A pesar que le conozco muchos años, fue relativamente reciente que decidí probarlo y fue una gran sorpresa. detrás de su apariencia poco atractiva se oculta una cocina india de gran nivel y he vuelto muchas veces a disfrutar los ricos sabores de la comida india.
Este sitio posee una sencillez que contrasta terriblemente con la magnificiencia de mi querido Majestic, quizás el mejor lugar de comida india que he disfrutado en Chile, pero me gusta. Me gusta la cálida atención y la rapidez sorprendente de la cocina. Una vez elegidos los platos, es muy breve el tiempo de espera y eso se agradece.
Estuve paseando en cleta por el cerro San Cristóbal a partir del mediodía, por lo que acumulé mucho hambre en esas horas de meditación en movimiento. Había regresado muy avanzada la madrugada del concierto de despedida de Sebastián Jordán Quinteto en Thelonious por lo que dormí hasta tarde. Necesitaba un almuerzo potente y lleno de sabores, lo cual solo se consigue en lugares como Salaam Bombay.
Partí con mi habitual botella de agua sin gas y pedí un Garlik Nan (pan con incrustaciones de ajo), una masa exquisita que sirve para acompañar cualquier plato. Un plato de arroz con camarones y finas hierbas llamado Ginga Briani y un plato de carne molida de cordero al tandor, Sheck kabab, maravilloso. Para acompañar esta maravilla de sabores, bien viene un Syrah y en la pequeña carta de vinos encontré uno de Santa Digna, todo un acierto.
Me gusta este lugar, tiene lindos recuerdos en mi mente.