Brown : una terraza que había olvidado

Hace años este lindo sitio en ese oasis citadino de calle Gotuzzo, fue uno de mis anexos de oficina. Una extensión natural que hice para sobrevivir en los calores horribles de Santiasco y de paso disfrutar amenas reuniones con mi equipo una vez por semana. Eramos conocidos por llegar en «patota» a desayunar y por alrededor de hora y media hacer una reunión de coordinación, trabajo y placer intimamente unidos.

Brown Tea & Soup, es un lugar con onda, especialmente por la terraza y la buena atención. La existencia de una pileta y el hecho que es un paseo peatonal, genera la sensación de estar en algún remoto lugar fuera del centro, pero curiosamente está a menos de una cuadra del Palacio de Gobierno. Estz zona está compartida con otro delicioso sitio, el Blue Jar, mi otro anexo de oficina y por las mismas razones.

Hoy recordé el Brown y no dudé un instante en revisitarlo. Gran idea, pues encontré una buena ubicación en la terraza y no tardé mucho en estar pidiendo un rico jugo de melón tuna para calmar la sed  y una entrada francamente seductora, un ceviche de palmitos con mousse de palta. Imaginen un recipiente de greda con trozos de palmitos, cortes de pimiento rojo, cebolla en cuadritos y limón, encima una buena porción de mousse de palta. Delicioso y novedoso!!

El plato de fondo, igualmente seductor, fue un buen trozo de jugoso lomo asado cocinado al ajillo, montado en un risotto de quinoa maravilloso. Qué maravilla de sabores!!

Definitivamente extasiado, no quise siquiera postre para no perder el sabor fascinante. Después de un rato, ordené un café negro y la cuenta, ya que el tiempo no pasa en vano y había que regresar.

Brown sigue siendo rico!!

Descansando con delicias españolas : que rico es Guría

Un periodo de trabajo especialmente intenso, 12 horas diarias sin interrupción, me convierten en un loco en busca de disfrutes intensos por justa compensación. Así,  hoy decidí que debía tener una disfrutable cena y con sabores entrañables. A mi mente vino rapidamente la idea de comida española y un lugar que me trae buenos recuerdos es el Guría.

Instalado en el segundo piso, mientras me acomodaba pedí mi habitual botella de agua mineral sin gas y hielo. recorrí la carta con ansiedad, Llegó mi pedido, junto a unos panecillos calientes, mantequilla y una sabrosa salsa, con lo cual pude recorrer la carta con más tranquilidad. Unos calamares a la romana fueron un buen punto de partida mientras decidía los fondos. Los comí lentamente mientras saboreaba un libro que me tiene entusiasmado, «A la luz de nuestras vidas pasadas» de la notable Amalia Estevez.

Vacilé por unos tres minutos entre carnes rojas o un buen pescado, pero me ganó la idea de una rica merluza a la parrilla con un risotto de camarones. Curiosa mezcla ya que el risotto es de origen italiano y la preparación de merluza es normalmente muy española. Como sea, un plato exquisito y cuyo sabor se magnificó al agregar una buena botella de pinot noir Céfiro, un reserva de Casablanca, exquisito.

Una cena anclada en el recuerdo, algo que me asalta el alma cada febrero y que supongo me seguirá ocurriendo, aunque la vida continúe su curso y cierre la cena con un buen café. Por cierto, buena música ambiental incluyendo unos deliciosos temas de Gotan Project.

Guría, gran opción para el placer y los recuerdos.

Café Urriola : un rico after office

En el barrio Lastarria, se ha ido consolidando la oferta gastronómica en un pequeño pasaje, una suerte de patio delantero de un proyecto inmobiliario al lado del Teatro Lastarria 90. Aquí se encuentran dos sitios exquisitos, la Casa Lastarria y el Café Urriola, hacia donde dirigí los pasos esta tarde. También hay un precioso bookstore y la promesa de una sucursal del Nolita.

Este lugar tiene hace pocos días patente de alcoholes, por lo que recién comienza a mostrar su power. El dueño es un sommelier y por cierto, se ha preocupado de disponer de una carta de vinos muy nutrida y selecta.

Partimos con un ceviche mixto y pisco sour, como es tradición. Tras larga conversación, el hambre se apoderó de mi ser y decidí invitar algo más contundente y aprovechar la carta de vinos. Mi invitada solo quiso un tártaro, pero para mí quedaba mucho mejor una Milanesa Urriola, un enorme sandwich en pan baguette con milanesa, lechuga, tomate, jamón y queso, una contundente delicia. Pedí una botella de un ensamblaje prometedor Estampa Reserva, cabernet sauvignon y petit verdot. Potente caldo tinto de sabores maduros y extasiantes.

Café Urriola, una gran opción para el after office veraniego.

Pachamama : otra delicia peruana

Un día de trabajo brutal bien se merece una cena deliciosa y en un buen lugar. Había pasado en cleta por este sitio desde septiembre  en un montón de oportunidades, paseando por la ciclovía de Antonio Varas, pero jamás lo vi abierto.

Un casual llamado de un amigo y listo, ya teníamos un panorama adecuado para una noche de verano. Mi amigo se fascina de mi afición a descubrir nuevos sitios para disfrutar y esta era una buena ocasión. Al llegar nos percatamos de lo hermoso del sitio, de mucho blanco y con unos grandes cuadros adornando las paredes. Mesas bien montadas y agradable música criolla ambiental.

Es fácil adivinar la mejor combinación para una entrada en un restaurant peruano. Por supuesto, pisco sour peruano para acompañar un ceviche tropical, una combinación maravillosa. El plato con una base trozos de  pescado apanado calientes, camarones, pulpo, piña, cortes de manzana verde, cuadraditos de papaya y durazno, calamares y  jugo de limón abundante. Qué excelente  mezcla!!!

Para los fondos, mi amigo se dejó tentar con un seco de asado de tira con salsa de cilantro, marinado al vino tinto y especias. Por mi parte, no resistí la seducción de unos camarones pachamama, enormes camarones jumbo envueltos en filete de vacuno con una reducción de viono blanco, mantequilla, ciboulette y cilantro. Añadimos una helada botella de pinot noir de Montes 2009 y la magia de la cena nos llenó de placeres gastronómicos.

Extasiados con las delicias ya servidas, nos quedaron ganas para pedir un buen postre. Así completaron la cena un crocante de mango exquisito y una leche volteada.

Pachamama, excelente lugar, de lo mejor de la oferta peruana en Santiasco.

Regreso a Paladares : gran cena de degustación

Hace mucho tiempo, tal vez dos años, que no regresaba a este lugar del Barrio Italia. Por extrañas razones cada vez que me interesaba visitarlo, el local (muy pequeño por cierto) siempre estaba lleno. Como soy aplicado con mis disfrutes, intenté una vez más y conseguí una mesa al lado de una ventana, que es una de las mejores ubicaciones del sitio.

El formato gastronómico de este restoran es el menú de degustación, periódicamente inventado por el dueño y connotado chef Juan Pablo Moscoso. A él se une un equipo estable de colaboradores que lo acompañan por varios años y que hace posible que uno sienta que todos están involucrados y comprometidos con el resultado.

Partí con mi aperitivo, un kir royale, fresco y adecuado, para enfrentar las entradas conformadas por un carpaccio de res a la mostaza Dijon y berros, seguido por un ceviche de champiñones y camarones. Una copa de carmenere reserva fue un ameno compañero de la degustación. Debo añadir que al comienzo pusieron unos ricos panecillos, mantequilla y un fantástico paté de foie, que por supuesto saboreé.

Seguí con mi elección, entre tres opciones, del blanquillo relleno de queso de cabra, jamón y puerros con una salsa de pimientos asados y acompañado de papas asadas y verduras al dente (un bouquetiere exquisito). Nuevamente acompañado de otra copa del rico carmenere sugerido.

Para los postres una combinación de crema catalana (creme brulée), suspiro limeño y frutas con crema, una delicia que se acompaña con un buen café negro.

Que rico es Paladares, lo extrañaba!!

Bariloche : otra terraza para disfrutar

Caminando en la noche por el barrio El Golf, observé la cantidad impresionante de gente que disfruta las terrazas de diversos locales en calle Isidora Goyenechea, lo cual me produce mucha simpatía, ya que es uno de mis deportes favoritos.

Busqué un sitio que no hubiese  probado antes y así terminé instalándome en el Bariloche, un lugar de carnes y que ofrecía una rica terraza, ideal para mi incursión.

Por fortuna, la noche algo más fresca que el tórrido día veraniego de santiasco y poco tráfico vehicular, con lo cual se presagiaba una buena cena.

Partí como es mi costumbre con una botella de agua mineral sin gas y hielo, para sacarme el calor y los anteriores sabores del día. Buen ritual!!

La carta, bastante abundante en appetizers, ensaladas, pescados y especialmente carnes fungidas de estilo Bariloche. Me tenté con una plateada Bariloche acompañada de ñoquis al pomodoro a lo que añadí una copa de un ensamblaje delicioso, el Quatro de Montgras (cabernet sauvignon, carmenere, merlot y malbec). Una combinación deliciosa con una carne bien preparada, sabrosa y blanda y esos fragantes ñoquis.

Fue una cena en extremo lenta y tranquila, me sirvió para pensar, evaluar algunos proyectos y hacer algo de people watching.

Para el postre, no encontré nada mejor que una copa de helado de chocolate africano (sería porque era chocolate amargo, es decir chocolate de verdad), nueces y pasas al ron, una maravilla!!!.

Cerré con un café antes de emprender una rica caminata de regreso al hogar. El Bariloche requiere una mejora en la calidad del servicio, básicamente oportunidad y conocimiento, ya que en amabilidad no hay reclamo.

Maldito calor : salvado en Ambrosía

A la hora del almuerzo en Santiasco sumergido en el calor más seco y espantoso del año, no quedan muchas opciones. Te metes a un sitio con aire acondicionado, lo cual significa estar encerrado (algo que no deseaba) o bien ubicas un lugar que tenga una terraza fresca al aire libre.

Por fortuna existe este favorito, el restorán Ambrosía, rico, bien atendido y con su maravillosa terraza escondida en los traseros de la Casa Colorada. En días como éste, se preocupan de poner ventiladores que generan una fresca y húmeda brisa bajo la sombra de grandes quitasoles, lo cual crea un ambiente agradable para disfrutar un almuerzo en la canícula santiasqueña.

Un mozo nuevo me recibe y me entrega el menú de la chef, normalmente una delicia y hoy no era la excepción. Elegí una quinoa mediterránea como entrada, un delicioso plato con un cerrito de quinoa, acompañado de cortes de tomates perla, aceitunas y otros aderezos deliciosos. Mientras estaba en el trance de elección, aparece la chica que me conoce y no solo me saluda por mi nombre sino que me trae un jugo helado de regalo como cortesía. Me sentí tan regaloneado!!

Para los fondos elegí un oilfish con salsa de alcaparras acompañado de un puré a las finas hierbas y unos cortes de zanahorias con un sabor a pimientos maravilloso(?). Una maravilla la combinación de la turgencia y delicado sabor del pescado y esos toques dulces de la zanahoria además de la sorpresa de las alcaparras. Casi no comenzaba a comer esta exquisitez y nueva sorpresa, aparece la chica con el grinder de pimienta fresca, el cual graduó sin que yo dijera nada, para darme el placer de pimienta cortada (no molida). Qué linda!!!!

Acompañé ese increíble placer con una copa de pinot noir que llegó, como me gusta, muy frío. Que magnifica experiencia, adivinaron todos mis gustos y a tiempo.

Para el postre un budín de albaricoque con salsa inglesa y un delicioso café negro. Me encanta el Ambrosía!!!!!

Disfrutando cena en Pad Thai : gran terraza

Un periodo de noches extremadamente calurosas en Santiasco no permiten estar en casa (a menos que poseas aire acondicionado, que no es mi caso). Nos concertamos con una amiga para comer algo rico y un lugar con una  terraza ideal es, a no dudar, Pad Thai.

Esta magnífica terraza es fresca, con una piscina lista para ser usada, buen espacio entre mesas y sobretodo un ambiente rico y bien atendido. Quizás el único defecto del lugar sea que solo funciona con efectivo, pues me jode andar con él, siempre prefiero mis tarjetas para mantener mi orden.

Partimos con una gaseosa para ella y para mí un rico sour thai, una mezcla deliciosa de pisco sour con leche de coco y albahaca, una delicia!!. Acompañamos este inicio con un satay de camarones, unos ricos camarones de buen tamaño ensartados en unos pinchos, ricamente  salteados en una salsa muy thai y con un pote de una salsa verde para untar. Buena combinación.

Para los fondos, un Kang Dang y un Pad Grapraw, pollo y res respectivamente, con verduras salteadas, curry picante (solo nivel 1) y agridulce el otro, ambos platos fragantes y bien acompañados con arroz blanco. Un infaltable, la botella de vino, un ensamblaje de cabernet sauvignon y syrah, William Cole Alto Vuelo, que estuvo fantástico. Todavía recuerdo que hace dos años ni siquiera tenían patente de alcoholes, de verdad que se han superado y mantienen la gran calidad de su cocina.

Buena conversación y gran disfrute de la noche.

Cumpleaños en Scena : entretenida cena

Un gran amigo cumple 50 años, si!!, la mitad de un siglo. Qué notable y eso es una excelente excusa para celebrar. Amigo entrañable y de buen gusto, suele organizar sus propios festejos cumpleañeros y quería juntarnos en el Olivié, un restaurant ruso cuya comida le trae ( a mi también) buenos recuerdos. Sin embargo, el cosmos había decidido algo distinto.

Esperamos sentados en el paradero de buses enfrente del restaurant por más de media hora a los otros comensales. El Olivié curiosamente cerrado y mi querido amigo algo incómodo por el trance, pero una animada puesta al día de nuestras vidas, hizo pasar el tiempo de manera vertiginosa. Después de todo, estábamos en el centro de un barrio gastronómico, por lo que opciones sobraban.

Tras completar la puesta al día, sentados en un paradero enfrente del cerrado Olivié, le invité a un lugar apropiado para disfrutar y cumplir con la restricción que suponía su  gastritis oportunista. Mientras caminábamos, Le Vieux Coq y pareja, otros grandes amigos  llegaban a la cita majestuosa.

Todos juntos entonces nos dirigimos al Scena, un sitio muy tranquilo del barrio Italia y que conozco muy bien. Estaba vacío a esa hora y elegí la mesa redonda con el sillón circular más grande que conozco.

La cena comenzó con unas cervezas, agua mineral y en mi caso con un bellini de mango. Pedimos también una tabla de rolls fantástica, una combinación deliciosa de sabores con rolls de palta, sésamo, merkén y hasta con pasta de ají amarillo.

La conversación fecunda no dió tregua, pero nos dimos tiempo para pedir los platos de fondo. Un filete de turbot grillado con un rico risotto de hongos, un medallón de filete en salsa de oporto sobre  papas, champiñones y gratinado de mozarella y el plato más elegido, un atún sellado acompañado con puré de camote. Como cortresponde, pedimos un par de botellas de pinot noir, ambas del valle de Casablanca y a la temperatura perfecta para hacer muy placentera esta cena.

La comida definitivamente deliciosa y agazajados de manera permanente por le bella y bien dotada  mesera. Algunos decidieron agregar postres, pero para mí era suficiente.

Pasada la medianoche, nos fuimos al departamento de Le Vieux Coq para seguir conversando, esta vez en la terraza mientras bebíamos un grandioso café.

Gran cumpleaños, el cual por cierto continuaría,  como es la tradición, en el Cajón del Maipo durante el fin de semana.

Amledi el tonto : Raúl Ruiz teje historias

Confieso que asistí a esta obra en el Teatro Municipal de Las Condes más tentado por la curiosidad que por otra cosa. Que se espera de una adaptación de la tragedia de Hamlet o de un cineasta que se atreve una vez más a incursionar en teatro?. El resultado, me encantó.

Es una obra hilarante, pocas veces me he reído tanto con algo tan serio como la tragedia clásica además mezclada con mitos populares chilotes que Raúl Ruiz mezcla con inteligencia para producir un efecto extraordinario, dan ganas de no pestañear siquiera para no perder los detalles deliciosos del guión y del talento de una tremenda cantidad de actores descomunales.

Entre los grandes actores que participan (son muchos) puedo destacar a Claudia Di Girólamo (contundente como siempre), Tamara Acosta (extraordinaria), Francisco Reyes (me hizo reir tanto), Rodrigo Soto, Daniel Alcaíno y Pedro Villagra. Mucho talento puesto en las manos del director para obtener una obra genial, defintivamente imperdible!!!.

Cada acto de la obra va precedida por la intervención musical en vivo de músicos de bronces y una caja de percusión, lo que produce una cierta solemnidad, ficticia por cierto, ya que rápidamente la acción pasa a ser iconoclasta y tragicómica.

Tras este filete y con mis manos adoloridas de tanto aplaudir (como todos en la sala, especialmente cuando un tímido Raúl Ruiz se asoma por un costado), me fui rapidamente a atender un compromiso especial. El aniversario de matrimonio de mi amado hermano menor. Me esperaban en un restoran que descubrí hace poco y que ellos eligieron para la ocasión. Se trataba del Jewel of India en el barrio Manuel Montt, que tal como yo sospechaba se está transformando en una gran opción.

Instalados en la terraza del lindo patio interior, nos dedicamos a pedir platos diversos para hacer una buena degustación mientras bebíamos unos tragos y un par de botellas de buenos vinos. Excelente!!!

El dueño, Rakesh Arora, no solo me recibió con cariñosos abrazos sino que nos agazajó con algunos appetizers y unos postres de regalo. Que rica celebración!!

Gran noche, dan ganas de repetirla.