Jueves 20 pasadas las 22:15 horas, se deja caer la música electroacústica del grupo bajofondo en el Teatro Caupolicán. Bastante lleno el lugar y solo fans, porque el delirio se desató con los primeros acordes de la fascinante e inclasificable música del grupo. Con gran potencia en los parlantes y una buena combinación de luces y proyecciones (una chica a cargo), el show fue un éxito desde el comienzo.
En menos de una hora, ya tenían a todos bailando, saltando y dando el mejor jugo electrónico. Un paseo por los temas más famosos de la banda, para llegar a una suerte de intermedio virtuoso. El gran Martin Ferres nos deleita con su maestría en el bandoneón. Luego van apareciendo otros instrumentos acústicos, hasta que se vuelve a conformar el grupo y el power nuevamente hace vibrar el teatro. Músicos virtuosos, la voz potente de Santaolalla incluso superpuesta sobre su propia voz en las bases electrónicas, rapeados y hasta intervenciones de mix y scratch del virtuoso Supervielle.
Dos horas de show y tres bis notables dieron por terminado el show y sin detenerse un segundo partió un carrete electrónico de miedo.
Extraordinario espectáculo, original, potente y bailable.