos quedan atrapados bajo la contundencia artística de esos tres actores excepcionales.
Hacen una rutina desde lo básico hasta lo increíble, con la complicidad del público desarrollan un arte de la burla, del frenesí asociado a nuestra estupidez más risible que finalmente reir es el único camino posible. Son demasiado graciosos, reí hasta que me dolió reir y quería más.
Usaron todas las vías, las racionales y las otras, lo concreto es que durante todo el espectáculo fue imposible no reir y a carcajadas. Los actores, unos maestros indefinibles de lo ridículo, de reir nuestra propia tontera, una delicia de humoradas sinfin. La risa no me cabe duda que nos sana y con este espectáculo se confirma de manera extraordinaria.
Me encantaría dec ir que eran gallegos, pero no se el origen de estos artistas, son maravillosos, sus gestos, sus silencios calculados para la mayor hilaridad, me hacen sentir extraordinariamente contento. Que gran espectáculo!!!
Reir, no hay nada mejor!!!!