Como casi todos los sábados, tras un reparador sueño, tomo mi fiel cleta y salgo a recorrer las calles de Santiasco con el modo caza de graffitis ON y siempre con ganas de disfrutar un buen rato. Comencé por el Parque Forestal para seguir por las ciclovías hacia el centro en busca de unos graffitis dateados, algo que fotografié en detalle. Luego seguí hacia la zona de Plaza Ñuñoa para revisar la oferta gastronómica que por cierto, incorpora una nueva sede del divertido restaurante The Clinic en el mismo lugar en que estaba La Terraza y posteriormente el 35 mm. De ahí me volví hacia la costanera y seguí hacia el Parque Bicentenario, llenísimo de gente con muchos niños y animados disfrutes familiares. Enfilé hacia La Pirámide y subí el cerro San Cristóbal hasta la plaza Antilén en donde aproveché de beber un jugo de mango y arándanos preparado a pedido en el mismo lugar. De ahí hacia la cumbre del Cerro en donde un rico jugo de mote con huesillos, sin mote ni huesillos me regresó la energía para poder volver a mi departamento. Antes aproveché de visitar la exposición de esculturas de aluminio en el Parque de Las Esculturas, una preciosa muestra que también incluí en mis fotografías.
Durante mi regreso, me percaté que algo pasaba en el río Mapocho, las cletas estaban bajando al lecho del río y era legal!!. No perdí un segundo, enfilé por la rampla y realicé mi primer circuito en lo que espero sea una nueva ciclovía en Santiasco. Qué maravilla, correr mi cleta por el lecho de piedras del río Mapocho, algo inesperadamente delicioso.
Lindo paseo, completamente repetible.