Machu Picchu : un almuerzo al borde horario

Tras una incursión intensa en la 31° feria internacional del libro de santiasco, fueron más de tres horas recorriendo un pulcro lugar atestado de puestos de venta de libros, muchas editoriales, librerías y países representados. En tantos años que visito esta feria, recién caí en la cuenta que alcanzó un estadio de gran profesionalismo pero se ha puesto fome. Como sea, salí con dos magníficos libros que no había visto antes en mis frecuentes visitas a librerías de santiasco y que espero disfrutar en los siguientes días.

Llegué después de las 16 horas al restoran y con el tremendo calor que sentía, solo pude pedir agua, una botella helada de agua mineral sin gas, mientras conversaba con el mozo quien me indicaba que en 10 minutos se cerraría la cocina. Que mala forma de recibirme!!

Tengo claro que son muy pocos los lugares en que la cocina permanece abierta todo el día, por lo que he desarrollado la tolerancia cuando me enfrento a estas situaciones en que mis actividades me impiden ir a un restoran a una hora habitual.

Rapidamente, repasé la carta del Machu Pichu que conozco bastante bien y elegí,  una rica causa de atún para comenzar y seguidamente mi plto de fondo, una corvina al cilantro con arroz y papas cocidas. Delicias peruanas que he disfrutado muchas veces y que son carta segura. Para amplificar los placeres, añadí una botella Cono Sur de reserva pinot noir en su cubeta con agua y hielo para que fuera disfrutable.

Un exquisito almuerzo que pude disfrutar lentamente mientras comenzaba a leer Windows on the World de Frederic Beigbeder, un de mis autores favoritos.

Después de todo, almorcé rico!!!

Candil : un regreso de la mano del hambre

Hace mucho tiempo que no regresaba a este sitio que formó parte relevante de mis incursiones muy nocturnas en el pasado. Claramente no es un lugar de cenas sino de contención de ataques de hambre (que sufro a menudo) y esta noche se desató esa imperiosa necesidad que puedo apaciguar aquí.

Si bien han cambiado casi todos los mozos, la oferta del lugar sigue siendo la misma y es lo que esperaba. Elegí lo de siempre, un kebab Candil, mi favorito, un gran pan pita relleno con esos cortes de pollo asado en la espada, repollo, tomate, cebolla, palta y mayonesa. Qué delicia!!

Por supuesto que acompañado de un buen trago, un Havana Añejo mientras observaba una sorprendente selección de videos musicales de los 80. Tantos años que dejé de ver TV, pero una gran cantidad de video clips los reconocí al toque, lo que me sorprendió gratamente.

Candil, sigue siendo una gran solución al hambre urgente

Jewel of India : un regreso muy esperado

Hace tiempo que no volvía a disfrutar este lugar y la verdad es que era muy necesario. Apenas llegué noté como en este tiempo que ha pasado, se ha convertido en un sitio imperdible para muchos y me alegra. No había avanzado más de dos pasos en la hermosa terraza del patio de esta casona, cuando Rakesh, su cordial y notable anfitrión me llama a viva voz por mi nombre y me abraza. Se acordaba de mi última visita, me preguntó por mi hermano, su mujer y además notó que en esta ocasión no llevaba un libro conmigo (suelo leer durante mis cenas). Es increíble la memoria de Rakesh, me sorprende su afecto.

Partí con un Parasmani, un vodka de manzana y licor de manzana maravilloso, ideal para preparar el cuerpo para los manjares especiados que tanto me gustan.

De la carta, elegí un Gosht sheek kabab, unos rollitos de carne de cordero molido y bien sazonado al ajo y hierbas, asado al estilo indio que me sirvieron muy bien como entrada.

Para los fondos, me dejé seducir por un Murg tikka masala, esos trozos de pollo asados al tandor terminados en salsa de distintos e indistinguibles masalas indios. Para este plato, incluí un Jingha biryanio, ese rico arroz con camarones y especias que tantas veces he disfrutado.

Por cierto, no pude evitar la tentación de tener conmigo ese garlic naan, mi delicioso pan al ajo que me resulta irresistible.

Dada la multitud de sabores en acción, nada mejor que una botella del notable ensamblaje  Parcela 7 de Von Siebenthal en su versión 2009.

El disfrute podría haber sido eterno, por lo menos eso deseaba mi cuerpo, pero al final todo acaba y me vi enfrentado al momento de tener que elegir mi postre. En mi mente se dibujaba el deseo de un kulfi de pistachos pero ganó un gulab jamun, unas bolitas de almidón de leche maceradas en agua de rosas y azafrán. Maravilloso!!!!

Que gran lugar es éste, aunque no haya escrito en este blog cada vez que voy, definitivamente puedo repetir muchas veces que es genial!!!

Vichuquén : gran almuerzo

Me gusta este lugar y si se trata de celebrar 100 años, 50 míos y 50 de otro gran amigo, definitivamente formidable. Después de todo el tiempo nunca pasa en vano y siempre es buena excusa para pasarlo bien.

Este sitio me gusta desde hace mucho y hoy descubrí que ofrecía un gran menú con buffet incluido. Considerando las posibilidades, entre todos nos pareció genial la opción  de un choclillo de wagyu asado al horno con puré criollo y salsa de champignones para los fondos.

Previamente, nos ofreció el abundante buffet de entradas, con todo tipo de posibilidades, desde una empanada de mariscos hasta cortes de carpaccio, ceviche, tortilla de papas, y cuanta delicia de me viene a la mente. Un buffet increíble, que podría visitar incesantemente.

Extraordinaria conversación, después de todo somos amigos por más de 16 años, esa es una medida de muchas cosas y mucho más de lo que duró mi matrimonio. En medio de nuestro placer, comenzamos a cancelar reuniones con el objetivo de prolongar nuestro encuentro, lo cual fue maravilloso. Después de todo celebrábamos un siglo conjunto, la amistad es un gran tema en nuestras vidas.

Llegó el momento de los postres y teníamos nuevamente la opción de un gran buffet, que aprovechamos con lujuria. Después de todo, pocas veces nos juntamos a celebrar y unas cuantas miriadas de calorías vienen bién.

Finalmente, como es mi costumbre, un delicioso café negro, vino a coronar el trance gastronómico.

Qué rico es el Vichuquén!!!

Ambrosía : deliciosa terraza

Uno de esos días calurosos y con una eterna mañana de compromisos laborales, solo incrementó mi deseo de poder ir a alguna buena terraza a disfrutar un almuerzo de primera.

No fue necesario pensar mucho dada la pobre oferta en el centro de Santiasco, así que caminando rapidamente ya estaba instalado en esa exquisita terraza escondida tras la el museo Casa Colorada en donde precisos ventiladores mantienen una atmósfera fresca y disfrutable.

Me atiende un mozo nuevo, pero pude notar como poco a poco otro mozo bastante habitual en anteriores visitas le aconsejaba sobre la atención. Buen detalle, ya que todo fluyó de manera fantástica y que es lo que me hace volver a este lugar.

Consultada la carta, pedí un Filete Croque Madame, trozo filete sobre una delgada masa con salsa bechamel incluido el jamón crudo, queso roquefort y algún fruto seco molido, coronado con un par de huevos de codorniz fritos y acompañado de papas hilo y una buena dotación de hojas verdes y pequeños crutones. también solicité una botella de un Malbec 2010 de Casillero del Diablo con abundante acidez para acompañar muy bien este plato

Mientras llegaba mi plato, se acercó el mozo más antiguo y charlamos un rato acerca de lugares de jazz, pues me comentó que me había visto en un sitio de jazz en Patio Bellavista en donde trabajaba algunas horas. Grata sorpresa y buena conversación.

Para los postres, la tentación de un Marquise de Chocolate y salsa de frambuesa fue preciso para luego  cerrar con mi rico café negro.

Definitivamente, Ambrosía tiene la mejor terraza del centro.

El Ganso y la Parrilla : un cambio necesario

Buscar lugares para comer rico en el centro de Santiasco es una obsesión que me acompaña hace algunos años y que reconozco nacida de mi inconformismo estructural con la apabullante oferta de comida rápida que basurea el centro. La enorme cantidad de personas que trabaja en el centro perfectamente permite tener ofertas para comer con más calidad y a precios razonables.

Para justificar la incursión, nada mejor que una reunión almuerzo para poner al día muchos temas con un viejo partner. Lo llevé directo al Paseo Bulnes, un sector que debería estar lleno de ofertas gastronómicas y podría convertirse en poco tiempo en un polo del disfrute. No hay tráfico vehicular, es un paseo peatonal, cuenta con grandes espacios y lindas fuentes de agua, es definitivamente perfecto!!.

El lugar elegido para la ocasión, el ganso y la parrilla; en abierta referencia a una de las tabernas de la masonería del siglo 18; es un sitio de tamaño mediano, muy sencillo pero bien atendido. El rumor de conversaciones en su interior, nos llamó la atención por lo animado y a pesar de haber dado una vuelta viendo otras opciones (pues las hay), regresamos a instalarnos aquí.

Afortunadamente, allí estaba una mesa libre, la única, para que pudiéramos iniciar nuestra reunión. Agua mineral para refrescar gargantas y luego sumergirnos en la carta, bastante abundante para nuestra sorpresa. Los platos, acordes al hambre desatada, una enorme hamburguesa casera en formato «a lo pobre» y un trozo tremendo de lomo con puré al merkén sumados a una buena botella de cabernet sauvignon, fue nuestro potente acompañamiento mientras analizábamos una multitud de temas y armábamos estrategias para resolverlos.

Un almuerzo largo y entretenido, gozando esas opciones escondidas de santiasco.

Disfrutando Arica y alrededores : gran experiencia filetaria

Dificil resulta resumir una semana de experiencias disfrutables en esta Primera Región de Chile, pero me referiré a aquellos aspectos más disfrutables para cualquiera que visite la región.

El primer día fue claramente de ambientación, caminar por la interminable playa con la deliciosa ausencia de multitudes humanas y muchos pájaros, arena y algunos surfistas (claramente el surf tiene cuento en este litoral). Fue una larga caminata por la arena en busca de nada, solo disfrutar el paisaje y el viento en mi cara. Crucé desde la playa de Chorrillos, pasando por el puerto de Arica, la ex Isla El Alacrán, la playa El Laucho y llegando a la playa La Lisera. Una muestra fantástica de las lindas playas, el oleaje impetuoso y las diferencias sociales a la vista en las construcciones alrededor. Claramente en El Laucho está la mayor concentración del ABC1 de la zona.

Tras el paseo y un poco desconectado de los horarios y del significativo hecho que ese día era 18 de septiembre y estaba todo cerrado, regresé hacia la playa Chinchorro en donde había visto lugares atendiendo. Así fue que mi primera incursión gastronómica la hice en un sitio delicioso, el Rayú, autodefinido de cocina gourmet. Qué menjor para una bienvenida!!

Me instalé en su exquisita terraza y partí examinando la carta mientras me servían una botella de agua sin gas. Me tenté con unas machas a la parmesana, las machas más grandes que he comido en mi vida. Increíblemente sabrosas y abundantes, aunque mi hambre daba para mucho más y la carta, nuevamente en mis manos, me encaminó a un Filete relleno Rayú, una delicia de filete relleno con pimientos asados, champiñones y salsa Bechamel, todo ello acompañado con unas papas doradas en cortes muy singulares. Un plato maravilloso que me aseguré de brindar con una botella de Viu Manent Gran Reserva malbec del 2009. Exquisito!!

Almorzando lento y disfrutado, me quedó tiempo y espacio para servirme un Suspiro Limeño de mango y maracuyá, mortal!!!

De todos los lugares que visité, debo rescatar mi primer almuerzo (no fue el único e igualo quedé con gusto a poco) en el Maracuyá, un restoran en la playa, con una terraza magnífica y una atención mejor. Una botella de agua sin gas para comenzar, mientras la brisa marina me adelantaba el largo disfrute de un almuerzo playero. De la carta me asaltó sin contratiempos lo que sería mi entrada. Un tiradito de pulpo y palta, con mayonesa, limón, hojas verdes y cilantro. Una delicia, que realcé aún más cuando pedí un salmón antártico, salmón rosado apanado con semillas de cilantro, aceite de oliva, salsa de maracuyá y naranjas y crema de leche, acompañado de papas hilo. Una maravilla que todavía disfruto recordando. Para ese plato delicioso pedí una botella de sauvignon blanc de Miguel Torres, que combinó genial.

Extasiado de sabores, para los postres me dejé seducir por la recomendación del mozo, una torta de chocolate increíble que acompañé con un buen café negro.

En otro paseo playero, siempre caminando, llegué a un sitio muy interesante y que también visité más de una vez, fundamentalmente por el buen servicio. Tuve largas conversaciones con el mozo que siempre me atendió y su afán por conocer y aprender me ganó, hay algo más enaltecedor del ser humano que querer ser mejor?

En Tuto Beach, una acalorada tarde, partí con una palta cardenal deliciosa, pues venía con unos camarones de tamaño absolutamente gigante (acromegálicos). Tras la sorpresa y mejor digestión, seguí con un filete de corvina grillado con un gran acompañamiento de palta y papas y un buen vino Corton Errazuriz Sauvignon Blanc 2007 delicioso. Para el postre, un acaramelado de manzana en vino, formidable.

Museo del Mar, una casona en una pequeña calle secundaria y que solo es visible por el cartel en la calle, ya que la palabra museo ejerce atracción instantánea en mis ojos.  Es un museo pequeño pero extremadamente laborioso, pues la cantidad de muestras de cuanto espécimen puede existir y principalmente existió en nuestras costas y en otras lejanas, hace pensar en un personaje obsesivo y amante de la belleza detrás de todo esto. La verdad es que el museo es el resultado milagroso de un individuo, tal como cuenta el díptico que conseguí al visitarlo. Alrededor de 45 minutos de asombros mientras paseaba mis ojos por las vitrinas apretujadas del lugar. Notable trabajo!!

Habrá más típico de Arica que su famoso Morro. Pues bien, uno de esos días decidí visitarlo y tras subir por uno de sus accesos, me encontré absolutamente solo observando la ciudad y el mar desde la altura. Dediqué un tiempo a tomar fotografías y de pronto me di cuenta de la existencia de un museo, que por supuesto visité. . Nada muy extraordinario excepto la apología del ejército de su toma en el contexto de la guerra con Perú y Bolivia.

Bajando del Morro, me encontré con el museo más interesante de la ciudad. Se trata de un hallazgo en el subsuelo de una casa de una enorme cantidad de momias de la Cultura Chinchorro (Sitio Colón 10). Una cultura extraordinaria con unas técnicas de momificación únicas en el mundo, ya que además de su increíble antigüedad están en muy buen estado.

Un restorán que intenté visitar varias veces fue el Terra Mater, sin embargo debido a un robo que sufrió el local en pleno centro, permaneció cerrado toda la semana. Por suerte, mi habitual técnica de conocer caminando, me llevó a muchos sitios, entre otros, el Café Valentine, el Dimango, el Caffellatte, un extraño Lo Nuestro, el Bar Previa y el Café del Mar.

Otro sitio que merece comentarse es el Varo’s, ubicado en la playa Los Lauchos, con una terraza deliciosa en la misma playa y una música lounge muy bien seleccionada. Con un extraño formato sin carta, solo los platos que el chef había inventado ese día. Eran varias opciones de cada tipo, por lo cual igual me tenté a probar el lugar y partí con un ceviche de pulpo para seguir con una albacora provenzal montada sobre un puré de habas, mientras bebía una botella de carmenere 120 edición Bicentenario. Para los postres un mousse de maracuyá y un rico té verde con berries. Un lugar delicioso!!

Finalmente quiero destacar al Mojito Pub restaurant, en donde una noche decidí cenar. Un sitio muy taquillero, con pantallas gigantes con recitales musicales en donde disfruté un concierto de Depeche Mode y otro de Cranberries geniales. La comida fue un Filete Mojito, un delicioso filete coronado con tocino y una salsa de tres pimientas acompañado con un risotto maravilloso. Le añadí un Botalcura Malbec 2008 del rico valle del Maule que quedó perfecto para mi especial satisfacción.

Conocer ciudades de esta forma, que llamo krrtrekking,  me produce un placer excepcional que espero repetir tan pronto sea posible. Dejé fotos para disfrutar.

Los Cuates : cena sabrosa

Hoy fue otro día en que no solo soy quien abre la oficina sino quien la cierra, es decir, brutalmente cansado. Por suerte eso me alienta a realizar algo distinto y particularmente disfrutable, ya que la vida debe tener compensaciones y no me permito fallar en eso.

Los Cuates es de los pocos restoranes mexicanos en donde hacen verdadera comida mexicana, con eso quiero relevar por ejemplo, que fabrican sus propias tortillas de maíz que venden a otros y que hay mexicanos atendiendo. Un detalle que se nota, según sea la capacidad de aventurarse en la oferta gastronómica del sitio.

Partí con un clásico tequila margarita con mango, una variante deliciosa que me vino de maravillas. Acompañé estos inicios con unas quesadillas tradicionales acompañadas del habitual guacamole.

Para los fondos, nada mejor que un plato típico del México profundo, un Alambre, puesto en sencillo es  carne a la plancha salteada con pimentones, cebolla, queso, tocino y las adecuadas guarniciones, porotos negros refritos y guacamole, además de las calientitas tortillas de maiz que cierran el circuito virtuoso de este exquisito plato.

La carta de vinos no es muy abundante, pero logré incluir en mi cena un carmenere de Viña Sutil Colchagua State, un acierto inesperado.

Para los postres, que mejor que una inyección dulce de crepes Los Cuates, o sea panqueques calientes con manjar,  chocolate, una  nube de nuez, algunas ricas almendras y helado de vainilla. Una delicia para el cierre de mi incursión.

No podía abandonar el lugar sin beber un cafe hervido mejor conocido como cafe de olla, especialidad de la casa, algo sin parangón en la oferta santiasqueña.

Sin ninguna ostentación, Los Cuates es un lugar delicioso!!

Amaranto : un almuerzo que no falla

En mi tradicional y frecuente dilema acerca de como combinar una sesión de trabajo con un buen disfrute, invité a un amigo a almorzar mientras poníamos en orden una gran cantidad de temas que requerían análisis y priorización.

Para ir a la segura, decidí el rico restoran Amaranto en el centro de Santiasco, que hasta la fecha siempre ha sido una selección afortunada y sobretodo exquisita.

Recién instalados en el lugar, me sorprendí al saber que ya no tenían el tradicional buffet, aparentemente no estaba resultando rentable.  No obstante ello, igual ofrecen un menú de calidad y a un precio muy razonable.

Partimos con una crema de lentejas maravillosa, debe ser una de las mejores que he probado en hartos años y de verdad me habría repetido el plato. Para el fondo la selección fue evidente, una tilapia con crema de acelgas mientras mi partner la acompañaba con unas papas cocidas, tratando de darle un toque light.

Como el tiempo pasa implacable, pasamos al postre y café y luego con paso forzado de regreso al trabajo. Amaranto claramente marca la nota deliciosa en los restoranes de hoteles del centro.

Una cena deliciosa en Rivoli : siempre notable

El Rivoli debe ser uno de los restoranes que mejor mantiene su nivel de servicio y calidad de su oferta gastronómica, a pesar de los años y de esa fama que muchas veces hace dormir en los laureles a más de alguno.

Partimos con agua mineral, mientras revisábamos la interesante carta de platos, hoy claramente íbamos por buenas masas y este lugar las ofrece en muchas variedades. Sin embargo, lo primero que probamos fue un pulpo grillado maravilloso, como pocas veces se ofrece y se cumple. Carne turgente, de toque ahumado, sabrosa y definitivamente imperdible. Acompañados por la música y la permanente atención del mozo, gran preocupación por atender bien, cuánto se agradece!!

Tortelloni de Zucca, rellenos con ricota y zapallo camote con mantequilla y salvia fue la selección de mi partner. Para mí, un Gnocchi amatriciana, hechos de papas y cubiertos con salsa de tomates, tocino, ají y vino blanco, me llenó el gusto. Para acompañar esta rica selección, un ensamblaje de syrah y viogner de Estampa Reserva edición limitada, exquisito!!.

Los postres no se hicieron esperar mucho, una torta de manjar y un rico cannoli sicilliani con helado de pistachos. Maravillosos!!.

Como es costumbre, al cierre unos cafés negros de intenso sabor. En realidad, da gusto volver a este lugar, la calidad manda.