Otra visita al rico Percanta : buena opción

Cansado de una jornada laboral brutal que comenzó a las 7:30 AM y que a esta hora sumaba 13 horas y algo más, decidí que me merecía un disfrute especial y relajado. Caminé algunas cuadras y me fui directo al barrio Bellavista a un sitio que ya tenía muy probado y que seguramente me entregaría el placer que buscaba. Me refiero al Percanta, un lugar argentino muy sabroso y sobretodo bien atendido, lo cual agradezco infinitamente ya que para mi el servicio de un restaurante pondera 40% de todo lo que da.

Instalado en su pequeña pero bien dotada terraza, partí con una cerveza artesanal mestiza irish stout para hidratar mi cuerpo y comenzar a sentir ese éxtasis de detener el tiempo y dedicarme a entregar placeres a mi cuerpo.

De la interesante carta me entusiasmé con un crocante de salmón que acompañé con un insólito zapallo dulce al rescoldo y queso de cabra, una combinación que no imaginaba y que este lugar me tentó a probar. Consternado con la combinación que venía, busqué en la carta de vinos algo especial y encontré un Santa Carolina Specialities Dry Framing Carignan, o sea, una exquisita muestra del carignan que cada vez es mejor en Chile y que invito a probar.

Una cena exquisita, con buena música, buen servicio y la posibilidad cierta de saborear platos novedosos, bien presentados y con un pertinente sentido del ritmo. Por cierto, un buen café negro cerró la delicia de esta cena.

Nam Thai cuisine & bar : buen descubrimiento

Recorriendo el barrio Manuel Montt por la zona norte, me encontré con un sitio que calculo no debe llevar más de un año presente y que me resultó atractivo experimentar. Pasé dos veces por su entrada antes de decidir ingresar, pero claramente era la mejor opción esta noche.

Un sitio bien ambientado, con una deliciosa música electrónica y muchos clichés de bar buena onda a pesar de ser un restaurante. Ya instalado, me dejé entusiasmar con la carta, partiendo con los aperitivos que me evocaron sabores deliciosos. Me incliné por un cóctel de manzana y apio picante, que era finalmente pisco macerado en ají, manzana verde y apio. Una delicia repetible muchas veces!!

Divagué por la carta de platos que a pesar de no ser muy extensa me obligaba a pensar en cada sabor para asegurar una buena elección. Finalmente me decidí por un curry del mar, un plato de camarones,  ostiones y cortes de locos en curry amarillo con vegetales y leche de coco acompañados de una porción de arroz jazmín.

Para acompañar mi plato, me quedó muy bien la oferta de vinos por copas, ya que curiosamente ofrecían copas de  pinot noir, algo absolutamente inusual en la mayoría de los restaurantes de Santiasco. Una buena copa que combinó a la perfección con el plato.

Para los postres me dejé tentar con uno que no estaba en carta pero que era un invento del chef y que parecía interesante. Se trató del huevo de nieve, un merengue relleno de helado de guayaba, gratinado con lemon grass, jenjibre y un fondo de chirimoya alegre. Divino!!!!!!!

Para cerrar esta deliciosa incursión, nada mejor que un café negro y muchas ganas de volver.

Grita : una obra ciertamente compleja

Cuando se cumplen 40 años del golpe militar en Chile, abundan diversas obras de teatro que intentan representar diversas miradas acerca del deleznable acto y las consecuencias horribles en la población que fue perseguida, torturada, asesinada o simplemente desaparecida.

La obra Grita viene a concluir una trilogía de obras antecedidas por El Taller y luego Medusa, de la cual hice una crónica días atrás. Contra todos mis pronósticos, esta obra siguió un rumbo inesperado. Una mujer sola en un departamento acosada por los fantasmas de un marido muerto. Otra mujer asustada y con síndrome de persecución que visita la tumba de un hermano muerto. Finalmente otra mujer, asediada por un desconocido que intenta matarle y que es rescatada por la primera mujer, quien la lleva a su departamento para protegerla.

En pocos pasos, la obra entrelaza las historias, todas macabras y que conducen irremediablemente a darse cuenta que el centro de todo es ese hombre, un torturador al servicio de los aparatos represivos de la dictadura, quien se suicida en misteriosas circunstancias.

La cónyuge del torturador, una primera víctima ya que jamás sospechó en que trabajaba su marido y mucho menos consideró las consecuencias de ello. Una hermana del torturador que prefiere pensar que todo es un montaje y que su hermano es una víctima de un sistema aterrador pero ajeno. Finalmente, la chica rescatada, con huellas dolorosas en su cuerpo y que huye de alguien que quiere matarla porque lo delató. Le cagó la vida a alguien, ella dice, pero es más complejo aún, pues poco a poco se devela que delató a su pareja, un individuo vinculado a la resistencia a la dictadura y que lo hizo a su torturador de quien se enamora. La bestia torturadora, jamás la tocó, pues ella misma se auto-infirió las heridas para cumplir con el protocolo y mantener las cosas en su lugar. El torturador debía mostrar que hizo su trabajo y obtuvo la información y ella debía salvarlo mostrando que el trabajo fue hecho.

Compleja historia, una muestra de lo alambicado del ser humano y una consecuencia de la locura que se desata en la violencia de un sistema que define como enemigos a quienes piensan distinto y que después de todo transforma las vidas de todos, dejándolos en calidad de víctimas.

Salí consternado de esta obra, reconociendo su virtud dramática, pero me termina por convencer que cuando un estado decide que parte de su población es enemiga, las consecuencias traspasan todos los límites y las posiciones pueden ser irreconciliables. Como dice uno de los personajes la cagada está hecha, nada arregla nada.

El disfrute de filetes nunca acaba : Resumiendo un mes

Como a veces ocurre, me pasa que el tiempo transcurre demasiado rápido y no me resulta viable escribir mis aventuras disfrutables con la frecuencia que ocurren y así, destempladamente, me enfrento a una acumulación severa de experiencias vividas y que no es fácil recordar en detalle y mucho menos comunicarlas a otros para sientan esa infinita tentación de salir de su comodidad y vivir la vida un poco más intensamente, un poco más completa de disfrutes y quizás, un poco más llena de intensidad.

Lo primero que recuerdo es una cita poco habitual con un arte milenario, se trata de ver danza japonesa kabuki en el GAM, partiendo con la más impresionante demostración de ritmo electrónico de tres bailarines japoneses en un drama solemne y trágico llamado Sambaso. Con los códigos de la modernidad, es difícil sospechar lo sagrado y ancestral de la representación, pero estoy seguro que nadie quedó indiferente. Tras un pequeño intermedio, se dio inicio a una obra mucho más compleja para nuestra cultura, una verdadera danza kabuki  de nombre Musume dojoji. Compleja y bella, no deja de impresionar en cada momento con la sutileza y la profundidad de la tragedia.

Unos días después, me puse de acuerdo para un rico almuerzo con Carlita, mi querida amiga y asistente de tantos años, con quien acordamos juntarnos en el Park Lane, un restaurante de hotel exquisito que me sigue encantando a pesar de los años. Partimos con unos frescos kir Royales, para seguir con los fondos, un filete bordado y  un medallón de jabalí, que acompañamos con un delicioso carmenere Tres Palacios 2007. Una puesta al día amenizada con los ricos sabores y esa rica sensación de atemporalidad que vivimos cada vez que nos juntamos. Nuestra cita concluyó con un buen postre, texturas de chocolate compartidas y, pos supuesto, buen café negro.

Algunas noches más adelante, me junté con otra entrañable amiga para ir a probar la cocina del Opera Catedral, un sitio que siempre me ha resultado delicioso. La partida fue innovando en tragos, un bitter batido y un Gin Hendrick, deliciosos. De ahí fue natural pasar a disfrutar una Queue de Lotte y un exquisito Turbot, acompañados de un indispensable pinot noir tabali, una delicia del valle de Limarí, helado como debe ser. Para los postres, nada mejor que un  volcán de pistacho y un  rhubarbe, una crema de queso cubierta con ruibarbo. Deliciosos!!. El cierre predecible fue con unos cortos de café ristretto.

La cartelera de danza del mes se venía nutritiva y así elegimos revisar una obra llamada A dance Tribute to the art of football en el  GAM. Esta obra noruega sorprende por lo ajustado y prototípico comportamiento de los masculinos representantes jugadores de fútbol. Todos los arquetipos se dan espacio en el escenario. Los machos desatados en la pasión por la pelota y las búsquedas de sentido de la damisela, poco a poco revelan los estereotipos tras la farsa masculina y que alcanza su clímax cuando uno de los machotes se revela por descuido que es una mina exquisita infiltrada en esa corte masculina. Buen humor y sobretodo desmitificación de los patrones culturales que hacen posible este deporte de multitudes.

Pocos días después, decidimos ir a ver una obra simpática e inquietante, Mens&Mahler, en donde más allá de los representantes masculinos está la pesquisa de una damisela por entender que hay detrás de este comportamiento rudo y normalmente considerado masculino. La chica se interroga una y otra vez si esa masculinidad es un comportamiento o una pose que oculta los verdaderos deseos de los personajes. La narradora es un gran personaje que hace claridad entre tantos gestos superfluos.

Seguidamente, una cena merecida en el Mulato Restaurante, nos condujo por un maracuyá sour y un kir royale. Luego elegimos unas chuletillas de cordero y un lomo de res, que serían deliciosamente acompañados de un syrah tabali, mientras comentábamos nuestras impresiones acerca del espectáculo de danza que habíamos disfrutado antes. Para los postres, nada mejor que unos canelones de manzana compartidos y buen café.

Pronto llegó el día de la ópera, y ahí estábamos viendo esa maravilla titulada El Barbero de Sevilla en el Teatro Municipal de Santiago. Lleno total para esta avant premiere que cada cierto tiempo nos invita a disfrutar este antiguo arte de música vocal, teatro, coros y belleza inigualable. Un clásico imperdible para todas las edades.

Aunque más frías, las noches de Santiasco merecen ser celebradas y esta noche nos fuimos a conversar al Casa Lastarria. Allí partimos con unas copas de champaña Valdivieso Brut, para acompañar un gratin de machas. Seguimos con mineral y una copa Botalcura El Delirio, con un compartido pollo picante. Finalmente, un sabroso crumble de manzana y  café, cuando la hora ya pasaba para el otro día.

La última aventura que tengo hoy tiene que ver con uno de mis fetiches, la Compañía de Teatro Cinema, herederos de la magnífica Compañía La Troppa. El nuevo estreno se llama Historia de amor y fue el gancho para visitar el Teatro de la UC en Plaza Ñuñoa. Nuevamente, esta virtuosa compañía con la segunda generación de actores en escena, nos deleita con la magia del cine aplicado al teatro, aunque con una historia escalofriante, un tanto perversa y sobretodo intensa. Observé que mucha gente se retorcía en sus asientos de forma impaciente en la medida que la trama se agudizaba y ponía en relieve la potencia emocional y discutible de la obra. La verdad es que sigo disfrutando la impecable técnica, que me parece impresionante, pero el tema es duro, muy duro.

Bien, no fue fácil resumir tantas experiencias disfrutables considerando el tiempo transcurrido, pero me siento contento de saber que siempre hay algo nuevo que vivir en Santiasco.

Nueva cita con Hermeto Pascoal y Aline Morena

Desdel el año 2009 que no sabía nada de este impresionante músico brasileño y una casualidad hizo que viera un letrero en que se anunciaba el show en unas horas más. Realmente ha pasado un buen tiempo desde que los vi, a Hermeto y a su heredera de talentos, la hermosa Aline Morena, compañera musical y de su vida.

Un teatro Noescafé no muy lleno pero con gente de todas las edades, pues la música y el talento van más allá de las generaciones y las clasificaciones etarias. Con casi 80 años, Hermeto no solo es un multi-instrumentista insólito, sino un formador de talentos como su ya habitual acompañante, Aline, en las visitas a Chile.

Cuando disfruto un espectáculo como éste, recuerdo las sesiones creativas de mi gran amigo, Gatillo Gerard, el único capaz de hacer virtuosos los errores y sacar música de cualquier objeto o de cualquiera que se atreva a emitir algún sonido. Cuando la música va por dentro, todo es un instrumento, todo se pone al servicio de la música y del disfrute artístico.

¿Se imaginan hacer música soplando por el caño de una tetera a medio llenar con agua y que además armonice con la voz y percusiones corporales de una belleza morena como Aline?, pues eso hace que estos espectáculos de Hermeto sean increíbles, que estemos dispuestos a perdonar sus cambios de ánimo y su graciosa improvisación que siempre conduce por pautas gozosas de la música inspirada.

Un hermoso espectáculo que bien merecería mayor difusión y un lleno total!!!

Teatro en el GAM : dos obras disruptivas

Un par o más visitas al teatro o danza es ya una costumbre que me deleita y acompaña por años. El disfrute comienza siempre con el acto de seleccionar las obras que sean prometedoras en el mes, una eficiente compra por internet y esperar el día de la función.

En el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM) he visto ya una buena cantidad de funciones filetes y felicito el «buen ojo» de quienes seleccionan la cartelera, ya sea en teatro, música o danza, hasta la fecha he salido ampliamente reconfortado del exquisito espectáculo. Pues bien, vamos con este breve relato de dos obras que vi este mes.

La idea fija, es una obra montada en un escenario mínimo, oscuro y hasta frío. Los actores, la mayor parte del tiempo, completamente desnudos, mantienen relaciones sexuales imaginarias en una sucesión interminable, el sexo solo por el sexo, sin amor, sin consecuencias, como un acto de consciencia, la certeza de una soledad completa, en donde el acto sexual es la conexión con el otro, cualquiera, pero solo como un acto de reconocimiento del yo. No hay otredad, solo cuerpos.

Por momentos, la obra traduce cierta angustia incluso en las pocas escenas en que hay cierto humor, quizás sarcasmo, cuando lo más femenino en el escenario es un travesti. Compleja esta obra argentina y poderosamente cuestionadora. Puse atención a las conversaciones entre el público al finalizar, solo para constatar que a nadie dejó indiferente.

La siguiente selección, fue la obra Medusa, parte de la Trilogía Bestiario destinada a conmemorar los 40 años del golpe militar en Chile. En este caso, el escenario es un departamento de un edificio de la Remodelación San Borja, justo enfrente de la que fuera sede de la Dina en calle Marcoleta. Tres mujeres reales, tres ex miristas doblegadas en la tortura y devenidas en soplonas de sus compañeros. Ahí están Marcia Merino (más conocida como la flaca Alejandra), Luz Arce Sandoval y María Alicia Uribe (en realidad González Gómez, la Carola), mujeres destrozadas, llenas de miedo y sin más sentido en sus vidas que ser instrumentos de la cruel represión  de la dictadura chilena en contra de los militantes de izquierda.

Esa supuesta normalidad en que viven las tres, se quiebra cuando la flaca Alejandra, en uno de los paseos habituales a que la sometían para detectar por sus involuntarios temblores a sus compañeros de partido, delata a su ex novio. Es un hecho que la trastorna y que conduce a la crisis en esta forzada convivencia de delatoras profesionales.

Medusa es una obra muy triste, la que recoge muchos datos reales para dibujar la monstruosidad que un aparato terrorista de estado es capaz de hacer a personas que alguna vez amaron la vida y que querían un mundo mejor. Definitivamente, el ser humano puede ser capaz de cosas horrorosas y construir excusas que le den sentido.

Aprendizajes acerca de las profundidades del ser humano, eso queda tras estas obras.

 

Más filetes disfrutados en Santiasco durante mayo 2013

Siempre he pensado que muchas personas aún teniendo la posibilidad de ir a muchos sitios, evitan probar nuevos por temor a equivocarse, lo cual evidentemente los resta de muchas experiencias deliciosas. En mi caso, funciona al revés, siempre busco nuevos lugares y si no lo logro, me repito aquellos que merecen un retorno.

Una sanguchería imperdible es la Ciudad Vieja en barrio Bellavista, pues a pesar que he probado casi toda la carta, siempre me sorprende con sus sabores. En este lugar, debo confesar que el sándwich que me fascina es el chivito (carne, huevo, lechuga, tocino, tomate, queso, mayonesa y jamón) que queda increíble con una buena cerveza Kross Stout. Es una solución perfecta para hambres desatadas.

Un sitio que visité por muchos años en calle Chile España, se trasladó al mismo lugar que hasta hace poco ocupaba el Camarón de Gorbea en barrio Manuel Montt. Me refiero a la Casa Vieja, comida bien chilena y sabrosa. Para la entrada que mejor que un  arrollado de huaso con puré de palta, imperdible!. Lo compartimos mientras disfrutábamos un pisco sour a la chilena y una vaina.

Para los fondos, un filete tiroles con puré y en mi caso, un filete Casa Vieja con puré picante. Esa multitud de sabores se merecía un ensamblaje de buen nivel, así es que pedí una botella de Quattro. Buena cena!!

En los postres, un tradicional almendrado y un delicioso sorbete de mango, seguidos de café negro para despedir el reencuentro.

Una noche después de un trabajoso día, regresé al Tambo por una buena cena a la peruana. Inicié la sesión de placer con una causa de camarones con una copa de sauvignon blanc. Animado por la buena música que escuchaba, con Nina Simone, Coldplay, Every Thing but the Girl, me incliné por pedir un Tambo saltado, muy tradicional y sabroso el cual acompañé con una copa de carmenere de Max Errázuriz reserva. Rica y silenciosa cena!!

La noche que vimos la excelente obra Cuestión de Principios, nos fuimos a conversar y cenar al Squadritto. Este debe ser uno de los restaurantes que más he visitado en la última década y la verdad es que no me cansa. Partimos probando unos cocktails, una Patigiana, (champaña cointreau, limón azúcar) y un Rossini (jugo frutilla, limón, champaña y goma), francamente exquisitos. En vez de pastas, esta vez nos tentamos por las pizzas a la piedra, por lo que llegaron a la mesa una Chianti (sabrosa ricotta con espinacas, tocino y jamon pierna) y una Valentina (ricotta, queso de cabra, jamón pierna y pimienta). Delicias que merecían el buen vino que elegí en la carta, un Ortega Fournier del valle del Maule, una combinación virtuosa de cabernet sauvignon, cabernet franc, merlot y carmenere. Como se ve, fue una noche de sabores múltiples.

Los postres no se dejaron esperar y nos servimos unos crepes al uso nostro limón y un típico tiramisú. Cerramos con un corto y fragante ristretto.

Ya había comentado acerca de este sitio argentino, La Percanta, un lugar al que prometí volver. Esta noche estaba bastante cálida a pesar de la fecha y me quedé en la terraza. Para iniciar la experiencia seleccioné una cerveza artesanal que no había probado, me refiero a la Mestiza Irish Stout, una cerveza negra sin filtrar fantástica.

Como ya conocía la oferta en carnes rojas, cambié a blancas y me pedí un crocante de salmón acompañado con un sorprendente zapallo dulce al rescoldo con queso de cabra y rúcula. Esta exquisitez la acompañé con una botella de Santa Carolina Specialities Dry Farming de la cepa carignan. Tras tanto placer, solo quedaba que bebiera mi caliente ristretto.

La última incursión que compartiré es el regreso al viejo Caramaño. Este lugar lo conozco desde mis tiempos de universitario y es increíble que aún sigue en el mismo lugar, con los abundantes rayados en sus paredes (alguna vez también escribí allí) y con muy pocas modificaciones en el diseño.

Comencé con una vaina, mientras decidía cual plato de cocina chilena vendría a satisfacer mis ganas de algo rico. Acudí a mis recuerdos y no dudé un instante en pedir un filete a las brasas en versión a lo pobre, el cual acompañé con un rico Morandé Terrarum Cabernet Sauvignon. Tras beber mi café expreso, salí satisfecho rumbo al jazz.

 

Cuestión de principios : una obra emocionante

Fui invitado al estreno privado de esta obra de teatro sin saber que resonaría tanto en mis emociones. Todos los invitados esperábamos afuera del Teatro Ictus sin entender mucho, ya que no habían entradas solo la idea que podríamos ingresar cuando las puertas se abrieran. La actuación de Adela Secall y su padre José darían vida a esta propuesta.

Un escenario extremadamente sencillo, una mesa, silla, un sillón y en el otro extremo una mesa de bar y un perchero, marcarían los espacios. Padre e hija en el mundo real, padre e hija en la historia. Él, un viejo líder revolucionario del mundo obrero, ella la hija admiradora de ese portento de padre, hoy convertida en una gran escritora. El padre, esclavo de sus convicciones está decidido a publicar sus memorias y los talentos de su hija son los propicios para ello. Sin embargo, hay una historia de emociones, silencios y supuestos que debe resolverse cuando estos distantes personajes confluyen en este propósito literario. Tremenda actuación, mis emociones vacilan a cada minuto entre mis ideas políticas representadas por el viejo dirigente obrero y la inteligente comodidad del éxito de la hija escritora. Enfrentados una y otra vez por los valores, los principios, la obra recorre muchos de los arquetipos de la izquierda revolucionaria y el pragmatismo de la modernidad, en un contrapunto lacerante y lleno de emociones frescas. Cabe destacar que en la profundidad del emocionar, aparece claramente lo más básico, la necesidad del amor paternal por parte de la hija, tan fuerte como un brote de alfalfa.

Deseaba un final distinto, pero fue el correcto, no hay reconciliación entre los principios de una ética revolucionaria y el pragmatismo de un mundo dominado por un único modelo exitista. De hecho, el final es doloroso y muy real, todo es una cuestión de principios!!

 

Día Mundial del Jazz : imperdible en Thelonious

Cada 30 de abril, justo antes del día del trabajador, se celebra el grandioso día del jazz. había pasado un buen tiempo desde mi última incursión en mi lugar preferido de jazz, el Thelonious por supuesto. No tuve tiempo de hacer reserva y a pesar que sabía que estaría muy lleno, decidí ir.

Ingresé entre una increíble multitud, muchos de ellos ambicionando ocupar el par de mesas libres que estaban reservadas. Dirigí mis pasos hacia el fondo del local en donde fui recibido con los brazos abiertos por el gran maestro Erwin, un afectuoso abrazo y Erwin mandó a sus chicas a chequear las mesas mientras yo me quedé de pié observando como los músicos ensayaban lo que sería el espectáculo de esta especial noche. Como siempre, Erwin sorprende, apenas se cumplió el plazo fatal de la reserva, personalmente me llevó a la mejor mesa frente a los músicos. Que maravilla ser atendido de esta manera, lo siento como un premio por 10 años de fidelidad.

Mientras decidía por la botella de vino que me disfrutaría esta noche, encargué esa deliciosa combinación de aceitunas y queso de cabra que tanto me gusta. Pronto el familión Lecaros llegó al escenario, junto al gran Mauricio Rodriguez para recrear un fantástico disco que hicieron juntos años atrás.

Durante la representación, incluyeron a la hermosa voz de Paz Court y luego a los extraordinarios músicos Sebastián Jordán y Agustín Moya. Una noche espectacular, música deliciosa y un ambiente de gente educada que disfrutó en silencio la maravillosa música de estos talentos nacionales.

Dejé algunas fotografías para el recuerdo.

 

Filetes de los últimos días : un resumen necesario

Disponer de tiempo para comentar mis aventuras gastronómicas y de otros tipos se ha hecho muy escaso. Sin embargo, eso no ha hecho disminuir mi actividad, pero me obliga a ser en extremo resumido lo que obviamente no mitiga el disfrute conseguido.

Partiré con el increíble señor Robert Smith, el líder de la banda The Cure, quién cantó para un Estadio Nacional repleto por más de 3 horas sin parar. No solo suena igual que en los 70’s, 80’s, 90’s y siguientes años sino que se ve casi igual!!. A estas alturas pienso que es un extraterrestre, brindó un espectáculo impresionante y placenteramente agotador.

En los días siguientes tuve la oportunidad de cenar en el fantástico Olan, un lugar que mantiene esa calidad que merece la comida peruana y que, ante la enorme oferta, es lo único que distingue un sitio de otro. También pude ir a disfrutar Donka, una carta a Chejov, un espectáculo de circo teatro precioso en el Teatro Municipal de Las Condes. Una compañía que ha recorrido muchos países encantando con esta creativa puesta en escena y que hasta los problemas técnicos con uno de los telones lo manejaron con sutil inteligencia para el deleite de os asistentes. Precioso trabajo!!.

Una cena en el Club Magno nos reunió días después para conversar y disfrutar con mi partner.  Una bienvenida con Kir Royale y Pisco Sour, seguidos de un salmón teriyaki y unos locos y camarones thai acompañados de una fría botella de pinot noir Santa Rita, brindaron un soporte delicioso al evento. El cierre acostumbrado con esos cafés negros de rigor.

Otra noche nos condujo a La Bifería, ese bar de carnes delicioso en donde aterrizamos tras un largo paseo por los innumerables senderos del Parque Metropolitano. Agua y coca light para partir, necesaria hidratación para poder enfrentar el especial ceviche que nos compartimos de entrada. Seguimos con un vacío centro y un filete que acompañamos con ese delicioso puré rústico con rúcula y queso de cabra que hacen en este local. Un excelente cabernet sauvignon Tabalí del valle de Limarí, nos dio la nota perfecta para esta cena de recuperación tras horas de caminatas.

Por último, no puedo dejar de mencionar mis visitas al restaurante La Hacienda, un sitio con carnes magníficas que se ha convertido en visita obligada un par de veces por mes. Un delicioso filete con papas salteadas y una ensalada de tomate y paltas acompañado de un excelente cabernet sauvignon de Pérez Cruz. Gran lugar!!