Lindo país esquina con vista al mar : deliciosas ironías

En la nutrida y exquisita cartelera de Santiago a mil, no podía faltar una obra del viejo ICTUS con textos de Marco Antonio de la Parra.

Deseaba mucho ver esta obra, ambientada en los tardíos setenta cuando comenzaba a formarse el pefil consumista y neoliberal de nuestro país y no pude dejar de reír durante toda la obra. Arquetípicos personajes aparecen en las cinco escenas que componen esta magnífica obra, todos apuntan de manera manifiesta a lo que nos hemos convertido, el país del bicentenario.

Paula Sharim se roba el estrellato, estupenda y contundente, especialmente en la escena en que es una enfermera del hospital en que un anciano (su padre Nissim Sharim) vive anclado en los recuerdos y debe ser engañado permanentemente para mantenerlo dentro del lugar. Una metáfora notable de como vive nuestro país lleno de eternos consumistas ávidos de un no pensar y de la impostura.

Exquisita obra, hilarante en extremo y demasiado real!!

El Coordinador : un imperdible de Stgoamil

Una obra post dictadura que recrea con perversión las atmósferas sociales de la «transición» del país, era mi siguiente opción en la intensa cartelera del Santiago a Mil de este año.

El Teatro UC caluroso como siempre (¿cuando ponen aire acondicionado???), recibió una gran cantidad de público deseoso de ver una buena obra en esta noche de Santiasco.

Quienes ingresamos unos minutos antes del comienzo, pudimos disfrutar los solos de piano de un gran músico mientras los actores deambulan por el escenario y se proyectan sombras de una película desconocida sobre el lugar.

La obra recrea un drama, entre comedia y tragedia, ambientada en el espacio de un ascensor controlado por un pequeño dictador (aunque sea un gigantesco individuo). Con un discurso basado en en el antagonismo extremo de hombres y mujeres, con declaraciones acerca del bien y el mal y con las manifestaciones matonescas de quien sabe que posee la fuerza y el conocimiento acerca de sus víctimas, se desarrolla una actuación a ratos jocosa pero siempre tensa y con esa violencia implícita, propia de lo que vivimos post dictadura.

A pesar de la distensión que provocan algunas escenas divertidas, siempre hay algo perverso, el público simpatiza con el personaje autoritario aunque lo que hace sea reprobable. Los juegos de palabras y la contundencia de los argumentos, inclinan la balanza en contra del sentido común y lo correcto, que sería solidarizar con los débiles y sometidos al dictador del ascensor. El hilo de la obra obliga a comprender que cada cual hace lo que hace porque debe hacerlo. la maquinaria oculta del poder cumple su función. Ufff, notable trabajo!!!

Genial obra, es un buen ejercicio para comprender el país que tenemos.

Topografía de un desnudo : violenta realidad

Sabía, después de todo, que esta obra traería a valor presente muchos fantasmas del pasado.
No obstante ello, era indispensable revisitarla para saber al fin y al cabo que no ha pasado tanto tiempo como para olvidar ciertos comportamientos humanos.

La atmósfera parte tensionada porque ha muerto alguien, solo que es un vagabundo, un don nadie que no debiera importar salvo por el hecho que un periodista cae en la cuenta que no es normal. Las matanzas de mendigos como medio para conseguir transformar su sitio de estadía (un basural) en un buen proyecto inmobiliario, repugna y mucho.

Al fin de cuentas, esta obra muestra con claridad heroica que los seres humanos son prescindibles cuando hay un buen y rentable proyecto. Es demasiado triste, muy triste!!

Es magnífica la actuación, cada detalle y la extraordinaria representación de los actores hace que los sentimientos afloren, ser pobre y miserable equivale a ser nada???

No pude resolver la ecuación, me quedé triste y flagelado con esta miseria, ojalá pudiera existir otro mundo. Estupenda obra, es imposible quedar indiferente.

Dos obras inquietantes : Santiago a mil sorprende

En mi selección de obras del Santiago a mil, muchas veces me guío por mi intuición y extraña vez me he equivocado. Aquí van dos casos sorprendentes.

La pieza Comida Alemana, adaptación de una obra austriaca, recrea en forma hiperrrealista lo que sería un pequeño y asfixiante sótano de Colonia Dignidad, asentamiento nazi en Chile. Una obra que lleva al paroxismo lo que muchos creemos saber de ese deleznable sitio, su manipulación de niños, el abuso y la tragedia de quienes fueron atrapados en dicho lugar. En lengua alemana (con una traducción real time en una proyección sobre el escenario), los jóvenes actores cantan tristes canciones, con sus caras retorcidas de miedo y asco para luego beber una sopa cargada con drogas somníferas que solo avivan su conciencia de estar atrapados en esa oscuridad nauseabunda. No les cuento más, para que vayan a verla.

Las sensaciones son tan fuertes, que nadie se percata cuando termina la obra y lo que es más increíble, nadie se atrevía a salir de la sala, a pesar que efectivamente había terminado todo. Acaso nos habían paralizado de miedo??. Notable trabajo!!!

En otro frente, acudí a ver a mi admirada Manuela Infante quien, a no dudar, me sorprendería. La obra llamada Ernesto, a partir de un melodrama chileno de 1842, es recreada en un escenario completamente vacío y desarrollada en múltiples hilos de historias entretejidas solo con el arte de la palabra. Todo ocurre en el imaginario que los talentosos actores van construyendo virtuosamente y que les permite combinar la historia de su trabajo teatral, ejecutar la obra, expresar sus soliloquios y hasta incluir los comentarios técnicos del diseño teatral. Es increíble el resultado y hasta son capaces de mantener al público atrapado en la obra en la más absoluta oscuridad de la sala. Manuela, otra vez lo hiciste!!!

Santiago a mil, está de miedo

Lo Crudo, lo Cocido y lo Podrido : radiografía de un país que vivimos

Esta obra debe estar claramente distinguible en el imaginario del teatro, cuando la expresión artística era la única forma plausible de hacer resistencia en un país bajo dictadura.

Un teatro llenísimo y caluroso (cuando tendrá aire acondicionado el teatro UC??), nos sumergió en la atmósfera asfixiante de un restorán muy venido a menos, con personajes que más parecen caricaturas de la realidad, pero que son perfectamente representativos de una época que todos queremos olvidar.

Anclados en el pasado glorioso, los mozos y todos los empleados del restorán se esmeran en cumplir ritos absurdos de sociedad y de buenas costumbres, que eventualmente les permitirán reeditar las glorias de un pasado que ya no está.

Es una obra majestuosa, sienta la asfixia delirante como lenguaje y posibilidad, pero nos muestra finalmente la precariedad y pobreza del ser humano.

No hay que olvidar, es bueno para el espíritu revisitar estas obras.

Cinema Uttopia : una maravilla aún vigente

Ramón Griffero, estrenó el año 1985 esta obra con la Compañía El Trolley y deduzco en la obviedad que la dictadura vigente en la época no fue capaz de entender la profundidad y genialidad de lo presentado. Por cierto y afortunadamente, Griffero y su obra gozan de muy buena salud.

Santiasco a Mil habría sido en extremo injusta si no hubiese seleccionado esta magistral obra para esta versión de bicentenario, ya que es magnífica. No solo por los contenidos sino por la forma de la representación teatral. Si muchos nos maravillamos en este siglo XXI con la obra Sin Sangre del Teatro Cinema (con ex miembros de la maravillosa agrupación La Troppa), es imposible no darse cuenta que Griffero es el padre de estas técnicas teatrales, en donde juega con los planos visuales, donde varias historias paralelas se tejen en la profundidad virtual de un escenario. Un teatro con nosotros el público, un teatro de los años 40 en el escenario donde exhiben películas por capítulos (entregas), una película que es asimismo un nuevo escenario donde otros actores representan otra historia fílmica y presencial e incluso un último plano en donde hay otras escenas que complementan el fondo. Tanta complejidad para hacer una preciosa e imprescindible magia!!

Las historias en escena, cuentan una misma y triste historia, la de un país bajo una cruel dictadura. cada cual puede elegir en cual plano se ubica, el público del Teatro Valencia, en sus mediocres vidas haciéndose los locos con lo que ocurre, la mortificada vida del exiliado en Paris atormentado por los fantasmas de su novia detenida-desaparecida o las vidas distorsionadas de los otros personajes que pasean entre el fondo cotidiano y la locura de quien sufre y se revela ante el «orden» impuesto.

Gran reestreno, absolutamente imperdible!!!

Malasangre : todo el talento de Mauricio Celedón

Enero es el mes de la locura cultural en Santiasco y algunas otras ciudades de Chile. Me hace disfrutar y rabiar al máximo, ya que es imposible ir a todas las opciones de espectáculos que se concentran en un solo mes.

La inauguración del Santiago a Mil, tiene como protagonista al increíble Mauricio Celedón, quien recrea y gratuitamente una de sus obras más notables, MalaSangre o las mil y una noches del poeta. Por supuesto, el poeta es Rimbaud (podría haber sido otro poeta maldito?).

Una plaza Constitución repleta en una cálida noche de Santiasco y una puntual partida de esta obra que se reestrena tras casi 19 años. Mauricio Celedón, creador del Teatro del Silencio, hace del escenario un espacio mágico en el cual conjuga magistralmente la danza, la música en vivo (extraordinaria), la acrobacia circense y los mimos. A veces pequeños textos, casi ininteligibles pero que hacen sentido preciso según la intensidad dramática que genialmente Celedón diseña para sus obras. Recuerdo con nostalgia la primera versión del Santiasco a Mil (que costaba mil pesos, de verdad!!) en que la obra Taca Taca Mon Amour, también del Teatro del Silencio, me dejó extasiado para siempre.

Maravillosa presentación, era imposible no dejarse llevar por la música y los incesantes movimientos y guiños poéticos para finalmente quedar agotado pero de una forma deliciosa.

Gran comienzo del Santiasco a Mil 2010!!!

Exprimiendo Santiago a Mil o casi

Contrario a mis costumbres, este año no realicé la compra adelantada de las entradas a los espectáculos que ofrece la megaproducción Santiago a Mil, que dicho sea de paso, cada vez está mejor. Este desafortunado impasse me dejó afuera de varias obras notables que quería ver y cuyas entradas se agotaron rapidamente, demasiado rápido para mi pesar. (Igual tengo una lectura positiva de esto, pues significa que mucha gente ha comenzado a apreciar el buen teatro y el arte en general y eso significa que en Santiasco hay esperanza)

Quemando los últimos veleros, me fui a ver Filoctetes al Goethe, para sorprenderme de un escenario vacío pero lleno a tope de talento teatral. Esta es una obra clásica de la mitología griega (una tragedia de Sófocles) que inesperadamente se hace moderna en el lenguaje y en la representación. Que gran actor es Daniel Muñoz, un orgullo nacional. A dicho talento se suman dos excelentes actores y dos payadores, cantores de fonda, cantantes de cueca en décimas populares que son una delicia de oportunismo y sabiduría. fascinante el resultado, una obra revisitable muchas veces.

Necesitaba complementar con algo de danza y me pareció importante ir a ver Guerra. esta obra del Colectivo La Vitrina, que me condujo a un galpón en calle San Ignacio, algo perdido en la ciudad, me deparaba una gran sorpresa. Todo comienza con las instrucciones, nadie puede salir una vez que se ingrese (uuuuhhh), reciben algunos una frazada (fue mi caso) otros reciben un paquete e instrucciones. Tanto misterio me comenzó a inquietar. Una vez adentro, fue una caminata en fila india por una suerte de bodega, que de pronto se transforma en un laberinto de paredes (de plástico) negras con pequeños cuadros que muestran escenas de represión, de hambruna y de dolor humano. Al terminar el laberinto, me encuentro en una sala con un conjunto de personas (los actores) en paños menores, botados en el piso, mientras el público que recibió instrucciones debe vestirlos (ropa, eso contenían los paquetes!!). Me ubico sobre mi frazada y observo, algunos debieron vestir a esos cuerpos de mujeres y hombres indefensos, botados en el piso, un fuerte inicio. Una vez vestidos (no tan bien, ya que los chilenos seguimos siendo analfabetos funcionales), parte la representación. Es una secuencia interminable de dolores, torturas, fusilamientos y violaciones de DDHH, que sobrecoge. La obra crea una atmósfera aterradora (al menos para mí), el dolor transhumante, la cara menos linda del mundo, el abuso, las dictaduras, la represión como lenguaje. Fue una experiencia intensa, me llené de emociones dolorosas y al mismo tiempo increiblemente reparadoras, pues la obra termina con todo el público bailando un bolero, «bésame mucho». Exquisito arte!!!!

Finalmente, cayendo del tablero, me dejé caer otro día en la obra argentina Sucio. Una obra con tres actores y una gran sala de lavado de ropa. Una excusa para disponer de un escenario cotidiano para desnudar la realidad de seres humanos en su soledad extrema. Un matiz interesante, la soledad de los hombres, machos de testosterona en ristre que lloran su vida y que finalmente la sustentan solo en recuerdos, en sus errores y finalmente, aceptando sus pequeñeces en comportamientos jocosos pero patéticos, como hacerle el amor a un peluche. Fuerte la reflexión, la soledad finalmente hace terriblemente indefensos y ridículos a los seres humanos. Que sociedad, que familias, que parejas podemos construir desde esos dolores????

Bien por la organización, un lujo para Santiasco!!!

Arlequín, servidor de dos patrones

Como broche de oro para el Santiago a Mil, reservé una óptima posición en palco para el Teatro Municipal. Fui por una obra italiana de 1745, un clásico en todos sus aspectos y a cargo de una Compañía italiana (Piccolo Teatro di Milano) que usa el formato callejero, festivo y alternativo para sus increíbles presentaciones.

Una obra para cualquier edad, que en casi tres horas divierte, encanta y hace participar al público intensamente. Son tan virtuosos que hacen maña para improvisar y jugar con el público. Sorprendentemente, la lengua italiana no es impedimento para que niños y viejos comprendan la historia y se sientan deliciosamente divertidos, no solo por la destreza actoral o las bellas canciones y muchísimas escenas graciosas. Que gran arte y en un escenario mínimo, la obra se sostiene en el talento.

Magnífico trabajo, Italia se hizo representar demasiado bien.

Tetris : el espectador vivencial

En Santiago a (bastante más de) mil quedan pocos días y hoy comenzó el turno de Israel. La cita en el MAC del Parque Forestal a las 20 horas. Sin embargo, la hora real era a las 20:30 horas, pues para esta obra no puede haber atrasos del público. Es un verdadero ritual. ¿habrán considerado la rigurosa impuntualidad chilena?.

Alas 20:30 horas se abre el primer obstáculo y los que tienen entradas (están vendidas todas las funciones hasta el día 26), quedan frente de las puertas de madera del MAC esperando ser recibidos por los bailarines. Tuve la fortuna de ser el primero que cruzó el umbral y con instrucciones en inglés, me pidieron que me sacara los zapatos y realizara una sencilla prueba de altura en un probador (muy parecido a la prueba de la maleta de mano de los aeropuertos). Con ello, te entregaban el «suple» (una redonda y pequeña plataforma que ajusta tu altura para poder participar del misterioso juego). Sospecho que algún estudio hicieron para poder estandarizar en 4 niveles de plataformas y atender la variopinta altura de los asistentes.

En una mano la plataforma, en la otra los zapatos y pasas tras la cortina negra. Te reciben otros bailarines atentos y simpáticos, quienes te llevan a una posición en una remarcada superficie de líneas punteadas justo al frente del escenario. Te sientas en tu plataforma o pisito y esperas. Lentamente, van pasando uno a uno los asistentes y cuando ya hay un par de filas, siguiente paso. Pasas a ocupar alguna de las posiciones bajo (si abajo de) el escenario, claramente señalizado mientras por parlantes te dan instrucciones en perfecto español. Aquí te ubican justo abajo de uno de los orificios en el escenario.

Una vez que han ingresado los 65 miembros del público, comienza la función. Asomas tu cabeza a través de un ajustado orificio, protegido por una reja y, de verdad, es demasiado divertido, perder el cuerpo, solo ves caras. La obra transcurrirá mientras estás de pié con la cabeza en el escenario, increíble sensación.

De aquí en adelante, se desarrollan las tres partes de la obra. Los bailarines suben y bajan del escenario usando orificios ubicados en los bordes, se arrastran, saltan sobre ti, caen y se golpean una y otra vez en el piso al lado de tu cara, te hacen espectador obligado de sus forcejeos, bailes sensuales y eróticos, enojos y rabias, perversidad, alegrías y penas. un despliegue de virtuosismo y estado físico.

Finalizada la primera parte, bajas y recuperas momentáneamente el cuerpo para que en 5 minutos, vuelvas pero cambiando de posición, momento importante porque cada cual habrá evaluado cual es la mejor perspectiva cuando sube la cabeza al escenario. Mi recomendación es partir en un borde y luego ocupar el centro o viceversa, es genial!!!.

De pronto, estás viendo en una pantalla todo lo que ocurre abajo de tí, es increíble ves en la pantalla lo que no ves de ti. La disociación total, el arriba y el abajo, y la consciencia que sigues completo aunque no lo veas. Sorpresivamente te cubren con una tienda de algodón y continúan los movimientos rápidos y a veces violentos justo sobre tí, enfrente de tus ojos, al lado de tu cara (vi a varias personas cerrar asustadamente los ojos e incluso bajar su cabeza). Delicioso, un estímulo visual y energético, un espectáculo sensorial.

Para la tercera parte, sacas tu pisito y te ubicas nuevamente en la zona remarcada enfrente del escenario. Movimientos sincronizados, perfectos, los cuerpos de los bailarines en su máxima expresión, hermoso.

No quiero contar más, ya es mucho. Ojalá puedan disfrutar este espectáculo extraordinario.