Un gran amigo que existe en mi vida desde la primaria, devino con los años en un escritor de ciencia ficción aficionado. Más allá de la prolongada amistad que nos une, la literatura es un hobby en común y ciertamente me interesé en acompañar este proceso con entusiasmo. Por años, recibí por correo algunas entregas de cuentos que me enviaba Eric y que no solo leía con sincera dedicación, sino que tenía la oportunidad de comentarle y sugerirle pequeñas o minúsculas mejoras. Son 20 años los que pasaron en estas interacciones.
Al paso del tiempo, me convencí que si no tomaba la iniciativa para publicar sus notables escritos, mi amigo tardaría demasiado y el tiempo no perdona. Así que en enero, me puse en contacto con otro amigo que posee la Editorial Segismundo y le presenté una pequeña selección de los cuentos de Eric. Fue una gran noticia, recibir a vuelta de correo, la confirmación que eran buenos textos y que se podrían publicar.
El proceso fue largo, demasiado largo y cuando en agosto me entero que la madre de Eric había muerto, caí en la cuenta que ahora él solo tenía sus escritos, ya nada lo ataba a este mundo. Comenzó el vértigo y me convertí en un tirano, presionando al editor y al escritor para consumar el cometido.
Pues bien, esta historia tiene buen final, pues a inicios de octubre ya pude encargar una partida de su primer libro en Amazon.com, los cuales me llegaron a fines de dicho mes. Gran deleite ha significado, releer su primer libro, regalar algunos ejemplares y saber que hay otro en proceso de publicación. Eric es ciertamente talentoso y me siento profundamente orgulloso de sus logros.
Recientemente, nos juntamos compañeros de colegio y me acompañé de Eric, ese muchacho tímido, quizás poco interesante para la mayoría de nuestro curso, pero que ahora podía ir lleno de orgullo a decirle a todos, siempre fui diferente y hoy soy un escritor. Me llené de alegría ver el sincero interés de todos por esta nueva vida de Eric y estoy convencido que tiene mucho más por contar.
Los interesantes cuentos de Eric, ciertamente son grandes cuentos para mí.