Este lugar se anunció sin aspavientos mientras ocurrían movimientos en el barrio Manuel Montt, salía Don Peyo, entraba El Camarón de Gorbea. Varios paseos en cleta me acercaban al lugar sin poder concretar y esta noche decidí ir a la segura.
Partimos con un amaretto sour y un sorpresivo catamaran pinot noir, un aperitivo encantador por ser un sour pero con la sutileza de un vino exquisito como es ese vino.. Acompañamos con un carpaccio de pulpo y unos locos mayo, delicias que saben mejor compartidas.
Para los fondos, ella selecciona un atun sellado con rissoto con palta, genial selección y yo un salmon salsa pomodoro y papas chaucha, deliciosos platos que merecían un vino de campeonato, un Casa Silva pinot noir 2007, espectacular!!.
Un sitio amplio, con la elegancia de la sencillez estética y con un servicio de 5 estrellas. Prometenconvertirse en un imperdible del barrio Manuel Montt y me alegro haberlo disfrutado tempranamente.
El hambre y el placer fue suficiente para aceptar los postres, una torta hojarasca manjar y un creme brulée, que bien acompañados con unso fragantes y potentes cafés, completaron la incursión de placer de este día.
Está muy rica esta Marisquería, merece ser revisitada muchas veces!!!