Caramba : almorzando rápido en Santiasco

Definiivamente no me gustan los lugares de soluciones masivas para comer, pero a veces puedo subvertir mis propias definiciones, especialmente cuando Santiasco me parece demasiado tedioso y necesito un nuevo lugar.

Esta ciudad ocasionalmente puede sorprender en alguna esquina cuando buscas como capear el maldito calor y de paso comer algo sabroso sin gran demora. Hoy encontré un autoservicio llamado Caramba, próximo al viejo Congreso chileno y el resultado fue muy interesante.

Un edificio del casco viejo y con buen acondicionamiento de aire, fue una invitación a probar algo nuevo en el menor tiempo posible (digamos disponible). Poca gente, espacioso y con un formato en extremo práctico. Eliges tu bandeja, cubiertos, pasas por la selección de postres, ensaladas (cuatro opciones), sopa (no gracias), plato de fondo (calculo unas diez combinaciones), bebestibles y por supuesto, la caja. Muy atentos y rápidos, en menos de dos minutos pude ir a seleccionar mi mesa y disfrutar una sencilla pero muy disfrutable combinación. Ensalada de tomates, un delicioso zapallo italiano relleno con carne y queso acompañado de un fantástico puré de papas, una fresca jalea y una bebida. Notable, en algo más de 20 minutos había almorzado sin el calor de la calle, reinventé el mundo y alcancé a disfrutar de la deliciosa sala de arte de Codelco con una muestra de orfebrería en cobre y bronce maravillosa, además de esculturas en maderas nobles de Lidia Achurra que completaron una inolvidable experiencia.

Todavía me sorprendes centro-santiasqueño!!