Estaban próximos los días en que mi querido lugar de jazz, Thelonious, cierra pues Erwin el poeta mentor y gran anfitrión del lugar, toma sus vacaciones. Como casi siempre ocurre, se despide con algún filete musical y por lo tanto esta noche estaba asegurado el disfrute.
Proveniente de Dinamarca, Carl Winther es un joven y talentoso pianista y compositor. Con muchos pergaminos bien ganados, se hace acompañar en esta ocasión por el gran René Sandoval en contrabajo y un concentrado Juan Pablo Jaramillo en batería.
Desde el comienzo, muestra la calidad que su fama le precede tocando piezas deliciosas que hacen enmudecer al público en la sala. Llama la atención el grado de sintonía con los músicos chilenos que le acompañan y a medida que pasa el concierto, el juego de la improvisación se hace definitivamente virtuoso. Por momentos, me parece que hace esos juegos de compases que tanto disfruto cuando escucho a E.S.T., mi grupo de jazz preferido.
Una sesión de jazz de lujo, con dos salidas al escenario que registré con mi cámara para compartir el disfrute.