Nunca había tenido la oportunidad de ver esta obra y fue una gran idea que se programara en este año del 50ºaniversario del Ballet de Santiago. Una delicia!!
La historia es simple y pone a un anciano Don Quijote y su leal Sancho en medio de un lío de amores de pueblo, la hija del tabernero (Kitri) que desea casarse con el barbero (Basilio), pero su padre quiere que su hija se case con un acaudalado gran señor de la comarca (Camacho).
El teatro muy lleno y con una cantidad enorme de mujeres solas o en grupos. En fin, a la hora prevista y puntualmente, comienza la obra en el dormitorio del enfermo Don Quijote. La música estupendamente ejecutada por la Orquesta Filarmònica de Santiago bajo la dirección, esta vez, del maestro Santiago Meza. Al término de este prólogo, los magos ocultos de la escenografía arman en segundos la plaza del mercado, con edificios, balcones, escaleras y decenas de bailarines en vistosos y hermosos trajes, haciendo desaparecer la escenografía anterior ante la vista atónita de todo el público. Sorprendente maestría!!
El personaje de Don Quijote lo hace el premiado coreógrafo y maestro de baile Jaime Pinto; Kitri es la extraordinaria bailarina Natalia Berríos, primera bailarina del ballet; Basilio el siempre sorprendente bailarín estrella Luis Ortigoza y Camacho, el más divertido personaje de la obra a cargo de Italo Jorquera. De verdad que nos hizo reir mucho con sus modales y jocosas intervenciones.
La obra está muy bien pensada porque crea las condiciones perfectas para que todos los bailarines, en grupo o como solistas puedan mostrar su talento. Además incluye, hacia el final, un pas de deux fantástico de Natalia Berríos con Luis Ortigoza. Maestrísmos!!
Gran espectáculo para cerrar una mitad de semana.