Revisitando lugares disfrutables : siempre necesario

Aunque el año avanza siempre más rápido de lo que quisiera, siempre me hago tiempo para disfrutar la vida. Pienso que esa ciudad ha avanzado y retrocedido en muchas cosas, pero cuando sintonizo con los placeres no tengo dudas en afirmar que la oferta de disfrutes es cada vez mayor y eso me empuja a la reiteración en algunos lugares que bien lo merecen.

Un sitio que no cambia y que me atrae con frecuencia es El Ancla, ubicado en un tranquilo barrio es un verdadero puerto de disfrutes y un día cualquiera es el mejor día para visitarlo. Llegamos un poco tarde, pero la espera fue breve ya que en menos de 5 minutos ya teníamos una mesa en el segundo piso y el encargo, instantes después del saludo fue, 2 pisco sours y locos a la orden, la mejor entrada del menú.

Para los fondos, nada mejor que mi deliciosa albacora con  mantequilla negra y ensalada surtida y para mi partner la albacora con mantequilla, alcaparras y ensalada el ancla. Platos que irían muy bien con una botella de pinot noir Undurraga Aliwen. Cerramos como de costumbre, con buen café express y una larga caminata en una soleada pero agradable tarde.

El regreso de una querida amiga de su exilio voluntario, nos convocó en un lugar cerca de su temporal morada. El barrio El Golf solo lo visito cuando voy al Teatro Municipal de Las Condes o para comer algo rico. Hoy claramente el caso era conversar y comer bien, lo cual me hizo definir nuestro encuentro en el Maldito Chef, específicamente en esa curiosa terraza bajo el edificio municipal. Partimos con kir royale y un helado havana 7 años con bebida coca.

El hambre que no era mucha en esta ocasión se trató con un plato U Lala y un Pesca, que lentamente comimos mientras nos poníamos al día tras muchos meses de distancia. El café en la terraza de su temporal residencia permitió concluir este lindo encuentro.

Días después, después de una incursión en el Teatro Nescafé para disfrutar con mi partner de la murga Agarrate Catalina, un espectáculo maravilloso, nos encontramos eligiendo una mesa en el Asia Lima. Un rico lugar en las cercanías del barrio Manuel Montt.

Partimos pidiendo un tiradito nikkei junto a los tragos, el habitual pisco sour de mi partner y mi kir royale. Pronto nos entusiasmamos con el menú di menú especial que acompañamos con una deliciosa botella de chateau los boldos merlot reserva. Estábamos tan prendidos con el maravilloso espectáculo de murga que hablamos largamente. Finalmente decidimos disfrutar un piede  maracuyá y café para cerrar el disfrute de esa noche.

Un par de días después, nos juntamos con mi gran primo para una actividad ciudadana ética que nos permitió reconocer que aún queda harto que hacer en Chile por los DDHH, lo cual me hermana de manera profunda con un legado de conciencia y humanidad. Terminada nuestra intervención le invité a conversar un rato y elegí el Opera Catedral en la terraza del tercer piso para concretar el diálogo. Fue un rato muy disfrutable, dos generaciones, dos perspectivas y dos experiencias que animados por unos ricos tragos de buen ron matusalem 7 años, una tabla de salmón ahumado y una exquisita provoleta, nos reconocimos primos, hermanos y compañeros de los mismos anhelos. Gran disfrute!!

Los días pasan, pero cada día es un aprendizaje y un alimento de la experiencia.

El disfrute de filetes nunca acaba : Resumiendo un mes

Como a veces ocurre, me pasa que el tiempo transcurre demasiado rápido y no me resulta viable escribir mis aventuras disfrutables con la frecuencia que ocurren y así, destempladamente, me enfrento a una acumulación severa de experiencias vividas y que no es fácil recordar en detalle y mucho menos comunicarlas a otros para sientan esa infinita tentación de salir de su comodidad y vivir la vida un poco más intensamente, un poco más completa de disfrutes y quizás, un poco más llena de intensidad.

Lo primero que recuerdo es una cita poco habitual con un arte milenario, se trata de ver danza japonesa kabuki en el GAM, partiendo con la más impresionante demostración de ritmo electrónico de tres bailarines japoneses en un drama solemne y trágico llamado Sambaso. Con los códigos de la modernidad, es difícil sospechar lo sagrado y ancestral de la representación, pero estoy seguro que nadie quedó indiferente. Tras un pequeño intermedio, se dio inicio a una obra mucho más compleja para nuestra cultura, una verdadera danza kabuki  de nombre Musume dojoji. Compleja y bella, no deja de impresionar en cada momento con la sutileza y la profundidad de la tragedia.

Unos días después, me puse de acuerdo para un rico almuerzo con Carlita, mi querida amiga y asistente de tantos años, con quien acordamos juntarnos en el Park Lane, un restaurante de hotel exquisito que me sigue encantando a pesar de los años. Partimos con unos frescos kir Royales, para seguir con los fondos, un filete bordado y  un medallón de jabalí, que acompañamos con un delicioso carmenere Tres Palacios 2007. Una puesta al día amenizada con los ricos sabores y esa rica sensación de atemporalidad que vivimos cada vez que nos juntamos. Nuestra cita concluyó con un buen postre, texturas de chocolate compartidas y, pos supuesto, buen café negro.

Algunas noches más adelante, me junté con otra entrañable amiga para ir a probar la cocina del Opera Catedral, un sitio que siempre me ha resultado delicioso. La partida fue innovando en tragos, un bitter batido y un Gin Hendrick, deliciosos. De ahí fue natural pasar a disfrutar una Queue de Lotte y un exquisito Turbot, acompañados de un indispensable pinot noir tabali, una delicia del valle de Limarí, helado como debe ser. Para los postres, nada mejor que un  volcán de pistacho y un  rhubarbe, una crema de queso cubierta con ruibarbo. Deliciosos!!. El cierre predecible fue con unos cortos de café ristretto.

La cartelera de danza del mes se venía nutritiva y así elegimos revisar una obra llamada A dance Tribute to the art of football en el  GAM. Esta obra noruega sorprende por lo ajustado y prototípico comportamiento de los masculinos representantes jugadores de fútbol. Todos los arquetipos se dan espacio en el escenario. Los machos desatados en la pasión por la pelota y las búsquedas de sentido de la damisela, poco a poco revelan los estereotipos tras la farsa masculina y que alcanza su clímax cuando uno de los machotes se revela por descuido que es una mina exquisita infiltrada en esa corte masculina. Buen humor y sobretodo desmitificación de los patrones culturales que hacen posible este deporte de multitudes.

Pocos días después, decidimos ir a ver una obra simpática e inquietante, Mens&Mahler, en donde más allá de los representantes masculinos está la pesquisa de una damisela por entender que hay detrás de este comportamiento rudo y normalmente considerado masculino. La chica se interroga una y otra vez si esa masculinidad es un comportamiento o una pose que oculta los verdaderos deseos de los personajes. La narradora es un gran personaje que hace claridad entre tantos gestos superfluos.

Seguidamente, una cena merecida en el Mulato Restaurante, nos condujo por un maracuyá sour y un kir royale. Luego elegimos unas chuletillas de cordero y un lomo de res, que serían deliciosamente acompañados de un syrah tabali, mientras comentábamos nuestras impresiones acerca del espectáculo de danza que habíamos disfrutado antes. Para los postres, nada mejor que unos canelones de manzana compartidos y buen café.

Pronto llegó el día de la ópera, y ahí estábamos viendo esa maravilla titulada El Barbero de Sevilla en el Teatro Municipal de Santiago. Lleno total para esta avant premiere que cada cierto tiempo nos invita a disfrutar este antiguo arte de música vocal, teatro, coros y belleza inigualable. Un clásico imperdible para todas las edades.

Aunque más frías, las noches de Santiasco merecen ser celebradas y esta noche nos fuimos a conversar al Casa Lastarria. Allí partimos con unas copas de champaña Valdivieso Brut, para acompañar un gratin de machas. Seguimos con mineral y una copa Botalcura El Delirio, con un compartido pollo picante. Finalmente, un sabroso crumble de manzana y  café, cuando la hora ya pasaba para el otro día.

La última aventura que tengo hoy tiene que ver con uno de mis fetiches, la Compañía de Teatro Cinema, herederos de la magnífica Compañía La Troppa. El nuevo estreno se llama Historia de amor y fue el gancho para visitar el Teatro de la UC en Plaza Ñuñoa. Nuevamente, esta virtuosa compañía con la segunda generación de actores en escena, nos deleita con la magia del cine aplicado al teatro, aunque con una historia escalofriante, un tanto perversa y sobretodo intensa. Observé que mucha gente se retorcía en sus asientos de forma impaciente en la medida que la trama se agudizaba y ponía en relieve la potencia emocional y discutible de la obra. La verdad es que sigo disfrutando la impecable técnica, que me parece impresionante, pero el tema es duro, muy duro.

Bien, no fue fácil resumir tantas experiencias disfrutables considerando el tiempo transcurrido, pero me siento contento de saber que siempre hay algo nuevo que vivir en Santiasco.

Ópera Catedral : cenando rico

Este restaurante es la joya de la esquina de José MIguel de la Barra y Merced, un primer piso tranquilo, elegante y sobretodo sabroso. Cada incursión ha sido una experiencia inolvidable y hoy no sería distinto. No en vano ha recibido el galardón de ser el mejor restaurante de Santiasco.

Partimos con agua mineral como es mi sana costumbre, aunque siempre me sorprende como inventan sofisticaciones, algo inútiles, como el Agua mineral Evian o Badoit. Sin embargo, el objetivo, simple y casto, es preparar las papilas gustativas para disfrutar y pienso que la marca no es nada relevante.

De la rica carta elegimos una corvina como base en un plato y otro con turbot, ambos acompañados de deliciosas guarniciones y precisas para hacerse acompañar de un buen pinot noir Leyda Las Brisas. Platos deliciosos y muy bien presentados, lo cual siempre se agradece.

En los postres, la tentación nos inclina sin dudas por un  creme brule a la vainilla y un vacherin de vainilla y frambuesas, excepcionales!!

Por cierto, imposible concluir el disfrute sin un buen café negro para despertar del ensoñamiento y volver a la realidad.

 

Opera Catedral : un lugar muy disfrutable

Este es un sitio que he disfrutado de manera curiosa, visitando el restorán del primer piso que me fascina y en muchas otras ocasiones el tercer piso, más informal y apropiado para un after office. También he visitado el Café del Ópera y especialmente sus ricos helados. Sin embargo, nunca había probado el segundo piso y hoy fue la ocasión precisa.

Me instalé en una mesa que tiene vista directa al cerro Santa Lucía y al ajetreado tráfico de vehículos y extranjeros que pululan en esta época en el barrio Bellas Artes. Partí urgente con mi botella de agua mineral sin gas y una buena porción de hielo, única forma de estabilizar mi temperatura y prepararme para un buen disfrute.

Decidí probar una entrada que me atrajo de inmediato en la carta, se trató de un tártaro de salmón, delicioso y original. Para los fondos, otro plato encantador, un estofado belga.  Ricos cubos de carne de res estofada a la cerveza con papas fritas y un pote de delicada mayonesa. Una pequeña bomba de fantástico sabor y que acompañé con una botella de un reserva Malbec de J. Bouchon.

Salvo por unos detalles en el servicio al comienzo de la experiencia, fue un almuerzo espectacular con buena música ambiente, grata temperatura y buena atención. En este piso es habitual que haya conciertos de música en vivo por las noches, por lo que es muy recomendable para un buen relax.

Definitivamente, el Ópera Catedral es una rica experiencia en cada uno de sus ambientes.