La Percanta : una oferta sabrosa

En el mismo lugar en donde existió el excelente restaurante Amorío y posteriormente varios emprendimientos gastronómicos fallidos, se ha instalado una Parrilla Bar que verdaderamente promete. De la mano de los mismos dueños del Ciudadano, Ciudad Vieja y el Mamboleta (un bar muy chic, del cual no he escrito antes), hoy fui a disfrutar a La Percanta.
Llegué bastante temprano como para mis habituales cenas, pero había tenido un día muy agitado y solo había comido sándwiches. Añoraba una mesa bien puesta, un buen servicio y sobre todo buena comida.
El sitio se presenta muy elegante con bastante personal a bordo y una notoria dedicación al servicio. Partí revisando en la carta algo sabroso para la entrada y rápidamente me entusiasmé con un Chorizo artesanal, el cual acompañé con una Vaina. Por los parlantes se escucha una selección excelente de tango electrónico, muy apropiada para un sitio de toques argentinos.
A la mesa llegó una base de madera con una placa metálica muy caliente en donde reposaban unos cortes de chorizo de fantástico aroma y mejor sabor. Los comienzos estaban a la altura de mis expectativas.
El mozo que tomaba notas de mi elección para plato de fondo, me interroga acerca de que nos conocemos y efectivamente era así, tras indicarme que atendía en El Camarón de Gorbea, nos reconocimos. Es grato y sorprendente que un mozo recuerde a los clientes. Tras ese detalle, procedí a requerirle una Pamplona de cerdo, es decir una rica malaya rellena con queso mozarella, jamón pierna y pimientos rojos, un plato que merecía un acompañamiento especial, mi elección fue una Milhojas de papas al romero. De la carta de vinos, seleccioné algo especial, un Mourvedre de Santa Carolina Specialities Wild Spirit.
Nuevamente, usaron una base de metal ardiente para traer los dos hermosos trozos de pamplona y en otro plato la aromática milhojas con ramitas de romero. Una cena lenta y sabrosa con la deliciosa compañía de ese vino que sospecho es perfecto para el plato.
Contento con lo disfrutado, me animé a pedir un postre y el amaretto expresso creme brulee que pedí estaba fantástico. Definitivamente la creme brulee puede contaminarse virtuosamente con otros sabores y quedar especialmente rica.
El cierre acostumbrado con un café ristretto, me dejó con ganas de volver a este buen lugar de parrilla y carnes deliciosas.

Restaurantes en periodo estival

Hay algo de pereza que me viene con la canícula espantosa de Santiasco, pero debo reconocer que no significa que dejo de visitar sitios gastronómicos ni realizar mis ritos  disfrutables. Por eso, esta crónica es un rápido paso por los lugares que visité una o más veces en casi dos meses extremadamente calurosos y por cierto, muy trabajólicos.

Comencé el 05/02 revisitando El Otro Sitio, gran lugar de sabores probados y buena atención, al día siguiente fui con una entrañable amiga a conocer el Costa Verde en Barrio Lastarria, comida sabrosa pero lenta la cocina y finalmente no muy distinto de cualquier restaurante peruano. La siguiente noche fue el turno de una abundante cena en La Hacienda Gaucha, carnes por cierto y buen vino, algo destacable del lugar. El almuerzo del día 08 de febrero fue con una gran amiga en Le Flaubert, una delicia como siempre.

El día 10 almorcé en la Cevichería Constitución del Patio Bellavista cerca de las 17 horas, atención garantizada en todo horario aunque ya he probado todos los platos (porqué tan breve la carta?). La noche siguiente decidí probar un sencillo pero interesante lugar de sandwiches, me refiero al Dalai Lomo, sabrosa hamburguesa casera y buena cerveza, una buena solución para el hambre desatada. La siguiente cena me llevó al barrio Italia para probar un lugar que casi siempre he encontrado cerrado. Se trata del Restaurador, una clara referencia a las tiendas de muebles viejos del barrio y que teniendo todo para ser un gran lugar, tiene una atención muy deficiente. Un par de días después, el día de los enamorados, tras constatar que a todo el mundo le bajó el amor (teniendo 364 días para demostrarlo), no me quedó opción para mi cena que no fuera el restaurante del hotel Crowne Plaza, el viejo Caruso. Debo confesar con dolor, que nunca más volveré, pues la cantidad de errores del servicio supera con creces mi paciencia.

El día 16 de febrero re-visité el exquisito Squadritto para servirme una buena pizza acompañada de buen vino. Un lugar cumplidor a pesar de los años que tiene. El domingo 17/02 fui por un plato conocido al restaurante Le Fournil, ya que a la hora que regresé de mis paseos en bicicleta cazando graffitis no me quedaban muchas opciones, excepto las del Patio Bellavista. Al sábado siguiente, me pasó algo similar y terminé almorzando en el Zocca Pasta & Pizza. El domingo 24/02 tras mi tour de museos, mi krrtrekking favorito concluí el periplo almorzando (casi cenando por lo tarde) en La Junta del Boulevard Lastarria. Razonable atención y sabrosa cocina aunque claramente falta una clase de vinos a las chicas, me da pena como abren una botella y la sirven sin ningún conocimiento.

Lo siguientes días pasé por La Casa de la Luna Azul y el Cafetto, nada que comentar hasta que el 01 de marzo regresé a Esquina de Dioses, para almorzar en mi primer día de vacaciones en dos años, un lugar delicioso que espero continúe por largo tiempo. De regreso de mis vacaciones por el sur, el día 13 de marzo, cumpleaños de mi gran amigo Eric, lo celebré en su ausencia con una cena en el peruanísimo Olán, un imperdible en comida peruana.

Los siguientes días pasé por una Piadina en PezToro, gran lugar del barrio Lastarria, un exquisito rumano a la italiana en la Fuente Alemana el día 19 de marzo y una cena inolvidable en la inmejorable terraza del CasaLuz la noche siguiente, solo comparable con la terraza preciosa del extraordinario restaurante Capperi en el Barrio Italia en donde cené la noche del 22 de marzo.

En fin, pereza de escribir mis crónicas pero jamás de disfrutar!!

La arremetida final en Stgoamil : 6 obras maravillosas

He tenido poco tiempo para escribir, pero vaya que he disfrutado esta versión aniversario 20 de Stgoamil, por lo que debo resumir la experiencia disfrutable de haber asistido a 6 obras notables. Me produce mucho placer ser afortunado en mis selecciones, más aún cuando las hice con más de dos meses de anticipación.

Partí con una obra belga llamada La pena de los ogros, tres personajes adolescentes que transitan hacia la adultez ciegos y sin quien escuche su ira enconada, una obra sorprendente por el ritmo imparable de las escenas y el movimiento que muestra el proceso de los personajes, un chico suicida, una niña secuestrada, niños que dejan de serlo de una manera brutal. Es una obra cuestionadora de la sociedad que no brinda espacio al clamor profundo de los adolescentes que sufren porque nadie los  ve ni escucha.

La siguiente obra viene de Brasil, con el nombre Cachorro Morto. Cuando entramos a la sala, solo escuchábamos a una chica hablando en portugués con una rapidez ininteligible, fue chocante. Sin embargo, cuando comienza realmente la obra y tomamos contacto con la trama, todo cambia. 6 jóvenes actores  son un mismo personaje, un ser muy especial, capaz de recitar de memoria los números primos por miles, que no le gusta que lo toquen, que odia ciertos colores y adora las verdades incuestionables y jamás acepta la mentira ni las metáforas. Es una genial forma de presentar en fragmentos notables el complejo comportamiento de un chico, Thiago, con el síndrome de Asperger. Hay que estar muy atento, pues la rapidez de la obra es increíble aunque jamás se pierde el contexto ni la sorprendente historia del hallazgo de un perro muerto que permite ilustrar el comportamiento tan particular de Thiago. Notable!!!

Con la excusa de representar de manera exacta la misma ocasión en que Richard Burton fue Hamlet en Broadway en el año 1964, la cual fue filmada esta compañía de teatro norteamericana la edita, elimina silencios, escenas, personajes  y construye una insólita secuencia fílmica que ellos representan en vivo mientras se proyecta. Es una obra desquiciante, no sabes donde poner los ojos y te vuelves loco constatando que parece superior a la realidad la capacidad de los actores de ser al mismo tiempo protagonistas, mimos, copiadores y hasta espectadores de su propio trabajo. Es la obra más extraña de esta versión del Stgoamil y sin embargo, la sala estaba repleta.

El turno siguiente fue para Rusia con una obra magnífica de Shakespeare y que representan de la manera más maravillosa, cada actor colabora gentilmente en transmitir el ethos y la metáfora que el gran autor quiso dejar a la humanidad. De la amargura y el resentimiento ser capaz de pasar al perdón y el agradecimiento, un tránsito que mueve los sentimientos de venganza a la capacidad humana de ser compasivo y finalmente perdonar. Una obra maravillosa!!

A pesar que el lugar para esta obra era el caluroso teatro de la Universidad Católica, decidí que era imperdible ver una compañía de teatro peruana representando el gran trabajo de Vargas Llosa, La Ciudad y los Perros y no me equivoqué. Fiel al texto del gran autor peruano, muestra el tránsito de los jóvenes reclutas de un colegio militar en donde son permanentemente humillados y sometidos incluso con violencia, pero algunos saben salir adelante y ese es el triunfo de la nobleza humana. Gran aporte!!

La última obra que vi en este festival era un filete francés sorprendente. Catalogada como teatro ecuestre, pone en el escenario a un increíble maestro de un arte teatral japonés llamado Buto junto al sorprendente arte ecuestre de Bartabas, cuyos caballos danzan en el escenario con una belleza que arranca lagrimas. Un Teatro Municipal llenísimo se conmueve con asombro ante este viaje hacia la esencia del hombre y del caballo, el camino hacia el centauro en donde el cuerpo es humano y la cabeza el caballo. Un vuelco metafórico precioso que disfruté con los vellos erizados de estupor y placer ante la belleza que observaba. Que gran filete para cerrar esta versión del festival de teatro, maravilloso!!!

 

Nueva entrega de filetes del #Stgoamil

Esta semana continué mis incursiones disfrutables por el teatro en este mes de enero de locura, como suele ser la programación cultural de Santiasco. Insistiré hasta el cansancio, que no es posible que solo en enero (un doceavo del año) se concentre lo mejor del espectáculo posible de ver, hay tantos días en que no hay nada, que me apena este exceso.

Comencé con una obra nacional llamada Juan Cristóbal casi si al llegar a Zapadores, una historia que une las historias verdaderas de dos mujeres de unos 70 años que son las abuelas reales del director. Una historia que se cuenta por medio de anécdotas, recuerdos que se van plasmando en stickers en una muralla, objetos y ropajes que van formando un museo de cada una de las protagonistas. Relatos cotidianos y algunos vídeos y ropajes que le dan potencia a la cotidianeidad de tantos años de vida que finalmente convergen en la constitución de una familia. Una obra tierna, llena de realidades que podemos reconocer y de casualidades que nos pueden asombrar.

No esperaba ser sorprendido esta noche, pero Salves una obra francesa de danza teatro logró fascinarme. Un escenario oscuro por el que se cruzan historias y bailarines en una frenética búsqueda de la reconstrucción del presente pero ligada indefectiblemente al hilo del pasado. Un recorrido histórico que no es más que el relato del emocionar, de la persistencia y del devenir humano. Fascinante el trabajo de cada protagonista, bailarines, iluminadores, sonidistas y cuántos estaban ocultos en las sombras para hacer que no quisiéramos pestañear siquiera para no perder algo de esta maravilla.

Pensaba que la poesía normalmente estaba bien representada  en los textos, pero esta obra de Nueva Zelanda llamada Birds with skymirrors, logró mostrarme que la danza podía ser mucho más expresiva. La obra es un clamor por la vida que se extingue por el cambio climático y la acción destructora del hombre. Los vestidos negros en un escenario de fondos negros, los movimientos como si fueran pequeñas aves atrapadas en la suciedad del mar, el clamor gritado desde la profundidad, todo pensado como una verdadera protesta por la vida y por la belleza que sucumbe a diario.

Está muy bueno este enero lleno de Santiago a Mil.

 

Nueva visita al BocaNariz : deliciosa experiencia

A mediados del 2012 visité por primera vez este rico lugar y moría de ganas de repetir la incursión. Esta noche fue propicia en tiempo y compañía para poder asistir a una nueva sesión de degustación. Cabe destacar que no teníamos mucho hambre pero ganas de disfrutar de todas maneras.

Elegimos una Ollita de corvina para compartir, un plato sorprendente que sería especial justificación para los vinos que habríamos de probar. Pedimos una variada selección de copas de degustación de cepas tintas carignan, syrah, cabernet franc. De lo que recuerdo, eran cepas de las Chilcas Single Vineyard, Santa Carolina Barrica Selection, Syrah Koyle Royale. Todas fantásticas y afortunadamente apropiadas para el plato que compartimos.

Aprovechamos de probar postres y pedimos un Crumble de manzana y unasFrambuesas al vino, postres que acompañamos con una buena copa de late harvest Tabalí reserva, una maravilla!!!

Sin mucho más que exigir dado el placer recibido, solo cerramos con un buen café negro.

 

Pinpilinpausha, siempre una gran opción

Después de disfrutar un gran filete de teatro del Santiago a Mil, nada es mejor que ir a un restaurante a conversar y disfrutar. Esta noche fue una de esas ocasiones y tras abandonar el teatro nos fuimos a buscar un buen lugar en el barrio Isidora Goyenechea. Tras descartar  los lugares bulliciosos, los cargados a la fritura y los feos (siempre hay), concordamos que sería bueno comer a la española.

Como teníamos declarada hambre, debíamos consumir una buena entrada. La elección fue sencilla, Locos con mayonesa y salsa verde y un plato de Camarones crocantes envueltos en zuccini y salsa thai. Una maravilla que disfrutamos con los tragos de aperitivo!!!

Pära los fondos nada mejor que un  Filete vacuno con salsa oporto acompañado  de papas fritas y un Spagheti a la española, un plato de fideos con queso manchego jamón serrano y champiñones, ambos deliciosos!!

Acompañamos el deleite con un Cabernet Franc Valdivireo 2008, una amplificación virtuosa de los sabores de nuestra cena. Qué rico!!

Para los postres, dudamos en la oferta pero finalmente salió un Sorbete limon de pica y una Luna Llena (drambui, helado vainilla y jugo naranja que solo esperaban el cierre con unso buenos Cafes negros.
 
Buena cena y excelente servicio en este recorrido lugar.

Peperone : una opción sabrosa

Ubicado en la entrada que lleva por Chucre Manzur hacia la casa chascona de Neruda y los galpones, hace un año aproximadamente se instaló un pequeño café pizzería muy fashion. Ambientado con muebles antiguos, muchos objetos y buena música, es una opción que esta noche no quise desechar.

El lugar es sencillo y al mismo tiempo pretensioso, la carta es muy simpática pues cada pizza tiene nombre propio. La primera que me tentó fue la Maxima Eliana, con salsa tomate, mozzarella,  filetes de anchoa, alcaparras y aceite al ajo pero no habían anchoas. Así que decidí cambiarla por una Roberta Andrea, compuesta por salsa de tomates, queso de cabra, champignones, pimientos acaramelados y pesto. Al mismo tiempo, exploré la carta de vinos, pequeña pero suficiente para encontrar un Carmenere Las Mulas de Miguel Torres reserva 2011, combinación apropiada para disfrutar la exquisita pizza a la piedra.

El sitio muy tranquilo, bien atendido y con una selección de Jazz en los parlantes que me fascinó todo el rato. hay una gran voluntad gourmet y el lugar promete. Volveré.

Cenando en Nolita : una experiencia exquisita

Desde agosto que no regresaba a este rico y ecléctico  lugar del boulevard  Lastarria 70, pero ya era hora de regresar. Por tratarse de un día de semana en que pocos salen a cenar, no hice reserva y corrí el riesgo. Estuvo bien, había espacio y precisamente en la terraza, algo que me gusta especialmente en estos días y noches calurosas.

Cómo es habitual en este sitio, inmediatamente pedimos dos copas de espumante, el aperitivo por antonomasia y comenzamos a revisar la interesante carta para buscar algo novedoso. Mi acompañante seleccionó un Tortelloni Nolita, esto es, un tortelloni relleno con ricotta batida huevo pochado junto a una  suave salsa de crema y vino blanco con aromas a laurel. En cambio, yo preferí el Lechon mediterráneo compuesto por medallomes de lechón en cocción lenta con salsa de tomates,  aceitunas, pimentón rojo, zapallito italiano, cebollas, berenjenas y trozos de papas aderezado con aceite de olivas y tomillo. Unos platos fantásticos y que además preparan en un tiempo increíblemente breve.

Para acompañar nuestros platos, elegí de la carta de vinos un Toro de Piedra. un ensamblaje de Syrah y Caberbet Sauvignon, delicioso!!. Una cena impecable que disfrutamos lentamente bajo las estrellas.

Para los postres Caramel  y un Ciocolatino, además del café negro de siempre. El Nolita es una apuesta segura!!.

Torano : un servicio impecable

Mi costumbre de salir a zigzaguear por algunos barrios tiene sus recompensas. Esta noche, me pareció buena idea ir al barrio Italia en busca de algo novedoso y me encontré abierto un sitio que tenía en la mira hace rato. Se trata del restaurante Torano ubicado en una preciosa casona del barrio y que nos sedujo rápidamente a ingresar.

Dada la canícula que invade Santiasco estos días y noches, nos ubicamos al lado de una ventana para recibir algo de la brisa nocturna y eliminar ese factor incómodo que es el calor. Un sitio sencillo pero pensado como un centro de eventos, tiene un formato moderno y algo que notamos rápidamente, se preocupan del servicio. Bien por eso!!

Partimos pidiendo Pisco sour y una botella de agua sin gas para mí, ya que estaba profundamente sediento. La oferta de comida mediterránea en la carta se adivinaba sabrosa y elegimos un Rissoto al pesto e pomodoro guarnecido con tomates deshidratados y el contrapunto que decidí fue un pescado a la plancha con mantequilla y salsa al limón sobre una porción de sabroso couscous.

Los platos impecablemente presentados llegaron en breve tiempo después de haber disfrutado un appetizer de regalo, una porción de ceviche de rica textura. El entusiasmo creció y ordenamos una botella de pinot noir Villard que llegó a la temperatura fresca que corresponde. Siempre agradezco que un restaurante sepa cual es la temperatura de servicio adecuada y me sorprendió que el mozo se disculpara por traerlo frío pues han tenido clientes que piden un pinot noir a temperatura ambiente. Plop!!

Para los postres, un piacceri y un peccato, un plato mixto con Tiramisu, crema damasco, volcán chocolate y otro con Creme brulée, torta  de naranja y bizcocho. Deliciosos!!

Al cierre, por supuesto buen café negro y la grata sensación de haber conocido un buen lugar que sabe de servicio.

Tiempo de conciertos y algo más

Acercándose el fin de año se concentró una gran cantidad de visitas musicales de mi personal gusto. Como acostumbro compré las entradas con bastante anticipación y esperé las fechas para disfrutar.

El concierto de Joss Stone con más de tres mil entusiastas asistentes al Movistar Arena fue un delicioso recorrido por sus mejores temas. Esta estupenda cantante inglesa tiene una voz increíble la que adorna con su belleza extraordinaria. Dejé un registro fotográfico para el deleite.

Un día después tuve la fortuna de ir al mismo lugar a disfrutar a Roger Hodgson, el alma mater de Supertramp, uno de mis grupos preferidos. Impresionante la fidelidad de la voz de Roger y la calidad del espectáculo, pues creo que es la primera vez que el sonido es  formidable en este sitio. Me quedó claro que un buen sonidista hace la diferencia. Hay un momento en que le suben el volumen a los bajos y hacen vibrar todo y sin distorsionar, una prueba de la maestría del encargado del sonido. Para el recuerdo, también dejé algunas tomas fotográficas que hice esa noche.

Días después fue el turno de un grupo que durante años esperé ver y que tras su disolución el 2008 pensé que nunca vería. Me refiero a Dead Can Dance (DCD) con las voces extraordinarias de Lisa Gerrard y Brendan Perry. Cuando llegamos al espacio Riesco, qué mal lugar para conciertos!!!, uno de los músicos (David Kuckherman) realizaba una sesión de percusiones deliciosa en una suerte de preámbulo del concierto principal. Increíbles los sonidos en esos raros instrumentos, algo habitual en la fusión musical que hace DCD.

Tras una larga espera, con un lugar absolutamente repleto, hace su aparición la agrupación en medio de una ovación de los fanáticos que asistimos al concierto.  La banda apoyada por los músicos  Richard Yale en el bajo y teclados, Dan Greeson en la batería,  Astrid Williamson  y Jules Maxwell, en teclados y coros además de David Kuckermman en las percusiones. Tocaron los temas emblemáticos de sus 10 años de historia y lo mezclaron con casi todos los temas de su nuevo disco Anastasia.

En lo personal, el nuevo disco me parece que representa mucho más las trayectorias como solistas de Lisa y Brendan, no logré la fascinación que me producen los discos históricos, pero igual los disfrute a tope. Qué gran banda, que maravilla sus voces y esa atmósfera ritual que les acompaña. Tomé fotos para recordar este magnífico y esperado concierto

Para cerrar el filete DCD, nos fuimos a cenar al Antojo de Gauguin, que afortunadamente atendía a pesar de la avanzada hora. Encargamos una tabla mixta junto a una generosa porción de hummus mientras nos servíamos unos kir royale para iniciar. También pedimos una botella de ensamblaje tinto Palo Alto para disfrutar la rica comida árabe. Para los postres, una selección de pastelillos árabes y café hervido.

Aprovecho de comentar la visita que hice en estos días al Centro Cultural palacio La Moneda (CCPLM) para ver la exposición de arte Grandes Modernos, una colección impresionante de obras de grandes artistas del mundo y que son parte del Museo de Guggenheim de Venecia. De Picaso a Dalí, Kandinsky, Matta, Pollock y Duchamp entre otros. Es una exposición imperdible.

Una gran época de filetes!!