Retorno al Capperi : comida deliciosa

Me parece que no comenté antes que en mi última visita a este rico lugar me había decepcionado mucho del servicio. Estaba acostumbrado a ser atendido por un par de bellezas, dos chicas hermosas que además eran definitivamente expertas en su labor y eso es impagable. Venciendo mi regla que dice, jamás vuelvas a un lugar en que no te atienden bien, decidimos volver con mi partner. La verdad es que la comida italiana de este sitio es fantástica y apostamos que habrían mejorado en el tiempo que dejamos de visitarlo.

Nos instalamos en el ante-patio, ya que la temperatura ambiente no daba como para ir directamente al patio, un espacio exquisito en otras épocas del año. Pedimos nuestras aguas minerales de rigor y un Suppli al Ragu Romana, un antipasto fantástico que es imperdible.

Los platos de fondo fueron una lasagna bolognesa para mi partner y una pizza mediterránea para mí (la mejor pizza del lugar), todo lo cual acompañamos con un reserva Tabalí carmenere delicioso. Gran conversación y divertidos momentos siguieron durante este placentero momento. Para los postres, compartimos un rico helado de avellanas, una delicia italiana.

Por cierto, la atención recuperó el nivel aunque ya no están las preciosas chicas de antes.

Restaurantes revisitados mientras huíamos del calor

Noche calurosa a pesar de ser casi medianoche, camino en búsqueda de algún sitio en donde cenar encontrándome de pronto sentado a una mesa en las afueras del Normandie dispuesto a probar alguna delicia francesa. Es curioso cuanto tiempo ha pasado desde que vine por última vez y sinceramente no tengo objeciones para este restaurante. Partí con mi necesaria agua mineral y de la carta elegí un bien recordado plato, Tournedos de filete acompañado con unas papas risti. Sumé una media botella de cabernet sauvignon de J. Bouchon para disfrutar una tranquila cena.

Otra noche canicular nos sorprende en las inmediaciones del Maldito Chef y la tentación fue irresistible. Partimos con unos pisco sour además de las botellas de agua de rigor. Acompañamos el aperitivo con un ceviche de culto y seguimos con esos sandwiches descomunales, una hamburguesa del chef y un chacarero además de una rica botella de malbec Botalcura. Fantástica conversación hasta el café negro de cierre, cuando ya era muy tarde.

Pensando en un sitio que mi partner no conociera, decidí volver al restaurante Su Merced enfrente del Parque Forestal. Las botellas de agua, seguidas de pisco sour y un vodka con sabores de berries, mientras dudábamos acerca de cual plato saciaría el hambre de una larga jornada. Una albacora con cous cous al limón salteado con almendras y manzana y para mí un arroz frito al estilo oriental con camarones al jengibre, salsa de soya, aceite de sésamo, dientes de dragón y cebollines. Delicias que acompañamos con un petit syrah Carmen reserva. No fuimos capaces de agregar postres por lo que fue bienvenido el buen café.

Un imperdible para cualquier noche es el Capperi y esta noche se nos antojó como la mejor opción para cenar. Instalados en la rica terraza, las habituales botellas de agua fueron seguidas con un pisco sour normal y uno con albahaca que es mi predilección. En esta ocasión decidimos un formato para compartir y pedimos un exquisito suppli al ragú romana y una provoleta y camarones, acompañados de un carmenere Tabalí reserva. Una noche fantástica de sabores que cerramos con el café negro acostumbrado.

Un almuerzo de fin de semana nos llevó al Huerto, restaurante que visito por décadas y que sigue gustándome. Partimos con unos pisco sour receta de la casa exquisitos con una porción de guacamole para compartir mientras llegaban los platos de fondo. Una enorme ensalada Islas Griegas y el contundente Nuevo México que acompañamos con una botella de syrah Chocalán selection.

La siguiente parada para una rica cena fue el maravilloso Peumayen, una verdadera delicia. El viaje ancestral comenzó con Sour palta piña y un Sour Huacatay, sorprendentes. La panera como siempre tan original y deliciosa que dudo que alguien se resista a comerla toda. Para los fondos, un plato de róbalo con salsa de mariscos ahumados y charquicán y para mí un garrón de cordero con papas nativas bien acompañados por una botella de Lagar Aluvión, un ensamblaje de syrah y cabernet sauvignon maravilloso. Para los postres una degustación de las especialidades de la casa, placer por doquier!. Solo nos quedó beber el rico café prensado para despedir esta incursión deliciosa.

Otro almuerzo que casi olvidaba fue en el Mulato del barrio Lastarria. Mi partner y su habitual pisco sour colegial, en cambio yo preferí el aperitivo de la casa llamado Mulato para acompañar un buen ceviche del mercado. Luego unos calugones de congrio y otro plato con blanquillo, el pescado del día, que lo acompañamos con una helada botella de pinot noir Tabalí. Para los postres compartimos un sabroso cheese cake y los cafés correspondientes.

Muchos sabores y ricos lugares nos permitieron salvar esta parte del verano, que afortunadamente ya comienza a refrescar.

 

Revisitando el Capperi : delicioso como siempre

Esta noche se nos hizo muy tarde y el hambre requería pronto remedio. Caminamos hacia el Barrio Italia en donde sabíamos que encontraríamos un buen lugar para cenar. Tras un rato aterrizamos con seguridad en el Capperi, un restaurante italiano que decididamente me fascina.

Los inicios merecen un aperitivo, que como ya es tradición, fueron un pisco sour y mi querido kir royale. El paso siguiente, revisar la carta para seguir descubriendo sabores de este lugar. Tentados por las posibilidades, comenzamos a pedir combinaciones inusuales, inciando con una parmesana de berenjenas, seguido de un plato de prosciutto, esos deliciosos cortes de jamón curado y finalmente una combinación de provoleta y camarones. Delicias que merecían una buena botella de carmenere Tabalí reserva del maravilloso valle del Limarí.

Casi en silencio, disfrutamos el festival de sabores que nos aseguraron esa sensación de placer que produce el comer rico. Un rato largo después, buscamos algún postre goloso que resultó ser helado de frutos del bosque. Deliciosos sabores que rematamos disfrutando un buen café negro.

Qué rico es el Capperi!!

Filetes en Mayo : dos paradas exquisitas

El mes de mayo fue una locura de actividades, lo que me mantuvo un poco alejado de este blog. Sin embargo, no dejo de anotar en mi mente todos los sabores y filetes que continuamente acostumbro disfrutar. La vida no sería igual sin el placer.

Un sitio que nunca me ha fallado en el barrio Italia es el exquisito Capperi, bien atendido por unas chicas hermosas y simpáticas, además de la comida italiana de primera.

Partimos con el siempre bienvenido kir royale y el acostumbrado pisco sour albahaca, con los cuales agitamos las papilas gustativas en preparación para el festín. De la carta salieron honrosamente hacia nuestra mesa una lasaña vegetariana y unos ñoquis al pesto, aromas exquisitos que aceptaron gustosos el aporte de un Tabalí reserva merlot

Una cena deliciosa que prolongamos por puro placer con un moussede  maracuya y un brownie helado, para luego cerrar con un aromático café negro.

Otro lugar que hace mucho tiempo no visitaba a pesar de tener buenos recuerdos es el Bavaria del barrio Manuel Montt. Llegamos tras una larga caminata por el cerro San Cristóbal y alrededores, por cierto con mucha hambre. Iniciamos la experiencia con una vaina y un amaretto sour, mientras decidíamos cual sería la selección de los fondos.

Considerando las circunstancias, mi partner quiso recuperar el calor corporal con un consomé de ave mientras yo me incliné por disfrutar una palta victoria. Ya calmada la ansiedad inicial, seleccionamos una escalopa bavaria (una delicia que no puedo evitar elegir) y una escalopa milanesa con papas salteadas, todo lo cual acompañamos con una botella de Medalla Real carmenere. Platos hechos para calmar el hambre.

No quisimos perder la opción de disfrutar un buen postre, un marron glacé, que decidimos compartir. Dejaríamos este lugar, solo después de saborear un buen café negro.

 

Capperi : nueva opción en Barrio Italia

Cada día que pasa este hermoso barrio Italia concentra más y más filetes, no solo en diseño, muebles y artesanía, sino que nuevos sitios para comer rico y con ese ambiente tan especial que tiene el sector.

Esta noche caminamos la húmeda noche directo a este restaurante que tenía en mi lista de favoritos por descubrir desde mayo y nos instalamos en la mesa con mayor espacio a su alrededor, cerca del patio. Unas chicas preciosas atendían y muy amablemente nos dieron la bienvenida y acercaron las cartas para que eligiéramos nuestra cena.

Comenzamos con un pisco sour con albahaca y mi frecuente kir royale que acompañamos con un sorprendente appetizer llamado suppli, unas bolitas sabrosísimas que nos abrió el apetito y confirmó que iríamos para los fondos por la especialidad italiana, una pizzas a la romana.

Una pizza Mediterránea y otra al queso azul que acompañamos con un Carmenere Tabalí reserva formidable, nos dio la confirmación definitiva acerca de la exquisita impronta del chef. Delicias!!!

Buena música, hermosa decoración por la cuidada simpleza y añadido a la buena onda de las hermosas chicas que nos atendieron diligentemente, fue un enorme placer.  Por otra parte, la casa es enorme y hay un cuidado muy especial en mantener su look antiguo pero de todas formas delicadamente cool. Un sitio encantador.

Para cerrar la tentación de probar el helado de pistachos nos venció y por supuesto que valió la pena. Tras el rico café expresso, nos retiramos con la certeza que volveremos.

Gran aporte al barrio Italia!!