Bluseros Muertos : la delicia de un nuevo disco

Aunque tuve el privilegio de conocer las canciones del grupo en forma anticipada, en diversos estadios de avance de la grabación  y siempre con el entusiasmo y talento desbordante de Gatillo, gran amigo y cómplice, nada puede compararse a asistir a un lanzamiento en vivo de la banda.

Tengo una larga historia con esta banda deliciosa y me daré el gusto de contarles mi disfrute de esta noche especial. Partiré más de un mes atrás en que me llega la invitación a este espectáculo en la SCD de Bellavista, lugar de buena música y de lindos recuerdos. De la banda original solo queda su alma mater, Gatillo Gerard, aunque los espíritus de los otros integrantes están de una u otra forma siempre presentes (eso incluye la explícita referencia a cada uno  en un tema del  nuevo disco). Los nuevos integrantes, derrochan habilidades aunque todavía  no tienen la soltura escénica de la banda original.

La estupenda sala de la SCD comenzó poco a poco a recibir a los convocados, la gran mayoría amigos entrañables, todos entusiastas seguidores del talento que destila este grupo, pues a pesar de los cambios de músicos mantiene la impronta creativa y la infinita capacidad de hacer buena música, con letras potentes a veces divertidas y otras simplemente humanas y emocionantes. Después de todo, el blues es lo más cercano a la poesía de lo cotidiano, lo triste y depresivo que puede llegar a ser enaltecedor de la capacidad del ser humano de salir siempre adelante.

Este lanzamiento contó con la participación de varios poderosos músicos amigos de Gatillo que dieron los toques de diversidad y belleza musical a algunos temas del disco. Las armónicas bluseras y el saxo fueron un gran y hermoso detalle en la atmósfera del recital.

Me gusta este grupo porque más allá del talento instrumental de todos los músicos y la voz extraordinaria de Gatillo, se busca y muchas veces se consigue más que una canción sino una verdadera performance en el escenario, en donde lo histriónico, el virtuoso uso de los espontáneo y donde lo casual se transforma en una palanca para ofrecer más diversión y sobretodo más complicidad con el público.

El tema Cenicero no solo tiene un buen ritmo sino muy pegajoso que invita a cantar, de ahí el contrapunto de  la dulce balada Nada es Eterno reconforta el alma para luego pasar a un enfoque clásico y exquisito de Bluseros con el tema Las Paredes de Dios. Me reí mucho cuando escuché Yo Me Hago El Sordo, porque sé que se originó en un juego con el público en una vieja tocata del grupo y me emocioné más con el tema Estoy Pensando en Cambiar de Corazón, que contiene un verso de un poema que escribí hace un par de años y que Gatillo valoró y transformó en un temazo.

La poesía tremenda aparece en Soy mi Propio Asesino y el tema Esto es Sanidad, que da nombre a este disco y que resume finalmente  la historia del grupo.

No cabe duda, hay power para rato y eso reconforta el cuerpo y el alma. Bluseros Muertos, sigue siendo underground pero una vez que los conoces no puedes sino rendirte ante el talento y la fuerza de quienes dan lo mejor de si mismos para el deleite universal. Algo que me gusta demasiado es como se suma bellamente la música y otros artes en un mismo cometido y todo de la mano de la amistad, la carátula del nuevo disco es una pintura de un artista excepcional y amigo común, me refiero a Hijo Ra. Espero que también puedan disfrutar su increíble arte.

Fue una noche genial en el mejor lugar y con las mejores personas, me alegro de ser un fanático de esta banda. Dejé algunas fotos para el recuerdo.

Vichuquén : gran almuerzo

Me gusta este lugar y si se trata de celebrar 100 años, 50 míos y 50 de otro gran amigo, definitivamente formidable. Después de todo el tiempo nunca pasa en vano y siempre es buena excusa para pasarlo bien.

Este sitio me gusta desde hace mucho y hoy descubrí que ofrecía un gran menú con buffet incluido. Considerando las posibilidades, entre todos nos pareció genial la opción  de un choclillo de wagyu asado al horno con puré criollo y salsa de champignones para los fondos.

Previamente, nos ofreció el abundante buffet de entradas, con todo tipo de posibilidades, desde una empanada de mariscos hasta cortes de carpaccio, ceviche, tortilla de papas, y cuanta delicia de me viene a la mente. Un buffet increíble, que podría visitar incesantemente.

Extraordinaria conversación, después de todo somos amigos por más de 16 años, esa es una medida de muchas cosas y mucho más de lo que duró mi matrimonio. En medio de nuestro placer, comenzamos a cancelar reuniones con el objetivo de prolongar nuestro encuentro, lo cual fue maravilloso. Después de todo celebrábamos un siglo conjunto, la amistad es un gran tema en nuestras vidas.

Llegó el momento de los postres y teníamos nuevamente la opción de un gran buffet, que aprovechamos con lujuria. Después de todo, pocas veces nos juntamos a celebrar y unas cuantas miriadas de calorías vienen bién.

Finalmente, como es mi costumbre, un delicioso café negro, vino a coronar el trance gastronómico.

Qué rico es el Vichuquén!!!

Ambrosía : deliciosa terraza

Uno de esos días calurosos y con una eterna mañana de compromisos laborales, solo incrementó mi deseo de poder ir a alguna buena terraza a disfrutar un almuerzo de primera.

No fue necesario pensar mucho dada la pobre oferta en el centro de Santiasco, así que caminando rapidamente ya estaba instalado en esa exquisita terraza escondida tras la el museo Casa Colorada en donde precisos ventiladores mantienen una atmósfera fresca y disfrutable.

Me atiende un mozo nuevo, pero pude notar como poco a poco otro mozo bastante habitual en anteriores visitas le aconsejaba sobre la atención. Buen detalle, ya que todo fluyó de manera fantástica y que es lo que me hace volver a este lugar.

Consultada la carta, pedí un Filete Croque Madame, trozo filete sobre una delgada masa con salsa bechamel incluido el jamón crudo, queso roquefort y algún fruto seco molido, coronado con un par de huevos de codorniz fritos y acompañado de papas hilo y una buena dotación de hojas verdes y pequeños crutones. también solicité una botella de un Malbec 2010 de Casillero del Diablo con abundante acidez para acompañar muy bien este plato

Mientras llegaba mi plato, se acercó el mozo más antiguo y charlamos un rato acerca de lugares de jazz, pues me comentó que me había visto en un sitio de jazz en Patio Bellavista en donde trabajaba algunas horas. Grata sorpresa y buena conversación.

Para los postres, la tentación de un Marquise de Chocolate y salsa de frambuesa fue preciso para luego  cerrar con mi rico café negro.

Definitivamente, Ambrosía tiene la mejor terraza del centro.

Travesía Provincia – El Manzano : maravillosa aventura

Pasé muchos días esperando que el calendario me regalara esos tres días inhábiles que requería esta hermosa travesía por los cerros de la Cordillera Central y que me llevaría desde el cerro Provincia en la comuna de Las Condes hasta la zona de El Manzano en el Cajón del Maipo.

Organizado por un notable malayo, Gustavo, hubo muchos que se sintieron llamados a esta aventura, pero la cordura y un buen sentido de la seguridad permitió que el grupo fuera conformado por solo 23 entusiastas aventureros.

El día inicial y a la hora señalada, junto a mi gran amigo René y su nieto Nacho, llegamos al punto de encuentro en la entrada de San Carlos de Apoquindo. Equipados con todo el sobrepeso que nuestras espaldas pueden soportar (siempre es más de lo que recomiendan las reglas empíricas), poco a poco llegaron casi todos los malayos convocados.

Claramente esta aventura se constituiría en una de las travesías más numerosas que hemos realizado con los malayos y aunque a poco andar, mientras subíamos el cerro Provincia, se produjo un abandono por fatiga (hay que reconocer que no es fácil subir este cerro con carga), lo concreto que quienes continuarían lo harían hasta el final.

Cuando llegamos a Cancha Carrera, el frío comenzó a sentirse muy fuerte, estaba cayendo plumillas de nieve y la temperatura ambiente claramente había descendido mucho. El buen ánimo y sobretodo las ganas, nos llevaron a continuar el ascenso pues, a pesar de todo, estaba calculado que a todo evento llegaríamos con luz de día a la cumbre para hacer nuestro primer campamento.

Un frío intenso nos recibió en la cumbre y además de nuestro grupo, una interesante cantidad de otros excursionistas estaban en el lugar. Armamos campamento y comenzamos la rutina de hacer agua de la nieve para equiparnos para la siguiente jornada y para cocinar nuestra primera cena de la travesía. Con mi cordada, Pussy, preparé un rico puré al merkén con unas vienesas de pavo que saboreamos hasta el final, hambrientos y con mucho frío.

Muy temprano, ya estábamos arropados al interior de la carpa y nos dimos a la tarea de intentar dormir lo mejor posible tras la agotadora jornada. La vista desde la cumbre de Santiasco iluminado es formidable, dan ganas de estar siempre mirando desde esa altura y con la sensación extraordinaria de libertad que nos regala la montaña.

Temprano por la mañana, demasiado para mi gusto y con bastante frío (varios grados bajo cero), desayunamos de manera cómoda pues tuve la precaución de guardar agua caliente en mi termo y que se mantuvo muy bien durante toda la noche. Habiendo consumido una gran cantidad de calorías (ricas por cierto), nos dispusimos a desarmar campamento para iniciar la segunda jornada de nuestro viaje.

Dejamos el cerro Provincia y nos dirigimos al Morro El Tambor, un sendero muy claro y que sigue el curso de los filos de las montañas del sector. Varias horas de caminata con algunos descansos para incluir alimentos en nuestros cuerpos hasta llegar a las cercanías del desafiante San Ramón. Este cerro presenta una permanente ventolera de aire frío que a veces puede ser insoportable. Dejamos las mochilas y abrigados adecuadamente, nos fuimos por su cumbre.

Una vista excepcional, a pesar del viento implacable, nos permitió tomar muy lindas fotos de nuestro grupo. Me produce mucha alegría ser parte de un equipo tan espontáneo, buena onda y especialmente sano, lo cual se nota permanentemente en detalles deliciosos. Nadie discute los liderazgos, son naturales, todos en forma instantánea están dispuestos a ayudar a los demás, todos cooperan en mantener la armonía y alegría del grupo. En verdad, es demasiado grato, disfrutar la naturaleza en tan buena compañía.

Regresamos por nuestras mochilas y bajamos en dirección a Los Azules, buscando un lugar en donde cerrar nuestra segunda jornada con un campamento en donde recuperar energías y descansar. El lugar elegido, considerando cuanta luz de día quedaba y el cansancio del grupo, no fue el mejor pues el viento era implacable. Sin embargo, la buena onda primó y con maña fuimos capaces de armar las carpas a pesar del viento y mejor aún, hasta pudimos cocinar en condiciones absolutamente adversas. Esta noche, con mi cordada nos hicimos unos fideos caracoles con crema y atún, los cuales engullimos escondidos del viento en la carpa.

La segunda noche fue algo tortuosa, pues el viento nos azotó incesantemente, al punto que gran parte del tiempo el techo de la carpa nos golpeaba las caras. Evidentemente, fue difícil dormir en forma continua, pero igual descansamos lo suficiente como para retomar la travesía con muy buen ánimo.

Considerando el viento, decidimos que desayunar merecía un mejor lugar, así es que iniciamos tempranamente el descenso hacia la casa de un arriero, en donde sabíamos que encontraríamos agua y unas mesas en donde darnos un festejo.

En efecto, tras unas pocas horas, llegamos primero a un refugio abandonado (que ganas nos dieron de reconstruirlo en nombre de Los Malayos) y luego llegamos a la casa buscada en donde nos dimos maña para un banquete malayo de epopeya. Es divertido observar como de las mochilas salían delicias, jamón serrano, huevos, quesos, paltas y cuanta exquisitez se puedan imaginar. Ahí tomé contacto, una vez más, con el espíritu del grupo, había que pasarlo bien y todos dieron lo mejor para que eso fuera posible.

Desconozco como fuimos capaces de seguir la travesía después de comer tanto. Pues bien, continuamos la ruta, descendiendo e iniciando el cruce repetido del río, haciendo equilibrio en las rocas, improvisados puentes que todos salvamos sin complicaciones mayores. Perdí la cuenta de cuantos cruces de río realizamos, pero todos y cada uno de los integrantes del grupo lo conseguimos.

Hacia el final de la travesía, el bendito regalo de las empanadas y cervezas, que nos esperaban a la salida de El Manzano. Allí, previo aviso, nos tenían una provisión asombrosa de empanadas de pino, también de queso, para saciar toda el hambre acumulada. Un final de antología para una travesía maravillosa.

Unas fotos del recuerdo, para mis queridos malayos.

El Ganso y la Parrilla : un cambio necesario

Buscar lugares para comer rico en el centro de Santiasco es una obsesión que me acompaña hace algunos años y que reconozco nacida de mi inconformismo estructural con la apabullante oferta de comida rápida que basurea el centro. La enorme cantidad de personas que trabaja en el centro perfectamente permite tener ofertas para comer con más calidad y a precios razonables.

Para justificar la incursión, nada mejor que una reunión almuerzo para poner al día muchos temas con un viejo partner. Lo llevé directo al Paseo Bulnes, un sector que debería estar lleno de ofertas gastronómicas y podría convertirse en poco tiempo en un polo del disfrute. No hay tráfico vehicular, es un paseo peatonal, cuenta con grandes espacios y lindas fuentes de agua, es definitivamente perfecto!!.

El lugar elegido para la ocasión, el ganso y la parrilla; en abierta referencia a una de las tabernas de la masonería del siglo 18; es un sitio de tamaño mediano, muy sencillo pero bien atendido. El rumor de conversaciones en su interior, nos llamó la atención por lo animado y a pesar de haber dado una vuelta viendo otras opciones (pues las hay), regresamos a instalarnos aquí.

Afortunadamente, allí estaba una mesa libre, la única, para que pudiéramos iniciar nuestra reunión. Agua mineral para refrescar gargantas y luego sumergirnos en la carta, bastante abundante para nuestra sorpresa. Los platos, acordes al hambre desatada, una enorme hamburguesa casera en formato «a lo pobre» y un trozo tremendo de lomo con puré al merkén sumados a una buena botella de cabernet sauvignon, fue nuestro potente acompañamiento mientras analizábamos una multitud de temas y armábamos estrategias para resolverlos.

Un almuerzo largo y entretenido, gozando esas opciones escondidas de santiasco.

Asia Lima Cevichería: una nueva opción

Vagar por una noche casi estival me da la ocasión de descubrir nuevos lugares y me hace más feliz si consigo un sitio para comer algo rico. En una calle de Providencia (General Flores) que ya cuenta con dos sitios contiguos bien conocidos por mi, en una tercera casa que fue sometida a  una profunda y necesaria remodelación, aparece este fachoso sitio. Me llamó la atención rapidamente pues se anuncia como cevichería, algo muy poco común entre la abundancia de sitios peruanos que hay en Santiasco. Aunque todos tengan ceviche!!

El lugar está muy bien armado, bonito mobiliario, buena música lounge e iluminación, además de una terraza exquisita (algo que me fascina de cualquier restoran en esta época). Debe llevar alrededor de un mes desde su partida y ya cuenta al parecer con alguna clientela, que disfruta el primer piso y la terraza (supongo que el segundo piso se habilitará pronto)

Instalado en la terraza, rápidamente fui atendido por un mozo bien uniformado, quien me proveyó de la interesante carta de comidas. Por supuesto, me adelanté a pedir un pisco sour pues, como es obvio, iba a probar algún ceviche y la carta ofrece varias opciones, quizás no tantas como imaginé. La carta es definitivamente una carta de comida peruana, con esas deliciosas variantes asiáticas (nikkei, shifa).

Llegó el aperitivo, pero mi plato de ceviche Asialima no aparecía y tuve que recordárselo al mozo. Los ritmos todavía no están completamente acordes al rito gastronómico. Mientras comía mi entrada (unos cubos de corvina fresquísima con calamares fritos al panko y leche de tigre, absolutamente genial) y disfrutaba ese suave -muy suave quizás- pisco sour, pedí mi plato de fondos.

Unos ravioles a la huancaína, deliciosa masa de wantan rellena con centolla, crema y ají amarillo; un plato extraordinario con legítimo sabor peruano. No podía faltar en mi cena un buen vino y encontré un delicioso pinot noir de Matetic que cerró el círculo virtuoso de los sabores.

El lugar claramente posee una estupenda cocina y tal como le comenté al joven chef Rodrigo Santistevan, dueño y anfitrión del restoran, lo que hay que refinar son los ritmos de atención y esa habilidad de los mozos de estar atentos a las necesidades del cliente. No deben esperar que pida llenar mi copa si la botella está a cargo del mozo por ejemplo.

Para los postres, curioso pero solo dos opciones, algo mezquino pero no me amedrentó y terminé por probar un exquisito turrón de chocolate con salsa de maracuyá.

Me gustó y hago votos porque se mejore el servicio, ya que la cocina y el lugar  prometen muchísimo.

Disfrutando Arica y alrededores : gran experiencia filetaria

Dificil resulta resumir una semana de experiencias disfrutables en esta Primera Región de Chile, pero me referiré a aquellos aspectos más disfrutables para cualquiera que visite la región.

El primer día fue claramente de ambientación, caminar por la interminable playa con la deliciosa ausencia de multitudes humanas y muchos pájaros, arena y algunos surfistas (claramente el surf tiene cuento en este litoral). Fue una larga caminata por la arena en busca de nada, solo disfrutar el paisaje y el viento en mi cara. Crucé desde la playa de Chorrillos, pasando por el puerto de Arica, la ex Isla El Alacrán, la playa El Laucho y llegando a la playa La Lisera. Una muestra fantástica de las lindas playas, el oleaje impetuoso y las diferencias sociales a la vista en las construcciones alrededor. Claramente en El Laucho está la mayor concentración del ABC1 de la zona.

Tras el paseo y un poco desconectado de los horarios y del significativo hecho que ese día era 18 de septiembre y estaba todo cerrado, regresé hacia la playa Chinchorro en donde había visto lugares atendiendo. Así fue que mi primera incursión gastronómica la hice en un sitio delicioso, el Rayú, autodefinido de cocina gourmet. Qué menjor para una bienvenida!!

Me instalé en su exquisita terraza y partí examinando la carta mientras me servían una botella de agua sin gas. Me tenté con unas machas a la parmesana, las machas más grandes que he comido en mi vida. Increíblemente sabrosas y abundantes, aunque mi hambre daba para mucho más y la carta, nuevamente en mis manos, me encaminó a un Filete relleno Rayú, una delicia de filete relleno con pimientos asados, champiñones y salsa Bechamel, todo ello acompañado con unas papas doradas en cortes muy singulares. Un plato maravilloso que me aseguré de brindar con una botella de Viu Manent Gran Reserva malbec del 2009. Exquisito!!

Almorzando lento y disfrutado, me quedó tiempo y espacio para servirme un Suspiro Limeño de mango y maracuyá, mortal!!!

De todos los lugares que visité, debo rescatar mi primer almuerzo (no fue el único e igualo quedé con gusto a poco) en el Maracuyá, un restoran en la playa, con una terraza magnífica y una atención mejor. Una botella de agua sin gas para comenzar, mientras la brisa marina me adelantaba el largo disfrute de un almuerzo playero. De la carta me asaltó sin contratiempos lo que sería mi entrada. Un tiradito de pulpo y palta, con mayonesa, limón, hojas verdes y cilantro. Una delicia, que realcé aún más cuando pedí un salmón antártico, salmón rosado apanado con semillas de cilantro, aceite de oliva, salsa de maracuyá y naranjas y crema de leche, acompañado de papas hilo. Una maravilla que todavía disfruto recordando. Para ese plato delicioso pedí una botella de sauvignon blanc de Miguel Torres, que combinó genial.

Extasiado de sabores, para los postres me dejé seducir por la recomendación del mozo, una torta de chocolate increíble que acompañé con un buen café negro.

En otro paseo playero, siempre caminando, llegué a un sitio muy interesante y que también visité más de una vez, fundamentalmente por el buen servicio. Tuve largas conversaciones con el mozo que siempre me atendió y su afán por conocer y aprender me ganó, hay algo más enaltecedor del ser humano que querer ser mejor?

En Tuto Beach, una acalorada tarde, partí con una palta cardenal deliciosa, pues venía con unos camarones de tamaño absolutamente gigante (acromegálicos). Tras la sorpresa y mejor digestión, seguí con un filete de corvina grillado con un gran acompañamiento de palta y papas y un buen vino Corton Errazuriz Sauvignon Blanc 2007 delicioso. Para el postre, un acaramelado de manzana en vino, formidable.

Museo del Mar, una casona en una pequeña calle secundaria y que solo es visible por el cartel en la calle, ya que la palabra museo ejerce atracción instantánea en mis ojos.  Es un museo pequeño pero extremadamente laborioso, pues la cantidad de muestras de cuanto espécimen puede existir y principalmente existió en nuestras costas y en otras lejanas, hace pensar en un personaje obsesivo y amante de la belleza detrás de todo esto. La verdad es que el museo es el resultado milagroso de un individuo, tal como cuenta el díptico que conseguí al visitarlo. Alrededor de 45 minutos de asombros mientras paseaba mis ojos por las vitrinas apretujadas del lugar. Notable trabajo!!

Habrá más típico de Arica que su famoso Morro. Pues bien, uno de esos días decidí visitarlo y tras subir por uno de sus accesos, me encontré absolutamente solo observando la ciudad y el mar desde la altura. Dediqué un tiempo a tomar fotografías y de pronto me di cuenta de la existencia de un museo, que por supuesto visité. . Nada muy extraordinario excepto la apología del ejército de su toma en el contexto de la guerra con Perú y Bolivia.

Bajando del Morro, me encontré con el museo más interesante de la ciudad. Se trata de un hallazgo en el subsuelo de una casa de una enorme cantidad de momias de la Cultura Chinchorro (Sitio Colón 10). Una cultura extraordinaria con unas técnicas de momificación únicas en el mundo, ya que además de su increíble antigüedad están en muy buen estado.

Un restorán que intenté visitar varias veces fue el Terra Mater, sin embargo debido a un robo que sufrió el local en pleno centro, permaneció cerrado toda la semana. Por suerte, mi habitual técnica de conocer caminando, me llevó a muchos sitios, entre otros, el Café Valentine, el Dimango, el Caffellatte, un extraño Lo Nuestro, el Bar Previa y el Café del Mar.

Otro sitio que merece comentarse es el Varo’s, ubicado en la playa Los Lauchos, con una terraza deliciosa en la misma playa y una música lounge muy bien seleccionada. Con un extraño formato sin carta, solo los platos que el chef había inventado ese día. Eran varias opciones de cada tipo, por lo cual igual me tenté a probar el lugar y partí con un ceviche de pulpo para seguir con una albacora provenzal montada sobre un puré de habas, mientras bebía una botella de carmenere 120 edición Bicentenario. Para los postres un mousse de maracuyá y un rico té verde con berries. Un lugar delicioso!!

Finalmente quiero destacar al Mojito Pub restaurant, en donde una noche decidí cenar. Un sitio muy taquillero, con pantallas gigantes con recitales musicales en donde disfruté un concierto de Depeche Mode y otro de Cranberries geniales. La comida fue un Filete Mojito, un delicioso filete coronado con tocino y una salsa de tres pimientas acompañado con un risotto maravilloso. Le añadí un Botalcura Malbec 2008 del rico valle del Maule que quedó perfecto para mi especial satisfacción.

Conocer ciudades de esta forma, que llamo krrtrekking,  me produce un placer excepcional que espero repetir tan pronto sea posible. Dejé fotos para disfrutar.

Los Cuates : cena sabrosa

Hoy fue otro día en que no solo soy quien abre la oficina sino quien la cierra, es decir, brutalmente cansado. Por suerte eso me alienta a realizar algo distinto y particularmente disfrutable, ya que la vida debe tener compensaciones y no me permito fallar en eso.

Los Cuates es de los pocos restoranes mexicanos en donde hacen verdadera comida mexicana, con eso quiero relevar por ejemplo, que fabrican sus propias tortillas de maíz que venden a otros y que hay mexicanos atendiendo. Un detalle que se nota, según sea la capacidad de aventurarse en la oferta gastronómica del sitio.

Partí con un clásico tequila margarita con mango, una variante deliciosa que me vino de maravillas. Acompañé estos inicios con unas quesadillas tradicionales acompañadas del habitual guacamole.

Para los fondos, nada mejor que un plato típico del México profundo, un Alambre, puesto en sencillo es  carne a la plancha salteada con pimentones, cebolla, queso, tocino y las adecuadas guarniciones, porotos negros refritos y guacamole, además de las calientitas tortillas de maiz que cierran el circuito virtuoso de este exquisito plato.

La carta de vinos no es muy abundante, pero logré incluir en mi cena un carmenere de Viña Sutil Colchagua State, un acierto inesperado.

Para los postres, que mejor que una inyección dulce de crepes Los Cuates, o sea panqueques calientes con manjar,  chocolate, una  nube de nuez, algunas ricas almendras y helado de vainilla. Una delicia para el cierre de mi incursión.

No podía abandonar el lugar sin beber un cafe hervido mejor conocido como cafe de olla, especialidad de la casa, algo sin parangón en la oferta santiasqueña.

Sin ninguna ostentación, Los Cuates es un lugar delicioso!!

Almorzando rico para romper la rutina

Nos concertamos con una antigua amiga para almorzar rico y celebrar la vida. Hay mucho que celebrar, la acaban de convertir en abuela al mismo tiempo que su padre, con un cáncer terminal, sigue sobreviviendo a pesar de los pronósticos en contra. La vida se abre paso siempre.

Un día especial porque sentía la necesidad de darle una alegría a sabiendas que ella porta una gran pena. Eso me iluminó rápidamente y la elección fue clara, comer rico en ese lugar que tiene dos caras deliciosas, La Cevichería y La Bifería.

Partimos con unos pisco sours y un ceviche de corvina que estaba exquisito y que compartimos en perfecta complicidad. Instalados en la pequeña terraza del lugar, estábamos a nuestras anchas en grata conversación mientras disfrutábamos el placer de comer.

Para los fondos, mi querida amiga se atrevió con mi sugerencia de un Vacío Centro mientras yo elegía mi fetiche, el filete de este lugar, el más rico que he probado en Santiasco. Acompañamos con puré de papas con queso de cabra y rúcula y un vino notable que me llamaba desde la carta, un ensamblaje Cordillera de Miguel Torres, una maravilla que rara vez me pierdo si está disponible.

Tanto placer nos hizo olvidar que el tiempo pasa y de pronto mi teléfono se llenó de llamados, era requerido en una importante reunión que había olvidado.

En fin, un almuerzo demasiado rico!!

Una cena deliciosa en Rivoli : siempre notable

El Rivoli debe ser uno de los restoranes que mejor mantiene su nivel de servicio y calidad de su oferta gastronómica, a pesar de los años y de esa fama que muchas veces hace dormir en los laureles a más de alguno.

Partimos con agua mineral, mientras revisábamos la interesante carta de platos, hoy claramente íbamos por buenas masas y este lugar las ofrece en muchas variedades. Sin embargo, lo primero que probamos fue un pulpo grillado maravilloso, como pocas veces se ofrece y se cumple. Carne turgente, de toque ahumado, sabrosa y definitivamente imperdible. Acompañados por la música y la permanente atención del mozo, gran preocupación por atender bien, cuánto se agradece!!

Tortelloni de Zucca, rellenos con ricota y zapallo camote con mantequilla y salvia fue la selección de mi partner. Para mí, un Gnocchi amatriciana, hechos de papas y cubiertos con salsa de tomates, tocino, ají y vino blanco, me llenó el gusto. Para acompañar esta rica selección, un ensamblaje de syrah y viogner de Estampa Reserva edición limitada, exquisito!!.

Los postres no se hicieron esperar mucho, una torta de manjar y un rico cannoli sicilliani con helado de pistachos. Maravillosos!!.

Como es costumbre, al cierre unos cafés negros de intenso sabor. En realidad, da gusto volver a este lugar, la calidad manda.