Sobredosis de teatro en SantiagoaMil 2015 y bonus track

Otro enero llega a mi vida y, por supuesto,  decidido a disfrutarlo a tope. Este es el mes de los festivales de teatro, danza, poesía y jazz., lamentablemente todo junto y revuelto, lo que me obliga a decidir que ver y que perderme.

Como ya me resulta habitual, compré con mucha anticipación las entradas para aprovechar descuentos y definitivamente programar los disfrutes del mes.

La primera obra era una sorpresa, una obra clásica de Shakespeare representada por una compañía india y hablada en Hindi. La verdad no sabía que íbamos a encontrar en el teatro de la UC, pero ya estaba decidido. Piya Behrupiya o Noche de Reyes en Hindi (India), se inicia con tardanza, pero desde el primer momento sorprende por lo divertida y colorida. Cada actor es un universo de virtudes expresivas, al punto que el idioma deja de ser un obstáculo y todos nos sumergimos en la juguetona puesta en escena que nos hace reír y disfrutar cada minuto que duró. Al salir del teatro, conversamos que la vara había quedado demasiado alta en la primera ocasión, fue demasiado bueno!!!

Siguiendo el programa, la siguiente ocasión era otro clásico, los textos de Homero para la Iliada, mágicamente en manos de una compañía griega y hablada en griego. Qué atrevimiento el representar el teatro de la guerra correspondiente a los 24 libros o cantos de Homero, tres horas y 15 minutos de teatro moderno, con un look a lo Mad Max y hablada en griego. Fue impresionante la Iliad no solo por la potencia de sus actores, el inteligente guión, sino también por hacernos notar que esta tragedia es mucho más moderna de lo que cualquiera puede pensar. Maravillosa!!

Días después el turno fue para Alemania con una extraña obra Ohne titel N°1 (Sin Título N°1). A primera vista, una representación freak, en donde no hay textos, solo expresión, sonidos y corporalidad. Poco a poco entendimos que ese era el punto del autor, demostrar que el lenguaje estrictamente no es necesario, pues el arte visual puede transmitir y ser interpretado con igual claridad. Fue una obra de emociones, de conexiones sin textos, solo la capacidad de los actores para transmitir sin palabras. Notable!!

La siguiente sorpresa vino en manos de una compañía australiana. Carnival of the animals que resultó ser una obra de teatro circense exquisita, que nos transportó a la niñez, a lo simple y lúdico, sin dejar de ser bello y talentoso. Las chicas y chicos del elenco derrochan habilidades y nos hacen sentir niños en la fascinación del circo cuando teníamos 10 años.

Como era infaltable, había seleccionado una obra de danza para un buen contrapunto. Se trató de ¡Ay! (España), flamenco profundo en manos de una diosa, Eva Yerbabuena. Qué maravilla su capacidad de transmitir emociones, con una precisión matemática en cada movimiento, en cada instante en que su presencia domina el escenario. Acompañada con unos cantores de antología y un par de músicos, nos deleitó por casi hora y media.

Una obra que me llamó definitivamente la atención el día que compré entradas es la que nos tocó ver este día. Se trataba de Spam de Argentina. No solo me resonaba el concepto sino que la idea fuerza de la obra me parecía especialmente interesante. No me equivoqué, fue un disfrute pleno de la inteligencia y el talento de Rafael Spregelburd y su increíble músico acompañante Zypce. Dos monstruos del escenario que no me dejaron un instante en sosiego, ya que cada detalle era sorprendente, cada giro verbal un universo de significados, una epopeya paroxística y fantástica en clave de documental de TV. Impresionante en cada segundo, una ópera de la modernidad cibernética.

Finalmente, se me acabaron las entradas y el turno sería una obra chilena, la que consideré imperdible. Se trató de la epopeya mapuche, el eterno conflicto de nuestro país que se resiste a admitir que antes de Chile existían los mapuches y que la problemática no termina a pesar de cientos de años. Leftraru es el nombre de Lautaro pero como los mapuches le reconocen, obra basada en el texto de Isidora Aguirre, aborda el conflicto mapuche-chileno de manera inteligente e informada, nadie puede dejar de sentir que hay razones más allá del territorio, más allá de la verdad oficial. Imperdible!!

No podía concluir este mes de teatro sin ver la reposición de las mágicas obras de La Troppa, en manos de Teatro Cinema en un ciclo de teatro en el Museo de la Memoria. Esta compañía formada por los geniales Zagal y Laura Pizarro, otrora los 2/3 de La Troppa. Confieso que la maestría de La Troppa llena todos mis sentidos y los sigo considerando el grupo más talentoso que ha tenido la escena nacional. El tercer y formidable integrante, Jaime Lorca, también sigue activo con su compañía Viaje Inmóvil.

La primera obra que revisité fue Pinoccio, con actores de Teatro Cinema, pues Juan Carlos Zagal y Laura Pizarro, ahora dirigen y forman actores notables como corresponde a los maestros. Esta obra basada en un libro clásico «Las aventuras de Pinocho» es una buena excusa para llenar de ternura y fascinación a grandes y chicos. Con música en vivo, una simplificada escenografía y el derroche de virtudes de los actores, resultó una experiencia lúdica y delirante para mi partner, quien nunca conoció esta maravilla antes.

Al siguiente día, la reposición de  Viaje al centro de la Tierra, nos permitió conocer la faceta más divertida y genial de la compañía a 20 años del estreno. Actualizaron varias escenas manteniendo la formidable adaptación del texto de Julio Verne y aprovechando la ingeniosa idea de una multifacética locomotora que resume el escenario en donde ocurre toda la historia. A pesar de los años, me sigue pareciendo sorprendente la concepción de escenificación que La Troppa construyó y que hoy, Teatro Cinema reimprime con delicioso talento.

Me encanta enero lleno de teatro, pero sigo pensando que debiera ser todo el año.

 

 

Teatro Cinema : maravillosa experiencia

Por tantos años fanático de La Troppa, no pude evitar ir al estreno de la segunda obra de Teatro Cinema, continuación natural del grupo. Aunque Jaime Lorca siguió su propio y notable camino en el arte de marionetas, que sigo y admiro, claramente Laura Pizarro y Juan Carlos Zagal continuaron con esa increíble búsqueda  de fundir el cine y el teatro en un todo virtuoso.

En el pasado comenté cuanto me maravilló la obra Sin Sangre y ahora era el turno de disfrutar el estreno de la obra El Hombre que Daba de Beber  las Mariposas.

Llegué con más de una hora de adelanto para asegurar las posiciones óptimas para ver esta obra. Oficio de obsesivo, pero es la forma de garantizar que nada quede al azar cuando se trata de ver algo filete. Desde el momento que formé la fila, cientos de personas comenzaron a sumarse y faltando media hora para el inicio de la función, ya era posible ver que la fila daba  vueltas alrededor del anfiteatro del Matucana 100. Mis acompañantes disfrutaron la ventaja de estar al comienzo de la fila y poder elegir la posición ideal, al centro y entre las filas cuarta y sexta. Seguro que en las otras filas se ve bien, pero en las que elegí están las mejores.

Estábamos ansiosos, asi que cuando se da inicio a la obra, nos arreglamos en nuestros asientos como si fueramos a partir en un viaje espacial. La obra parte como si fuera una película, con una proyección que de pronto muestra a los actores jugando con un escenario 3D formado por las prodigiosas proyecciones por delante y detrás, de ahí en adelante fue un vértigo de sucesiones de escenas que siendo propias del cine, nos daban claros signos de la presencia de esos actorazos de la Compañía. La obra transcurre como una sucesión interminable de escenas de una película, pero en donde claramente los actores de Teatro Cinema desplegaban un extraño y virtuoso talento, confundirse en las imagenes 2D y 3D que se proyectaban en vertiginosa secuencia. Los tiempos de la obra son los tiempos de una película, por lo que la rapidez y la precisión son fundamentales para mantener el hilo conductor de la obra. Maravilloso arte, son tan perfectos, que incluso el escuchar sus movimientos tras la pantalla hace que sea más admirable su arte.

El ensamble de las imagenes, la increíble música, los efectos especiales y la maestría de cada actor, hace que no pueda dejar de mantener mi boca abierta, de asombro, de encantamiento y admiración. Son increíbles, cada movimiento, cada palabra, cada gesto, está trabajado con perfección y en dos horas de duración, nadie notó como pasó el tiempo.

Esta obra de Teatro Cinema los pone a la vanguardia absoluta del teatro chileno, los más innovadores y maestros dignos  de ser imitados hasta el hartazgo.

Solo Teatro Cinema  puede superarse a si mismo y esta obra es una maravillosa oportunidad de demostrarlo. Idolos!!!

Cinema Uttopia : una maravilla aún vigente

Ramón Griffero, estrenó el año 1985 esta obra con la Compañía El Trolley y deduzco en la obviedad que la dictadura vigente en la época no fue capaz de entender la profundidad y genialidad de lo presentado. Por cierto y afortunadamente, Griffero y su obra gozan de muy buena salud.

Santiasco a Mil habría sido en extremo injusta si no hubiese seleccionado esta magistral obra para esta versión de bicentenario, ya que es magnífica. No solo por los contenidos sino por la forma de la representación teatral. Si muchos nos maravillamos en este siglo XXI con la obra Sin Sangre del Teatro Cinema (con ex miembros de la maravillosa agrupación La Troppa), es imposible no darse cuenta que Griffero es el padre de estas técnicas teatrales, en donde juega con los planos visuales, donde varias historias paralelas se tejen en la profundidad virtual de un escenario. Un teatro con nosotros el público, un teatro de los años 40 en el escenario donde exhiben películas por capítulos (entregas), una película que es asimismo un nuevo escenario donde otros actores representan otra historia fílmica y presencial e incluso un último plano en donde hay otras escenas que complementan el fondo. Tanta complejidad para hacer una preciosa e imprescindible magia!!

Las historias en escena, cuentan una misma y triste historia, la de un país bajo una cruel dictadura. cada cual puede elegir en cual plano se ubica, el público del Teatro Valencia, en sus mediocres vidas haciéndose los locos con lo que ocurre, la mortificada vida del exiliado en Paris atormentado por los fantasmas de su novia detenida-desaparecida o las vidas distorsionadas de los otros personajes que pasean entre el fondo cotidiano y la locura de quien sufre y se revela ante el «orden» impuesto.

Gran reestreno, absolutamente imperdible!!!

Teatro Cinema Sin Sangre

No voy a contar de que trata la obra, nadie merece ser adelantado en esto.
Esta noche he vivido una experiencia increíble, gracias a una inesperada invitación a una función privada de pre- estreno de Sin Sangre.

No es casualidad que la obra se presente en una sala de cine, porque lo que uno ve es básicamente una película, con todos los recursos que son propios de este género visual. Sorprendente, un trabajo de precisión, de joyería. Cada movimiento, cada plano de imagen estudiado hasta el hartazgo para producir el máximo efecto.

De verdad, que estos actores han logrado algo notable, como espectadores sabemos que es teatro, pero vemos cine y de repente estamos en una película pero hay actores de carne y hueso actuando presencialmente. Es loco y virtuoso a la vez.

Habría sido una noche perfecta si mi compañera hubiese estado presente. En su dolorosa ausencia lleve a alguien querido capaz de apreciar el arte desplegado.