Jewel of India : una prueba a fondo

Mi primer encuentro con este lugar fue especial y debo confesar que necesitaba volver para disfrutarlo a tope. Hoy fue el día adecuado, tenía las ganas de disfrutes indios, tenía el tiempo y el clima solo era disfrutable en una buena terraza.

Instalado en la hermosa terraza del local, partí con una fresca copa de espumante, algo especialmente neutro y gratificante para no opacar ningún sabor posterior. De la extensa carta elegí un surtido de empanaditas, delicias indias insuperables, llamado Veg platter. Sabores especiados y diversos que auguraban la potencia de la cena que iniciaba.

Es digno de ternura el cariño y acogimiento de Rakesh Arora, dueño y anfitrión inigualable del restoran. Se acuerda de cada detalle en común, cuando en diciembre 2010 descubrí el lugar, cuando celebré el aniversario de matrimonio de mi hermano o la primera crónica que escribí. Es increíble su dedicación y simpatía, al punto que cuando le comento mi elección de platos, me contradice y va a buscar una hoja que no está en el menú y que contiene un plato especial que me recomienda con su alma. No pude negarme, solo leer su composición me fascinó.

Mi plato de fondo fue entonces el Boti Kebab, un cordero asado al ron con las hierbas y aderezos maravillosos de la cocina india, a lo que añadí un Jingha Biryani, ese arroz con camarones y especias y de puro goloso que soy, un pan indio al ajo, Garlic Naan. No habría sido perfecto si no agrego de la rica oferta de la carta de vinos, una botella de Corralillo Reserva Syrah 2009 del valle de San Antonio, una maravilla de combinación.

Extasiado de placeres, cuando pensé en el postre, no pude evitar seleccionar uno que me enloquece y me transporta indefectiblemente a recordar a mi gran maldito amor, un Kulfi de pistachos, que exquisitez!!!!

Una cena fantástica, 1.000% repetible.

Regreso a Majestic : delicias por doquier

Cuando pienso en comida india y especialmente en un día con muchas ganas de comer rico, entre varias opciones, me entusiasmo con este rico restoran Majestic. Debo confesar que mientras me dirijo a este sitio, mis jugos gástricos bailan de placer.

Venía de un largo krrtrekking, sediento y hambriento, por lo que partí por un gran vaso de agua mineral helada y luego pedí un Kima Nan, un exquisito pan indio relleno con carne molida de cordero y especias. Un preámbulo de los sabores que continuarían.

De la deliciosa oferta de Majestic, hoy decidí por un Fish Amarsari, exquisitos trozos de congrio frito marinados con anís y harina de garbanzos, con ese rojizo característico de muchos platos del lugar. Llegó sobre un plato de fierro caliente y sobre una cama de cebollas y pepinos. Mmmmhhh, que maravilla!!.

Para acompañar mi plato, nada mejor que un Ginga Biryani, una fuente de arroz con camarones ecuatorianos y especias, que venían a pedir de boca. Además, solicité una botella de Syrah Leyda Classic Reserva 2009 que estuvo magnífica con mi selección gastronómica.

Para los postres, no necesitaba mirar la carta, hay uno que me enloquece y es el Kulfi de Pistachos, divino!!.

Solo me quedaba beber un buen café negro y lentamente iniciar el regreso al merecido descanso.

Cenando rico en domingo : difícil en Santiasco

Después de un día que comenzó muy temprano para ir a la montaña y volver antes que la luz natural se acabara, me quedaba una deuda importante, comer rico para compensar una parte de las casi 4.000 calorías consumidas en mi periplo cordillerano.

El plan partía con el Liguria, de los pocos restoranes que abren los domingos por la noche, pero no cumplieron por lo que apliqué mi plan B y me dirigí al fantástico Majestic del centro de Santiasco, este nunca falla.

Partí con un Alu Tikki, unas croquetas rellenas de papas molidas, con garam masala, cilantro y pan rallado, una delicia que se acompañó muy bien con las salsas de cilantro y yoghurt. Un agua mineral sin gas, fue un temporal acompañamiento.

Para los fondos, algo potente, un Sheekh kabab masala, un delicioso cordero molido, asado y cocinado con una salsa de finas especies indias, que pedí término medio en picante (aunque debo reconocer que me hizo transpirar como diablos). Acompañé con un arroz con camarones llamado Ginga Biryani y un pan tradicional indio, un tandoori Kulcha (pan con cebolla y cilantro picado). El vino más propicio fue un Syrah 2008 de Leyda, valle de Colchagua que amenizó muy bien el festín de sabores.

Para los postres, mi deseo concedido, un Kulfi de pistachos y un café negro. Que maravilla!!!

Aunque sea dificil cenar un domingo en Santiasco, hay al menos un lugar extraordinario, el Majestic!!!.