Disfrutando Iquique : exquisitas micro-vacaciones

Hace ya muchos años que no salgo en verano de vacaciones y he ido practicando una fórmula de pequeñas dosis de vacaciones durante todo el año. Este formato me permite viajar y disfrutar muchos lugares en pequeñas porciones, pero no menos deliciosas.

Para el mes de mayo, mi opción planificada meses atrás fue Iquique, ciudad que no visitaba hace más de 10 años y que bien merecía ser revisitada.

Tras un atrasado vuelo de LAN, un transfer oportuno, me encontré con mi reserva de hotel enfrente de la playa Brava, la cual hace mucho mérito para llamarse así (vaya olas!!). Un bonito cuarto en el Holiday Inn Express, guardar mi mochila y salir a caminar!!!.

Por el horario, mi estómago comenzó a reclamar un buen comienzo de vacaciones, así que mis pasos me llevaron hacia un restoran en la Península de Cavancha llamado Cantaba la Rana. Lindo lugar y rápido servicio. A mi habitual botella de agua, añadí pronto un delicioso congrio Neruda, un plato enorme con unos filetes de congrio frito acompañados de  papas a la huancaína y ensalada chilena. Una mezcla de Chile con Perú, por cierto virtuosa. Mi exquisito almuerzo se completó con una botella de buen vino y la rica música chillout, las que fueron mi mejor compañía en la soledad del salón.

Ya en marcha nuevamente, enfrenté un recorrido por toda la costa de playa Cavancha para llegar al casco histórico de Iquique. La calle principal llena de preciosas casas de roble y pino oregón muy coloreadas, se recorren caminando sobre una plataforma de madera al igual que la existente en la playa. Es muy especial la sensación de ciudad antigua y lo pintoresco de las bellas construcciones.

Por la hora, quedaban pocas opciones de museos abiertas así es que raudo ingresé al  museo de modelismo naval, un aporte cultural de una minera. Interesante, aunque no me trastorna el tema.

Ya iniciado el atardecer ingresé a un restopub llamado Ronny Tequila, animado sitio en el cual practiqué «people watching» mientras bebía un trago. Ya de noche, inicié el retorno al hotel caminando nuevamente por la playa, sientiendo la brisa y ese sonido tremendo de las gigantescas olas besando con furia la arena.

De regreso en el hotel, decidí descansar un rato viendo una película y luego, a conocer Iquique de noche. Llegué por instinto al Runas Pub, un lugar que al cabo de una hora descubrí que era muy taquillero, pues se llenó. Pedí un mojito y un sandwich  Olaf, un tremendo sandwich con palta, filete, queso y una montaña de papas fritas, que me dió exquisita guerra, pues estaba delicioso. La música excelente, pues además de un largo compilado de Coldplay tocaron mucho brit pop.

Al día siguiente, una fugaz visita a la Zofri para ver la actividad febril del lugar antes de la apertura del mall que ocurre pasadas las 11 horas. Me interesaba más la perspectiva antropológica y de hecho, me di cuenta que hay más peruanos, bolivianos y chinos que chilenos en el barrio. Muy interesante experiencia!!

Caminando de regreso aproveché de visitar el hermosísimo Teatro Municipal de la ciudad, una reliquia hecha completamente de madera hace 120 años, una verdadera belleza. A la salida, busqué el museo regional, ya que sabía que allí encontraría las momias más antiguas del mundo, momias de la cultura chinchorro que son increíbles después de más de 6.000 años.

Con tanto ajetreo cultural, el hambre me hizo sucumbir y me fui directo a un almuerzo en el excepcional restoran Neptuno, una picada imperdible. Partí con un pisco sour de pica para acompañar un ceviche de Pintacha (una especie endémica que vive en la arena y que sabe a almejas y caracoles). El ceviche llevaba además papas, mayo, aceitunas y choclo). Exquisito!!!.

Para los fondos, elegí otra especie endémica, un fantástico Papanigua o Apañado a la plancha con ensalada chilena, que acompañé con un Santa Emiliana Sauvignon Blanc. Para el postre un placer sin culpa, una porción gigante de  torta de mango manjar. Una maravilla!!!.

Sintiendo tanto placer, nada mejor que amplificarlo y arrendé una cleta para pasear por la playa. Recorrí en toda su extensión la increíble ciclovía que recorre varias playas de Iquique y que es un ejemplo de lo que debe ser una ciclovía en nuestro país. Felicitaciones a Iquique.

Una vez que devolví la cleta, regresé caminando al hotel a descansar un rato, tiempo que aproveché para leer un libro que me tiene cautivado, El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas del ingenioso Haruki Murakami. Totalmente recomendable.

Por la noche, me fui a cenar al Wagon en la linda Península de Cavancha. Partí con un  kir royal, uno de los mejores aperitivos que me aficionan, mientras revisaba la interesante carta del lugar. Entre los platos había uno que me llamó la atención y que con arreglo a la complicidad del mozo, logré que lo modificaran un poco para darme un buen gusto. Resultó el singular Chipanita, una gigantesca reineta frita rellena de camarones, pulpo y queso acompañada de un imperdible, papas a la huancaina, todo al ritmo de las copas de un Misiones de Rengo Carmenere Cuve. Me acompañó en mi éxtasis, una deliciosa selección de Sabina e Ismael Serrano hecha por el propio dueño del local. Qué acierto!!!

Con tanto placer acumulado, aún me quedaban ganas y pedí una espumita de mango para el postre. Riquísima!!.

Ya bastante tarde, me pareció buena idea practicar un after y me fui a un sitio llamado Dluxtouch, un pub ondero con mucho blanco, ingeniosos juegos de luces que cambiaban el color de las paredes, con harto remix noventero y muy visual, pantallas por todas partes. Disfruté un Passion Draile, un vodka con maracuya y menta, notable!!.

Para mi penúltimo día en Iquique, nada mejor que iniciar temprano un paseo en busca de grafittis, un krrtrekking que adoro. Ya al mediodía, contraté un viaje a Humberstone y Santa Laura, las salitreras que constituyen patrimonio de la humanidad desde el 2005. Un paseo fascinante de varias horas y agotador encanto. El sol dejó algunas rojizas huellas en mi piel, pero regresé contento con mis fotos.

Hambriento al límite, invité a un tardío almuerzo en el exquisito restoran Neptuno a Erwin, mi chofer y paciente guía en las salitreras. Casi sin capacidad de razonar por el hambre  que tenía, pedí un plato inesperado. Llegaron seis locos grandes sobre una de base lechuga con una porción de  arroz graneado (que lo contaminé delicadamente con pimienta fresca), una porción de papas mayo, aceitunas y unos potes con mayo y otro con salsa verde, todo en el mismo plato. Increíble!!!

Francamente arrebatado de experiencias, llegué a mi cuarto a dormir una siesta, algo que rara vez hago. En fin, era necesario pues ya entrada la noche me fui al pub Locomotora del 1800, a disfrutar un buen trago. No contento con ello, ya de madrugada realicé mi última caminata por la playa, una delicia insuperable que rematé en el Bar Grill Cavancha, un tranquilo y escondido lugar que encontré en mi caminata.

Bueno, como todo tiene final, la mañana siguiente fue un recorrido al aeropuerto y un curioso retorno con lluvia en Santiasco, pero con lindos recuerdos que registré en algunas tomas.

Vivan las vacaciones!!!

Día Mundial de Internet : disfrutando juntos

Como ya es una tradición, cada 17 de mayo invito a todo mi equipo a celebrar en grande este glorioso día. No solo es la oportunidad de disfrutar juntos sino agradecernos mutuamente el trabajar juntos en lo que más nos gusta.

Para este año, habían muchas ganas de salir afuera de Santiasco, pero ello era incompatible con los tiempos disponibles, por lo que tomé la buena idea de uno de los chicos acerca de ir a algún lugar con naturaleza visible y sentirse fuera de Santiasco. El lugar elegido, el Divertimento Chileno, un rico restoran de comida chilena y fusión que se encuentra en los faldeos del cerro San Cristóbal en el Parque Metropolitano.

Reservé con bastante anticipación para garantizar la mejor posición con una vista incomparable al verde formidable del cerro a lo que sumó la fortuna de un día asoleado y agradable.

Cerca de las 14 horas ya estábamos todos instalados en nuestro lugar y tras los aperitivos (jugos naturales, pisco sour, vainas, champaña, etc), comenzó la imparable celebración.  Machas a la parmesana fueron un delicioso comienzo mientras uno a uno se emocionaban eligiendo de la extraordinaria carta del Divertimento, el plato que haría realidad sus sueños gastronómicos. La variedad fue enorme, desde filetes al ají, financiero, al ajo,  pasando por pescados y pastas. Por las caras de felicidad supe que todos los platos estaban exquisitos. Acompañamos con unas botellas de un delicioso ensamblaje de cuatro cepas (aegurando que combinara con todos los platos).

Después fue el turno de los ricos postres, ponderaciones, marquise de chocolate, flan al oporto, creme brulée y otros que no recuerdo. Un festín dulce ideal para la ocasión.

Tras unos ricos cafés expresos, tuvimos una larga sobremesa riéndonos de nuestras propias fotos y cuando ya tenían cara de siesta, les invité a caminar por el Parque. Nos fuimos en divertida procesión hacia el lindo Jardín Japonés, que varios no conocían. Bromas y recuerdos simpáticos nos acompañaron por un buen rato, hasta que la luz solar comenzó a disminuir y comenzamos el descenso hacia Santiasco.

Una parte del equipo debía atender sus exámenes en la universidad, asi que con los que quedaban y muy ganosos, los llevé al siempre disfrutable Café del Patio, a continuar la celebración.

En este último sitio, vivimos una constante rotación de contertulios, unos llegaban mientras otros se iban. Con los últimos dejamos cerca de medianoche el lugar tras nuestra extraordinaria jornada de celebración.

Viva el día de internet!!!

Eduardo Peralta y Flopy : divertida noche

Más de un año había pasado desde mi última visita al Mesón Nerudiano, pero ya era hora de volver a disfrutar la poesía, el humor y el talento de Eduardo Peralta y sus invitados.

Han pasado 420 semanas desde que comenzó este ciclo de trova y canciones brassensianas en este lugar y la verdad que cada vez que lo visito, me divierto tanto como la anterior. Un verdadero mérito que va de la mano del encanto particular que Eduardo Peralta posee y del hecho que quienes visitan el Mesón Nerudiano comparten en general ciertos principios  de apertura mental y de convivencia, todo lo cual lo hace especialmente disfrutable.

Esta noche, llegamos algunos minutos antes del show para alcanzar a pedir las aguas minerales que inician la sesión de disfrute, seleccionar picoteos del mar y de la tierra e incluir un rico vino de ensamblaje, que nos acompañase en la aventura poética y a veces arrabalera que los trovadores nos hicieron disfrutar hasta pasada la medianoche.

No cabe duda que Georges Brassens es un ícono del lugar y Eduardo Peralta es un fantástico cultor del estilo del poeta francés, asimismo el iquiqueño Flopy pone la nota chispeante, graciosa e inteligente. Son un gran espectáculo!!

Restaurant Vichuquén : comida chilena de estilo

Hacer de la comida chilena un arte apetecible no es un desafío menor, pero estoy convencido que este restorán está al tope de la lista de los mejores.

Quería comer comida chilena rica y no tardé en dirigir mis pasos hacia este conocido restorán al interior del Hotel Galerías en pleno centro de Santiasco. Es una suerte para mí, estar en pleno centro del centro, aunque eso me asegure estar en el epicentro de la contaminación.

Partí con una agradable botella de agua mineral sin gas, mientras observaba con detención la apetitosa carta del lugar y de paso la achilenada ambientación, incluidos los mozos vestidos de huasos y simpáticamente bilingües (obligatorio para atender turistas).

Una ensalada verde, con porotos verdes, lechuga y berros, con camarones y una nube de queso azul exquisita, fue la entrada que dio inicio a mi rico almuerzo. Pedí la carta de vinos y me encontré una deliciosa botella de William Cole El Mirador 2009 Pinot Noir que no había tenido oportunidad de probar. Una rica sorpresa, especialmente cuando alcanzó una temperatura adecuada en la cubeta con agua y hielo. (porqué no mantienen las botellas de este vino en refrigeración??)

Mi plato de fondo, notable, una albacora grillé a la mantequilla rubia, con una salsa de alcaparras sobre un colchón de verduras coloreadas y salteadas al dente, todo acompañado de un guiso de arvejas con queso. Una combinación exquisita.

Para el postre no pude dejar de probar la delicia de un mouse de pisco sour, helado de frambuesas y salsa de berries, increíblemente sintonizados con el placer dulce de esta creación.

Un bajativo de licor orgánico de naranjas vino a completar el disfrute de este mediodía santiasqueño. Estuvo muy bueno!!

Patagon : una picada en Paseo Bulnes

Ya casi es una obsesión, pero no dejo de buscar un nuevo lugar para el almuerzo típico de día laboral, intentando que no solo sea rica la comida sino que permita disfrutar una buena experiencia.

Inicié mi caminata considerando nuevas coordenadas, con el ánimo de ser sorprendido por algún sitio en el hermoso Paseo Bulnes, que bien se merece una oferta culinaria acorde a la expectativas que provoca.

Una rápida incursión me permitió sopesar lo que podría ser interesante y preseleccioné dos sitios, la Fuente Italiana y Patagon, ambos lugares en un formato más propio de fuente de soda, pero con el aliciente de tener mesas en el mismo paseo y al lado de una rica fuente de aguas.

La Fuente Italiana, un fiasco, a los cuatro minutos decidí abandonarla. No soporto la demora en el primer contacto, algo tan simple, ya que hubiera bastado que entregaran la carta y me habría quedado. Así que el destino decidió que Patagon era la opción del día.

Apenas me ubiqué bajo la deliciosa sombra de un paraguas, justo al lado de la fuente de agua, recibí la atenta visita de una muchacha con la carta en sus manos. Las opciones, un poco lejos de la cocina que más gusto, tenían la abundancia y la simpleza como atributos. Me preparé para una dosis extra de grasas y sabores intensos, pidiendo una escalopa kaiser con papas fritas y huevo frito. Uffff!!!, eso es colesterol puro, pero un desarreglo posible de gozar.

Francamente estaba muy rico, abundante y sobretodo enmarcado en la delicia del lugar, ese sonido de las columnas agua golpeando la superficie de la pileta, una pequeña brisa y la tranquilidad de un lugar sin automóviles. Un verdadero oasis para almorzar tranquilo y en pleno Santiasco.

Buena experiencia!!

Geométrico : el primer BizTrekking 2010 con mi equipo

Para dinamizar los espíritus tras una atareada jornada que además venía siendo repetida desde hace semanas, decidimos iniciar un nuevo rito colectivo, el biztrekking el primer miércoles de cada mes. Una oportunidad para compartir más allá del cotidiano laburo y relajarnos de estresantes exigencias laborales.

Partimos caminando hacia el barrio Lastarria para comenzar revisando el interesante callejón del Café Escondido y el misterioso Bajo Llave, ambos con suficientes contertulios para que nos animáramos a seguir el paseo. Tras revisar el Victorino y el Patagonia, decidimos estacionar nuestros cansados cuerpos laborales en el Geométrico.

Este lugar tiene una rica onda con una música en clave jazzística increíble, una variedad de tragos originales y buenas tablas para picotear. Las paredes adornadas con lindas y modernas pinturas añadido a una expedita atención, hacen una buena experiencia.

Empanaditas de queso de cabra, tomatitos y orégano, además de una tabla geométrica (trozos carne y pollo salteados en oliva, con champignones y varias salsas). Los tragos muy variados y la gran sorpresa para mí fue encontrar cervezas belgas, que maravilla!!!.

Mar de Viña : una picada en el centro de Santiasco

Mi afán por encontrar opciones en el centro de Santiasco para disfrutar un almuerzo laboral (es decir, rápido y sabroso) me llevó a probar este lugar que ya tiene cierta escuela y forma parte de las opciones de varios conocidos.

Montado en el mismo local de un sitio sabroso que sucumbió, el viejo Jockey Club, se ve moderno, limpio y eficaz. Con eso rescato el hecho que satisface la pretensión de muchas personas de almorzar abundante y sabrosamente en un sitio bien atendido y a un precio razonable.

No suelo asistir a autoservicios o tenedor libre, pero este lugar tiene una mezcla interesante, entre buffet y rodizio, pero con opciones que van más allá de carnes.

Partí con una entrada de pastel de jaiba y una empanadita de mariscos, a la que siguió una invitación a disfrutar un buffet de ensaladas, ceviches y mariscos diversos.

Ya en mi mesa, comenzó una exquisita secuencia de platos que seductoramente traían cada 5 minutos. Partí con un salmón a la plancha con una salsa de machas, luego unos cortes de carnes a la espada.

Entendí rapidamente que debía prepararme para la diversidad asi es que pedí, entre lo disponible,  una copa de vino blanco (sauvignon blanc) y una copa de vino tinto (carmenere). Siguieron unos ravioles con salsa bolognesa y champiñones, un delicioso congrio frito con arroz primavera, una lasagna con salsa de champiñones y una albacora a la plancha con una exquisita salsa a la crema y verduras salteadas.

En el límite de mi capacidad, preferí detener la gula y me prometí volver cuando mi hambre estuviera a la altura de esta oferta de abundancia extrema. Son ocho platos cada día y el tiempo disponible puede ser una restricción relevante.

Buen lugar, es una interesante picada santiasqueña.

La Piojera : gran picada del centro

Tras un breve descanso para mi agitado hígado, me llegó el turno de revisitar un gran sitio, lleno de historia, añoso y popular, en donde se come abundante, sabroso y con potentes de calorías.

El lugar no ha cambiado mucho desde la última vez, la música chilena de fondo, los borrachitos de turno, los olores sabrosos de especias y mucha gente. Aquí no hay distinciones, hay gente muy sencilla y también muchos turistas, todos comen de lo mismo. La variedad se reduce a lo de siempre, pernil, cazuela y arrollado. El vino de la casa o un par de varietales de Santa Carolina y Santa Emiliana. Pero aquí está la gracia fantástica del sitio.

Nos inclinamos por un buen arrollado acompañado con papas cocidas y ensalada chilena (por supuesto). En la espera, breve en todo caso, unas ricas marraquetas con pebre sostuvieron nuestro hambre. Una botella de cabernet sauvignon Tres Estrellas de Santa Carolina, nos ayudaría en la digestión.

El plato de arrollado descomunal, un derroche exquisito de especias, textura y sabor, lo devoramos sin remordimientos. Un sabor chileno a tope.

Grande La Piojera, sigue siendo la picá por excelencia.

Dalou Bistro : delicias francesas

En el corazón de Providencia, en esas callecitas con casas de arquitectura fantástica cerca de Manuel Montt, se encuentra este precioso y exquisito lugar.

La casona de tres pisos que ocupa es definitivamente un tesoro del diseño, con maderas nobles, espacios encantadores y un notorio esfuerzo de ambientación, con muebles antiguos y de diseño en los costados, lindas pinturas en las blancas paredes, un piso de madera impecable, música francesa deliciosa y un servicio de primera.

Por la hora de la visita y el tiempo disponible, solo accedimos a consumos compartibles, aunque la carta daba cuenta de una variedad interesante de opciones para una cena de mantel largo. Claramente eso será en otra ocasión.

El pisco sour con albahaca un poco excedido en acidez y el con almendras bastante bueno, casi un amaretto sour. El quiche lorraine maravilloso y la tabla Dalou un acierto, sobretodo por el ensamblaje de Tres Palacios 2007 que vino de maravillas.

Este lugar dará que hablar, está buenísimo.

Bristol : elegancia y buena comida

Ubicado en el Hotel Plaza San Francisco, este restoran acumula premios y reconocimientos en más de una década de existencia. Ubicado en la zona del hotel más protegida del ruido de Santiasco, cuenta con un enorme salón de sobria elegancia y una multitud de mozos muy serviciales.

Una mesa cerca del centro del salón, agua mineral y una carta con el menú buffet del día. El menú consiste de una enorme variedad de antipastos y ensaladas en un salad bar de varios metros de extensión. Un plato de fondo seleccionado de la carta y un bar de postres un poco más modesto en variedades, aunque la verdad comienzo a dudar si son muchos los que alcanzan a llegar al postre.

Para todos los gustos, los platos de fondo ofertan carnes rojas y blancas diversas en exóticas combinaciones y acompañamientos, platos con pescados y otros más vegetarianos. Hay delicadeza en la selección del chef, se nota el profesionalismo.

Partí armando un plato de entrada con todo aquello que mis ojos identificaron como combinable y rico. Un pincho con salmón, al que le puse una pasta de aceitunas, unos piquillos rellenos, un poco de ceviche y algunas verduras. Delicioso!!!.

Mi plato de fondo, deslumbrantemente presentado, fue un gran trozo de filete de Tilapia dorada a la plancha acompañada con un pilpil de alcaparras y tomates perla, un exquisito mil hojas de papas y unas pequeñas alcachofas especiadas. Magnífico, se dejó comer lentamente y muy bien acompañado con una copa de pinot noir de Cono Sur (cada vez sabe mejor este vino de Casablanca).

Como era mi día del hambre desatada, me atreví con un postre y seleccioné solo una tarta alemana con frutos rojos que con un rico café negro, cerró genialmente esta sesión.

Gran restoran, la calidad ante todo.