Tradicionalmente y ya por varios años, los días jueves nos autoconvocamos a mi departamento a conversar, soñar, diseñar y hacer cabriolas intelectuales de imposibles negocios, pero buenas ideas. En varias ocasiones, estas deliciosas reuniones desembocan en una abundante acumulación de hambre que nos llevan, casi sin pensar, a cenar en algún rico restoran.
Esta noche fue el turno del Guría, un conocido lugar de comida española y que hasta la fecha nunca nos ha defraudado.
Para los comienzos, Kir Royale y Vaina, dos variaciones de aperitivos que son infalibles, mejor aún cuando nos acompaña un fantástico plato de pimientos al piquillo. Mmmh!!!
Los platos que siguieron, delicias de la estupenda carta mediterránea del restoran, un ravioli de garbanzos y un filete con polenta al funghi, maravillosos. Acompañados con ese delicioso néctar de Botalcura El Delirio, gran ensamblaje tinto, solo podíamos hablar temas sensatos y avanzar en nuestros soñados proyectos.
La conversación fue tan nutritiva, que en vez de postres nos maltratamos con un buen ron añejo. Gran noche, gran conversación!!