Día extenso : trabajo, cena mexicana y algo más

Estoy atravezando un periodo de trabajo definitivamente agotador, promedio 12 horas de jornada sin pausa y quedo muchas veces al debe. Es evidente que no es sustentable y debo compensarme de alguna forma. Para ello tengo un método infalible, hay que disfrutar en forma proporcional al esfuerzo desplegado.

Tras una de estas potentes jornadas, decidí que era un buen día para disfrutar una cena mexicana. Así que partí presuroso a un lugar sencillo pero sabroso. Me refiero a Los Cuates, un restoran antiguo del barrio Manuel Montt, comida rica y auténtico ambiente mexicano.

Inicié la cena bebiendo tranquilamente un kir royale, mientras revisaba la carta en búsqueda del plato que iba a gozar. Terrible tener tantas opciones, pero hace mucho tiempo que no comía unos buenos burritos mixtos. Así que mi plato quedó armado con burritos de res (deliciosa carne hilachada), de pollo y de champignones, tres sabores acompañados de doble ración de guacamole.

La carta de vinos estaba un tanto disminuida ya que no estaban los vinos de mi interés, así que pregunté cuales verdaderamente quedaban y para sorpresa mía, el barman tenía botellas de buenos vinos que no estaban siquiera en la carta ya que correspondían a cartas de vino anteriores. De esa forma, llegó a mi mesa un delicioso merlot reserva 2007 Tres Palacios Family Vintage. Notable!!

Tras el disfrute de mi plato, pedí la carta para elegir algo más, pero pasó algo divertido, el mozo entendió que le había pedido la cuenta. En fin, lo tomé con humor y como una oportunidad, pagué la cuenta y me dirigí al LunaPub, un restobar ubicado en el mismo sitio en donde funcionaron antes el Manifesto y luego el Muelle Montt.

El lugar, bastante tranquilo con personal muy atento y ágil, aunque hay que decir que  la música sonaba bastante mal. Lo importante es que mi tabla de empanaditas estaba deliciosa así como mi trago de cierre de este largo día.

Después de todo, ahora podía ir a descansar.

Blues y Risoterapia : gran acierto

Hace  mucho tiempo que no asistía a un espectáculo en que participara mi gran amigo Gatillo Gerard y más tiempo aún en compañía de su compañero musical Ricky Durante, más conocido hoy en día como el Reverendo Du. Un par de talentos que juntos son dinamita.

Una noche extraña, pero que no iba a perder por ningún motivo. Al momento de mi llegada al Bar Altazor, el show había comenzado y el lugar además de caluroso estaba bastante lleno. Me ubiqué rapidamente en la barra, pedí una helada cerveza y me puse a tomar fotografías.

Al poco rato, con un público algo «tieso», reverendo Du seguía lanzando imprecaciones y bienaventuranzas a los fieles allí reunidos. Risas algo apagadas, pero el lugar comenzaba a tomar ritmo. Apenas desocuparon una mesa al lado del escenario, me cambié y aproveché de saludar a Gatillo, quien ni corto ni perezoso, para la canción para saludarme y celebrar mi risa algo estridente. Allí conseguí la conexión con el cubano Rey, un trompetista realmente divertido que adiviné su buena onda y su increíble risa, de la cual disfrutamos todos por mucho rato.

Estaba claro que no habían ensayado juntos, pero eso jamás ha sido problema para Ricky y menos para Gatillo, máximos exponentes de la improvisación virtuosa. El desempeño notable en las guitarras electroacústicas, el bajo eléctrico, las percusiones y las armónicas además de buenas voces, histrionismo y mucha pero mucha «cancha» dan para mucho.

Ya que el tema comercial del día era el amor, se vistieron con bolsas de basura negras, después de todo el amor nos tiene hecho bolsas. Lo divertido es que Gatillo comienza a usar el sonido que se produce al restregar las bolsas para generar la base musical del siguiente tema y no contento con ello, se dedica a restregar las bolsas del otro par. Estoy seguro que estaban muertos de la risa y del calor, pero muy compuestos hicieron el tema y arrancaron las risas y aplausos muy bien merecidos.

Un instante en extremo hilarante fue cuando Gatillo comienza a incluir en la canción los textos de subtítulos de la película Casablanca que se proyectaba atrás del escenario, con tanto acierto que gritábamos de la risa y el cubano Rey, se agarraba la cabeza a dos manos riendo a carcajadas. Fue demasiado divertido!!!

Varios blues lindos de Bluseros Muertos, con maniobras creativas nuevas, ocurrencias de Ricky como por ejemplo, poner a Rey, de raza negra, con una cadena golpeando el suelo haciendo la base de percusiones. Le gritaron racista y muertos de la risa, Gatillo le pasa a Rey una copa de champaña (vacía) y un tubo metálico para que haga percusiones mientras él toma la cadena y sigue la farsa jocosa del tema. Blues buenísimos que ya conocía por años, pero reinventados con ingenio y sobretodo con humor, exquisito humor!!

Casi en los finales, cuando hacen el tema «Tu madre es una mancha» a capella, terminan por reventar el local, estábamos todos riendo hasta el dolor, hace tanto tiempo que no reía tanto.

Cómo dice el dicho, la risa remedio infalible y esta demostración de talento musical y humoradas, fue mi mejor terapia, la mejor risoterapia. Hay fotos para disfrutar.

Gran show, grandes y talentosos amigos!!!

Tomodashi go : buen sitio de sushi

Tras una larga y provechosa reunión de exploración de proyectos, teníamos muchas ganas de un momento de esparcimiento y muy cerca de donde estábamos, había un sitio de sushi que tiene buena fama.

El local está al costado de un rico restoran del cual he comentado antes, el exquisito Rishtedar. Como no había ánimo de cena, preferimos algo más frugal. Nos instalamos al interior del lugar, pues la terraza estaba un poco llena y además aún se sentía el calor santiasqueño y harto tráfico vehicular. Al fondo del lugar, bajo el aire acondicionado y al lado de un patio de luz en donde escurre agua por la muralla hacia una pileta, mientras se escucha una deliciosa música lounge, claramente era la mejor opción del momento.

Partimos con camarones jumbo apanados y unas deliciosas gyosas para acompañar nuestros tragos. pronto nos tentamos con sushi y pedimos una selección de rolls envueltos en palta, camarones y atún. Fantásticos, verdaderamente frescos y sabrosos. Cansado de la gran oferta de sushi malo que hay en santiasco, este lugar me sorprendió muy gratamente.

Atendido por unas hermosas chicas en extremo amables, el paso por este lugar fue un gran placer.

Descansando con delicias españolas : que rico es Guría

Un periodo de trabajo especialmente intenso, 12 horas diarias sin interrupción, me convierten en un loco en busca de disfrutes intensos por justa compensación. Así,  hoy decidí que debía tener una disfrutable cena y con sabores entrañables. A mi mente vino rapidamente la idea de comida española y un lugar que me trae buenos recuerdos es el Guría.

Instalado en el segundo piso, mientras me acomodaba pedí mi habitual botella de agua mineral sin gas y hielo. recorrí la carta con ansiedad, Llegó mi pedido, junto a unos panecillos calientes, mantequilla y una sabrosa salsa, con lo cual pude recorrer la carta con más tranquilidad. Unos calamares a la romana fueron un buen punto de partida mientras decidía los fondos. Los comí lentamente mientras saboreaba un libro que me tiene entusiasmado, «A la luz de nuestras vidas pasadas» de la notable Amalia Estevez.

Vacilé por unos tres minutos entre carnes rojas o un buen pescado, pero me ganó la idea de una rica merluza a la parrilla con un risotto de camarones. Curiosa mezcla ya que el risotto es de origen italiano y la preparación de merluza es normalmente muy española. Como sea, un plato exquisito y cuyo sabor se magnificó al agregar una buena botella de pinot noir Céfiro, un reserva de Casablanca, exquisito.

Una cena anclada en el recuerdo, algo que me asalta el alma cada febrero y que supongo me seguirá ocurriendo, aunque la vida continúe su curso y cierre la cena con un buen café. Por cierto, buena música ambiental incluyendo unos deliciosos temas de Gotan Project.

Guría, gran opción para el placer y los recuerdos.

Café Urriola : un rico after office

En el barrio Lastarria, se ha ido consolidando la oferta gastronómica en un pequeño pasaje, una suerte de patio delantero de un proyecto inmobiliario al lado del Teatro Lastarria 90. Aquí se encuentran dos sitios exquisitos, la Casa Lastarria y el Café Urriola, hacia donde dirigí los pasos esta tarde. También hay un precioso bookstore y la promesa de una sucursal del Nolita.

Este lugar tiene hace pocos días patente de alcoholes, por lo que recién comienza a mostrar su power. El dueño es un sommelier y por cierto, se ha preocupado de disponer de una carta de vinos muy nutrida y selecta.

Partimos con un ceviche mixto y pisco sour, como es tradición. Tras larga conversación, el hambre se apoderó de mi ser y decidí invitar algo más contundente y aprovechar la carta de vinos. Mi invitada solo quiso un tártaro, pero para mí quedaba mucho mejor una Milanesa Urriola, un enorme sandwich en pan baguette con milanesa, lechuga, tomate, jamón y queso, una contundente delicia. Pedí una botella de un ensamblaje prometedor Estampa Reserva, cabernet sauvignon y petit verdot. Potente caldo tinto de sabores maduros y extasiantes.

Café Urriola, una gran opción para el after office veraniego.

Regreso a Paladares : gran cena de degustación

Hace mucho tiempo, tal vez dos años, que no regresaba a este lugar del Barrio Italia. Por extrañas razones cada vez que me interesaba visitarlo, el local (muy pequeño por cierto) siempre estaba lleno. Como soy aplicado con mis disfrutes, intenté una vez más y conseguí una mesa al lado de una ventana, que es una de las mejores ubicaciones del sitio.

El formato gastronómico de este restoran es el menú de degustación, periódicamente inventado por el dueño y connotado chef Juan Pablo Moscoso. A él se une un equipo estable de colaboradores que lo acompañan por varios años y que hace posible que uno sienta que todos están involucrados y comprometidos con el resultado.

Partí con mi aperitivo, un kir royale, fresco y adecuado, para enfrentar las entradas conformadas por un carpaccio de res a la mostaza Dijon y berros, seguido por un ceviche de champiñones y camarones. Una copa de carmenere reserva fue un ameno compañero de la degustación. Debo añadir que al comienzo pusieron unos ricos panecillos, mantequilla y un fantástico paté de foie, que por supuesto saboreé.

Seguí con mi elección, entre tres opciones, del blanquillo relleno de queso de cabra, jamón y puerros con una salsa de pimientos asados y acompañado de papas asadas y verduras al dente (un bouquetiere exquisito). Nuevamente acompañado de otra copa del rico carmenere sugerido.

Para los postres una combinación de crema catalana (creme brulée), suspiro limeño y frutas con crema, una delicia que se acompaña con un buen café negro.

Que rico es Paladares, lo extrañaba!!

Casa Flaño : gran promesa en Bilbao

Paseando en cleta hace alrededor de un mes divisé un nuevo restoran que me prometí visitar. Sospechaba que podía ser un buen lugar y quizás tendría una buena terraza para una cena estival. No me equivoqué!!

Tenía pendiente una conversación con un buen amigo, quién además disfruta especialmente compartir mis descubrimientos gastronómicos. Pues bien, nos dimos cita alrededor de las 21 horas en la Casa Flaño, antigua residencia de la familia homónima y que ha resucitado en manos de uno de los hijos, como restaurant.

Claramente aún está en el rodaje, pero hay pasta y mucho esfuerzo en otorgar un buen servicio. Una vez adentro, pudimos hacer un breve paseo por una casa preciosa, de diseño extraordinario y materiales nobles. Sin embargo, lo que me atrajo rápidamente fue llegar a la terraza, un enorme patio, ideal para una cena al aire libre. Sin embargo, solo habían unas pocas mesas en la zona inicial, pero claramente tiene un potencial por explorar gigante.

Nos instalamos en una mesa muy bien presentada y solicitamos los aperitivos incluyendo unas ricas machas a la parmesana. Mientras bromeabamos acerca de las posibilidades del enorme terreno de la casona, se nos acercó el dueño de casa, con quien charlamos amenamente acerca de la historia del lugar, lo complejo que fue recuperar las condiciones tras haber permanecido cinco años arrendada  y los planes que tiene para el futuro. Bonito esfuerzo.

Una carta muy breve y en curiosa coincidencia, elegimos el mismo plato. Un roulad de salmón (realmente un mouse de salmón) relleno con camarones, espinaca y pimiento. Todo ello acompañado de un humus, salsa de aceto y espinacas. Sumamos una botella del rico syrah De Martino 347 reserva, con lo cual tuvimos una cena deliciosa, aunque solo después de pedir que llegaran más calientes los roulads. En fin, los detalles.

Nos pusimos al día sobre nuestras vidas disfrutando la tranquilidad fabulosa de esta terraza y el hecho que aún no es un lugar muy conocido, luego hay poca concurrencia.

Para los postres, un tiramisú aromatizado al kalua con salsa de arándanos y crocante de nuez y un postre de frambuesas con salsa de berries con crocante de almendras, ambos exquisitos. Solo nos quedaba pedir el café y despedirnos de Julián Flaño por tan amable y sabrosa velada.

Un lugar precioso que se añade a las promesas de disfrutes de Santiasco.

Ópera de Beijing : sorprendente espectáculo

El equipo de artistas que componen la Ópera de Beijing de Tianjin fue la mejor excusa para ir a conocer el Teatro Municipal de Las Condes y de paso disfrutar algo único. A mi llegada el teatro completamente lleno, afortunadamente compré la entrada con adelanto. Es un sitio de mediana capacidad, menos de 1000 posiciones, pero debe reconocerse que hubo un buen diseño no solo en acústica sino en conseguir que desde cualquier posición tienes una buena vista.

El grupo formado en 1984 tiene una larga y premiada carrera con una composición de artistas formados desde niños en la rigurosa disciplina atlética y artística que supone practicar la ópera china. En esta presentación veríamos tres extractos de ópera tradicional china, En la encrucijada, La salida de Zhaojun y el magnífico Robo de la hierba inmortal.

Con un pequeño atraso de 10 minutos, los característicos sonidos de los instrumentos chinos dieron paso a un escenario prácticamente vacío, solo una pequeña mesa roja en el centro y un artista que en pocos minutos consigue la admiración de todos por su despliegue atlético. Se trata del dueño de una posada en donde se ha escondido un general que huye. El segundo actor, que representa a otro general que sigue al primero para protegerle, hace una danza increíble en solitario, hasta que negocia con el dueño de la posada el quedarse por la noche. Durante esa noche, en la oscuridad total (todo esto lo se porque en la parte superior del escenario hay una pantalla con la traducción de los diálogos y al comienzo un resumen situacional), se enfrentan en un duelo con espadas, pero sobre todo de agilidad, precisión, gimnasia e incluso humor. Finalmente, se aclara todo el enredo (final feliz) cuando llega el general en fuga y la esposa del posadero ilumina el lugar. Maravillosa obra!!

El segundo fragmento relata el viaje que debe emprender la más hermosa de las concubinas del emperador para casarse forzadamente con el rey huno. Es una obra llena de talento actoral y de la maravillosa voz de la actriz. Los textos son profundamente poéticos y de gran nostalgia. Los sonidos de la voz de la chica, provocan que una guagua que alguien llevó a la sala, decidiera imitarla, casi hablaban entre ellas. De lo más divertido a pesar del desatino de quien lleva un bebé a una obra como ésta.

La tercera parte, fue quizás lo mejor. En este caso, la chica mostró que no solamente era bella, con una voz increíble sino que una verdadera atleta. Ella representaba la reencarnación de una serpiente que viaja a una montaña sagrada en donde se encontraba una hierba de la inmortalidad que requería para salvar a su marido de la muerte. Pero esa hierba estaba custodiada por una grulla y un ciervo además de varios guardias. Las sucesivas batallas de la mujer con cada guardia y luego con todos a la vez fue una sorprendente danza de habilidades sobrehumanas, la armonía de todos los artistas en movimiento, los cantos, el uso de espadas y lanzas, en una multitud de coreografías nos dejaron a todos sin aliento. Deliciosos talentos y bellísimos trajes.

En la despedida atronadores aplausos a todos los actores y a la banda de seis músicos que tocaron vivo. No había tenido la oportunidad de ver una ópera de beijing y desde ya me declaro fanático. Es demasiado hermosa.

Ópera : un delicioso cumpleaños

Un gran y antiguo amigo estuvo de cumpleaños y como ya se ha convertido en tradición, nos juntamos junto a su pareja a celebrar en algún lugar rico que elijo para la ocasión.

Originalmente mi amigo se había entusiasmado con ir a un lugar sobre el cuál le había hecho más de algún comentario (Lucía Bistró), pero el azar nos llevó gratamente hacia los altos del restaurant Ópera, una de las ricas terrazas del barrio Bellas Artes.  Un atardecer delicioso que aprovecharíamos muy bien.

A esa hora, recién comenzaba la afluencia de clientes, por lo cual no fue complicado encontrar un buen sitio para celebrar en el tercer nivel. Para beber pedí una combinación de Absolut Pears con ginger ale, algo muy fresco para días cálidos, lo cual fue suficiente para tentar y que pudiera hacer una recomendación, Absolut Kurant con tónica y un tequila margarita con azul de curazao.

Unas deliciosas brochetas mixtas en porción duplicada fueron adecuado acompañamiento a la conversación y los tragos. Tanta animación acentuó la sed y fuimos por una segunda ronda que incluyó Absolut Mandarin y tónica, un Absolut Kurant y tónica, esta vez para mi amigo y un ron Matusalem 15 años para el que escribe.

Con ánimo de probar dulces, mis amigos disfrutaron una piña caramelizada con helado de platano y albahaca y un pastelito mil hojas con arroz con leche. Por sus caras de placer, adiviné que estaban deliciosos.

Pasadas las 23 horas marchamos de un repleto lugar (inevitable en esta época) con la satisfacción de haber pasado un muy buen rato juntos.

Cata de vinos : gran idea para romper la inercia

Cuando recibí la invitación para esta cata de vinos, tome consciencia del tiempo que ha pasado desde la última vez que asistí a una. Las catas de cualquier índole son una debilidad personal, nada más excitante para mis sentidos que experimentar algo novedoso. Novedoso, podemos preguntarnos?, en realidad he ido a muchas catas de vino y puedo asegurarles que no hay una igual a otra, cada una es una experiencia singular.

Este año no había ido a catas, porque estaba enfocado en otros placeres, pero debo reconocer que es irresistible y me fui caminando al Hotel Crowne Plaza gustoso para participar de esta experiencia sensorial tan querida.

La recepción fue fantástica, ya que instalado en una tarima, estaba el gran maestro  Agustín Moya sacando maravillas de su saxo tenor, mientras llegábamos los invitados. Luego un pequeño cóctel, con delicados canapés y jugos (piña o naranja/plátano), todo un detalle, ya que el objetivo era eliminar la ansiedad que produce el hambre y prepararse tranquilamente para disfrutar la experiencia de los vinos.

Simpáticas y circunstanciales conversaciones con otros asistentes al evento, hasta que se abre el salón del placer, el lugar de cata. Nos instalamos en las mesas y tras una introducción muy light, aparece el maestro, Pascual Ibañez, mi maestro personal en este arte de degustar placeres digestivos diversos. De hecho, fue un detalle emocionante cuando Alejandra Larenas, socia de Pascual en la Escuela de los Sentidos, me sorprende con su lindo saludo en mi mesa. Reconozco que me sentí a mis anchas, esto me gusta demasiado.

Los invitados, todos clientes del proveedor que nos invitó, estaban desconcertados por el curso de los acontecimientos. Imaginen por un momento que piensa alguien que todo el día solo ve cifras y decide temas de negocios, cuando se le pide que deje la mente al lado y de pronto acople su cuerpo a la batalla y le asigne importancia a lo que siente. Ahí está la magia, es la hora de sentir con todos sus sentidos, eso es una CATA.

Tras una charla breve sobre el vino y la aplicación de los 5 sentidos que se requieren en una cata (curioso que tengamos que ser enseñados a reconocer que además de la mente tenemos sensores increíbles para el gusto, el olfato, la audición, el tacto y la visión, los que debemos involucrar para una experiencia completa de nuestra interacción con el mundo). Por suerte, el encanto de Pascual y la buena onda, aseguraron un buen avance en el aprendizaje de los asistentes.

Probamos desde un contundente sauvignon blanc (una joya que recién comienza a brillar) hasta un tremendo cabernet sauvignon (hay mejores), pasando porun  pinot noir, un ensamblaje multicepas  y un syrah maravilloso, lo mejor de la cata.

Además de probar los vinos usando los códigos tradicionales de la cata, hicimos ejercicios de combinación con quesos, que resultaron muy divertidos. Aprendí hoy, que a veces un mediocre queso puede ser muy adecuado para mejorar en boca un vino. Qué maravilla son los sentidos!!!

Tras la cata, algunos concursos con premios y unas copas de regalo para todos los que llegamos hoy a romper la rutina laboral. Excelente iniciativa de Servipag, se merecen la mención que hago (algo que me produce pudor)