Hace mucho tiempo que no podíamos encontrarnos con una apreciable amiga y se da la graciosa ocasión que podemos vernos en un gran lugar. Me refiero al restoran del primer subterráneo del Hotel W, un sitio muy cool y que habitualmente congrega a muchísima gente.
Advertida del tema, mi amiga aseguró reserva en una mesa de la terraza, de manera que disfrutáramos al máximo nuestro breve encuentro, normalmente intentamos que sea así ya que la frecuencia factible para nuestros almuerzos no es mucha.
Coquinaria tiene un menú muy bueno, tanto que lo preferimos a pesar que la carta que solicité, estaba plagada de delicias tentadoras. Tras pedir jugo natural con bastante hielo para aplacar la excesiva canícula de este día, llegó la entrada de calamares a la romana y mientras mi amiga prefirió una abundante y variopinta ensalada como plato de fondo, yo seleccioné unos camarones y pollo al curry acompañados con arroz frito, deliciosos platos!!!
Coquinaria es harto más que un restaurant, es también una cafetería y un emporio de exquisiteces que bien vale la pena visitar. Hoy el tiempo no daba para tanto, así es que en honor al tiempo transcurrido, pedimos la cuenta.
Tentados por tomar unos buenos helados, abandonamos el restoran y nos fuimos caminando hacia Avenida El Bosque en busca de una heladería Yogen Früz con una oferta exquisita de helados de base de yogurth o de manjar, en donde experimenté uno de yogurth y berries extraordinario.
Mientras caminábamos hacia Tobalaba terminamos de conversar los últimos temas que nos quedaban y disfrutando nuestros helados llegó el momento del adiós y hasta una nueva ocasión de disfrutes.
Gran almuerzo!!