La incursión de hoy al Teatro Municipal para ver esta magnífica representación, me colmó de disfrute. Verdi es un verdadero maestro, capaz de hacer brillar el escenario con una historia sencilla pero con despliegues vocales inauditos.
Un escenario sencillo para no opacar en nada las increíbles actuaciones del elenco. El conde revisa la lista de invitados al baile de máscaras, para descubrir que vendrá su amor secreto que es, asimismo, la mujer de su más fiel amigo. Una hechicera vaticinará su muerte al conde, aunque no lo cree. Más adelante un encuentro «fortuito» con su amada Amelia les permite confesarse mutuamente los sentimientos atesorados. Ahí también son descubiertos por el marido de Amelia. De ahi en adelante se desencadenan los hechos trágicos que culminan con la muerte del conde en manos de su fiel amigo, durante el baile de máscaras.
No podían ser más increíbles las voces de todos los personajes, la hechicera con un registro de otro mundo, los personajes que cantan arias, Amelia que enternece todo el escenario con su voz extraordinaria. Claramente esta obra se sostiene en una calidad extrema de las voces y la maravillosa música de la Orquesta Filarmónica y el coro del Teatro.
Como siempre, el manejo de la escenografía es de relojería y la dirección musical verdaderamente brillante.