El día después de la gran nevazón que cayó por Santiasco, salí a recorrer la ciudad blanca, calles y tejados con nieve es un espectáculo tan poco habitual que valía la experiencia de caminar esa helada mañana. Ver el Parque Metropolitano nevado debe ser una de las bellezas que me faltaba mirar. Caminé hasta el Parque Bicentenario siguiendo la ruta del río Mapocho y ya cuando llegué al barrio Alonso de Córdova, decidí que era un buen momento para visitar las salas de arte que abundan en la zona. Me entretuve con la variedad de pinturas originales de artistas famosos y otros menos conocidos, pero al fin y al cabo, arte en muchos formatos.
Más tarde y ya con cierta sensación de hambre, llamé a mi compañera y la invité a almorzar en algún restaurante por allí. Usé las palabras mágicas, vamos a ir a un lugar que no conocemos!!
Efectivamente, una vez que nos encontramos elegimos ir hacia el pasaje Mañío para encontrar el Varanasi, restaurante que se anuncia como un Soul food bar y considerando la original presentación y diseño del local, nos instalamos.
Partimos disfrutando una Sangría que acompañamos con unas Samosas deliciosas. La carta marcadamente vegetariana, incluso vegana no fue obstáculo para que cada cual eligiese algo especial y apropiado. Ella pidió un Curry con merluza y camarones, mientras que yo me entusiasmé con una Plateada de cocción lenta con verduras asadas, un plato bastante liviano pero sabroso. De la carta de vinos seleccionamos un ensamblaje Chamán de carmenere y cabernet sauvignon, perfecto para la ocasión.
Nos declaramos sorprendidos, la cocina exquisita y la atención impecable. Totalmente recomendable!!