Tras un exquisito trekking por Chiloé logré volver a Castro con un hambre descomunal. Por lo tarde tuve que contentarme con revisitar un lugar que posee la Compañía de Bomberos de la ciudad y que es todo un acierto. Siempre está lleno y con una febril actividad, lo que hace suponer que La Brujula es una buena fuente de financiamiento de los bomberos. Gran idea. Los platos tienen nombres bomberiles como por ejemplo Alarma Especial, Carro Palta ambos acompañados por una rica cerveza kuntsmann torobayo en formato schop. No es un lugar de gran gastronomía pero salva situaciones como la mía.
Tiempo después, en la costanera de Ancud, frente al hermoso Pacífico encontré el Hotel Don Lucas, un bonito lugar con una oferta en pescados y mariscos muy variada. Bien atendido, claro que estando solo es dificil pasar desapercibido, armé un buen almuerzo a la chilena. Un congrio a la plancha con papas salteadas y ensalada chilena acompañado de una botella de Undurraga (el conocido Pinot, que en realidad es un ensamblaje de pinot noir y cabernet sauvignon). La verdad no hay mucha oferta de vinos en los lugares que visite, aparentemente prefieren mantener cepas muy tradicionales, tal vez les falta atrevimiento.
Otro lugar que ya había visitado un par de años atrás, me recibió con la misma calidad y buen servicio. Se trata del Cotelé en Puerto Montt, un sitio de carnes a las brasas realmente espectacular. El rito comienza cuando se elige el trozo de carne que será preparado delicadamente para uno. Mientras se asa lentamente, la conversación es gratis y entretenida. El dueño es un océano de historias y buen humor, el tiempo pasa inadvertidamente y de pronto ya tienes un plato de cena único, la carne se parte con el tenedor, jugosa y deliciosa. Acompañada de una fantástica ensalada de palta, tomate, palmitos y verdes y una botella de Marqués Casa Concha, no podía ser mejor. Que gran lugar!!!
Un descubrimiento interesante hice otro día al regresar de otro parque nacional en el Club Alemán de Puerto Varas, llegué tarde como se me hizo habitual en estos días de paseo, pero afortunadamente la cocina opera en forma contínua. Partí con una palta reina estupenda, seguida de un congrio a las finas hierbas con papas mayo y una botella de syrah Errazuriz reserva 2007 que combinó increible con el almuerzo mientras escuchaba baladas en alemán. Un acierto!!.