Para dinamizar los espíritus tras una atareada jornada que además venía siendo repetida desde hace semanas, decidimos iniciar un nuevo rito colectivo, el biztrekking el primer miércoles de cada mes. Una oportunidad para compartir más allá del cotidiano laburo y relajarnos de estresantes exigencias laborales.
Partimos caminando hacia el barrio Lastarria para comenzar revisando el interesante callejón del Café Escondido y el misterioso Bajo Llave, ambos con suficientes contertulios para que nos animáramos a seguir el paseo. Tras revisar el Victorino y el Patagonia, decidimos estacionar nuestros cansados cuerpos laborales en el Geométrico.
Este lugar tiene una rica onda con una música en clave jazzística increíble, una variedad de tragos originales y buenas tablas para picotear. Las paredes adornadas con lindas y modernas pinturas añadido a una expedita atención, hacen una buena experiencia.
Empanaditas de queso de cabra, tomatitos y orégano, además de una tabla geométrica (trozos carne y pollo salteados en oliva, con champignones y varias salsas). Los tragos muy variados y la gran sorpresa para mí fue encontrar cervezas belgas, que maravilla!!!.