Cirque Eloize : Cirkopolis una maravilla disfrutable

Compré con mucha anticipación las entradas para este espectáculo de circo, animado por el convencimiento que nada puede hacer más feliz a mi madre que el circo. En este caso, ya había probado su calidad en su anterior incursión en Chile con la obra Rain que disfruté con mi viejita linda el 2011.

Tras una larga espera enfrente del Teatro Municipal de Las Condes y un accidentado viaje de mi madre en el taxi que la traía junto a mí, ingresamos al teatro.

El escenario vacío excepto por un escritorio, silla, basurero, lámpara y el clown sutil que nos entretendría mucho rato. La obra se apoya en una música excepcional y unas imágenes impresionantes de una ciudad de engranajes en la cual claramente las personas son minúsculas. Este circo es realmente puro y virtuoso teatro, en donde cada escena, en una vertiginosa secuencia de 90 minutos, nos pasean por el virtuosismo de estos sorprendentes artistas. Disciplinas muy diversas, tales como palo chino, malabares, báscula, mano a mano, rueda alemana, banquine, contorsiones y danza dan vida a una obra deliciosa y sorprendente.

De reojo miraba a mi madre que sonreía con tanta diversión (en mi caso estaba absolutamente extasiado y divertido), creo que gozaba como niña y yo como soy no más. Me encantó este circo, con guiños permanentes, con talento y sobretodo con un sentido de lo lúdico que me emocionó.

Siempre recuerdo esos circos pobres de mi niñez y me siento tan afortunado de poder disfrutar la evolución que ha tenido la disciplina circense que nos regala estas maravillas.

Salí feliz por mi experiencia y por lo que vivió mi madre, quien recuperó la capacidad de disfrutar en este nunca es demasiado tarde de la vida.

Cirque Eloize : maravillosa diversión bajo la Rain

Después que murió mi padre, busco ocasiones deliciosas para hacer que la vida siga siendo disfrutable para mi madre como nos gustaba a ambos. Una ocasión propicia para disfrutar con mi querida vieja, tiene  la forma de circo, un formato que probamos muchas veces juntos y que tanto yo como mi madre sabemos apreciar.

Ella adora el circo de buen nivel, asi hemos visto maravillosos espectáculos de Cirque du Soleil por ejemplo y en esta ocasión, una compañía también canadiense nos daría una buena oportunidad.

Esta compañía con un formato mucho más teatral que el Cirque du Soleil, basa su performance en el talento de sus increibles artistas y en la calidad emocional de sus guiones, historias sencillas, casi infantiles pero de una universalidad deliciosa.

Cuanto gozábamos mojarnos bajo la lluvia cuando eramos niños y ahora adultos nos molesta, que nos pasó en este camino de la vida?. Perdimos la poesía de lo simple o acaso nos acomodan las imposturas de lo serio, lo correcto, lo definido’. Recordé un cuento breve de santiago en 100 palabras que decía, descubrí que me había hecho adulto cuando en vez de chapotear en los charcos comencé a evitar pisarlos. Claro no?

Reí como me gusta, lleno del gozo pleno de lo simple y delicioso de la vida; los actores, atletas sorprendentes, virtuosos todos, nos transportaron en un viaje imaginario por nuestra niñez, por esa etapa de la vida en que adoramos saltar en los charcos de agua, mojarnos bajo la lluvia, reirnos de nuestras torpezas y sobretodo ser nosotros mismos.

Casi toda la obra transcurre bajo el imaginario de la lluvia y solo al final, como acto mágico, se desencadena la lluvia, la maravilla húmeda que generó un nuevo escenario de juegos y que divertidamente actores y público disfrutamos intensamente.

Un Teatro Municipal de Las Condes llenísimo, con adultos y niños, que fascinaron con esta linda presentación que sin necesitar la portentosa producción tecnológica de otros espectáculos, nos dió una lección de felicidad.

Lindo!!!