Asia Lima : un retorno inesperado

Salí a buscar un sitio en donde cenar tras una jornada intensa de trabajo y ninguna gana de cocinar en casa. Como me resulta normalmente cómodo, comencé a caminar zigzagueando en las calles del sector Manuel Montt, ponderando historias y descubrimientos en los sitios que iba encontrando. Inesperadamente, la cálida iluminación del Asia Lima fue suficiente seducción para decidir que ese sería mi lugar de cena.

Estaban partiendo la jornada, por lo que tuve que perdonar cierta torpeza al comienzo, pero muy pronto pude pedir un aperitivo, el Inka Atahualpa, un pisco con licor de banana, jarabe de granadina e inca cola, una delicia que por su contundencia requería algo más. Así que pedí, una causa al olivo, esto es, una causa rellena de pulpo con crema al olivo. Una delicia inesperada, ya que acostumbrado a las causas con atún, no sabía que esta variante podía ser tan deliciosa.

Aún hambriento, seguí revisando la carta y me encontré con la versión japonesa de la comida peruana y pedí un Asia Maki Popeye, una combinación de atún y palta envuelta en espinaca y cubierto con un tartar de atún y salsa oriental, un plato delicioso que bien merecía una botella de Matetic Corralillo Pinot Noir.

El lugar sigue siendo cool, solo falta refinar el servicio, ya que se nota mucho la diferencia entre los mozos inexpertos y los con oficio.

 

Azul Profundo : tanto tiempo ha pasado

Tomando en cuenta la cantidad de restoranes que se abren cada año y el lamentable número que cierra sus puertas, es verdaderamente un encanto volver a un sitio que he visitado por mas de 10 años.

Lo primero que agolpa recuerdos en mi mente, es la hermosa y abundante cava de vinos que adorna una gran pared así como el murmullo de personas hablando en inglés. Definitivamente es un sitio de turistas que buscan un sitio original y de probada calidad en su oferta.

Llegamos un poco tarde, tras una puesta al día en larga conversación con mi partner actual de salidas gastronómicas. Partimos con una entrada, unos camarones al ajillo, algo delicioso que combina perfectamente con la ración de pan caliente, mantequilla y pebre delicioso, elementos esenciales de una buena partida de cena en este sitio.

Ya entusiasmados, mi partner se inclinó por un rico mero a la plancha con ensalada de palmitos mientras yo fui por uno de mis fetiches gastronómicos,  Oda al amor, un filete de tiburón en salsa picante. Finalmente soy esclavo de los sabores rotundos que guarda mi alma.

Para acompañar esta delicia de cena, una botella de pinot noir Morandé, helado y mantenido en una cubeta de agua y cubos de hielo.

No me puedo quejar, este sitio de tantos años sigue teniendo encanto y sabor, puedo volver una y otra vez y los platos que me gustan siguen siendo deliciosos.

Cenando en El Ancla : una experiencia probada

Buscábamos un buen lugar para cenar mientras caminábamos muy tarde por las cercanías del barrio Manuel Montt, cuando de pronto vino el recuerdo de un sitio  que sabíamos atendía hasta tarde y que era una experiencia disfrutable sin contemplaciones.

Rápidamente nos fuimos a la pequeña terraza del segundo piso con la esperanza que hubiese espacio, pero la fortuna no estuvo de nuestra parte. En cambio, encontramos una mesa en una zona en que circulaba una rica brisa y nada que decir, estaba perfecto.

Nos matriculamos de inmediato con un buen pisco sour y pedimos una delicia que este lugar ofrece, una fuente con locos y papas mayo sobre una cama de lechugas y unos finos cortes de pimiento. Es una delicia imperdible!!

Para los fondos, sabiendo que había una partida de lenguado fresco, seleccionamos un lenguado a la mantequilla negra y ensaladas palmito palta para mi partner y en mi caso un atrevido lenguado con salsa de naranjas y papas provenzal. Para acompañar estas delicias, pedí una botella de un consagrado Pinot Noir Cartagena de Casa Marin, el cual mantenido en su cubeta con hielo y agua nos brindó grandes placeres.

Nos tuvimos que olvidar de los postres en consideración al nivel de satisfacción, por lo que fue bienvenido un buen café negro.

El Ancla es una maravilla!!

Olan : delicias en su nueva casa

Hace unos 4 meses el restoran Olan salió de su habitual residencia en Seminario para ubicarse en una inmensa y preciosa casona blanca en calle Condell cerca del Hotel NH.

El sitio está acondicionado de manera extraordinaria, blanco riguroso, paredes impecables y pinturas peruanas que resaltan de manera genial. Llama la atención el espacio disponible y que se privilegie esa comodidad para los clientes. Nada más desagradable en un restoran que sentir el olor de la comida de otros o participar sin querer de sus conversaciones.

Partimos, como de costumbre con unos buenos pisco sours, aunque hicimos la variación de pedirlos mixtos con jengibre. Gran elección!!

La selección de los platos no fue fácil, la carta es muy tentadora y mi partner eligió una  reineta a la plancha cubierta con una de salsa de camarones ecuatorianos. Por mi parte, estuve a punto de ordenar un sudado de corvina con ostiones, calamares, camarones, tomate, cebolla, cilantro y  jengibre, pero finalmente me decidí por un contundente lomo saltado, esa rica especialidad peruana y que el Olan prepara  maravillosamente.

Dado que solo yo tomaría vino en esta ocasión, me incliné por seleccionar un JBouchon carmenere Chicureo reserva, delicioso y a tono con mi rico plato.

Nuevamente tentados con la carta, mi partner eligió una crema volteada y en mi caso una mazamorra morada, postres fantásticos que cerramos con un buen café negro.

Notable El Olán, vale la pena regresar.

 

Squadritto : rica y tranquila cena

Es impresionante como pasan los días y los meses, sentía que hace tan poco que había estado en este lugar y ha pasado casi un año. Lo ventajoso de estar en una calle de bajo tránsito y en medio de un barrio con abundante oferta gastronómica, seguramente les ha dado un buen pasar.

Instalados en la terraza, partimos con agua mineral sin gas y mi partner con  coca light, mientras me esforzaba por leer a medialuz la carta. La ceguera nocturna me está haciendo pensar en llevar en el bolsillo mi linterna frontal cuando salga a cenar.

De la gran variedad de pizzas disponibles, nos tentamos con una pizza frutti di mare, un clásico sabroso, el cual acompañaríamos con una fría y deliciosa botella de pinot noir Tabali.

Una cena animada solo por el ritmo de la buena conversación y los sabores, fantástica tranquilidad!!

 

Boudoir : un lugar delicioso

Esta noche era nuestra habitual junta de trabajo con mi hermano para ver nuestros proyectos y aprovechar de conversar de sueños e ideas. Fue una sesión muy ejecutiva amenizada por unas heladas cervezas para hacer frente al calor asfixiante de Santiasco.

Como era la última sesión antes que él saliera de vacaciones, decidí hacerla especial y lo invité a disfrutar una cena en un sitio que tenía previamente elegido en mis contínuos paseos en cleta por la zona de Bellavista.

Nos fuimos caminando y conversando hacia el Boudoir, un estiloso lounge bar francés que lleva unos pocos meses por ahí y que aposté, seguro estaría muy bueno.

Una casa de arquitectura notable, decoración muy afrancesada, algo kitsch pero se ve bien y lo mejor, la atención desde el primer instante verdaderamente plausible. Nos instalamos en la semi penumbra que domina el lugar específicamente  en la zona del patio interior. Todo muy ad hoc, probablemente para enamorados, pero como yo amo a mi hermano menor, me pareció igualmente apropiado.

Pedimos unos kir royales para iniciar el disfrute, mientras hacíamos maravillas tratando de ver la carta con tan poca luz. En todo caso con la excelente atención del mozo, llegamos con rapidez a determinar cuales serían los platos. En mi caso, me dejé seducir con un filet roquefort, un exquisito filete a la grilla con tocino roquefort, pepinillos y cebolla caramelizada, mientras mi hermano cedió ante una Res en vino, compuesta por una carne mechada cocida en vino tinto cebolla frita y salsa dijon.

Con la promesa de esos sabores, de la carta de vinos no me quedó opción mejor que elegir un Parcela 7, el rico ensamblaje tinto que combinó perfectamente con la delicia de esos platos.

Fue una cena maravillosa, mucha conversación acerca de los logros del trabajo conjunto en nuestros proyectos, muchas nuevas ideas y todo ello amenizado por una  música lounge exquisita, a pesar que la temperatura ambiente es muy alta para mi gusto. (Regalo útil : un sistema de aire acondicionado).

Al final, Boudoir es una experiencia fantástica!!!

Carl Winther Trío : una delicia de jazz

Estaban próximos los días en que mi querido lugar de jazz, Thelonious, cierra pues Erwin el poeta mentor y gran anfitrión del lugar, toma sus vacaciones. Como casi siempre ocurre,  se despide con algún filete musical y por lo tanto esta noche estaba asegurado el disfrute.

Proveniente de Dinamarca, Carl Winther es un joven y talentoso  pianista y compositor. Con muchos pergaminos bien ganados, se hace acompañar en esta ocasión por el gran René Sandoval en contrabajo y un concentrado Juan Pablo Jaramillo en batería.

Desde el comienzo, muestra la calidad que su fama le precede tocando piezas deliciosas que hacen enmudecer al público en la sala. Llama la atención el grado de sintonía con los músicos chilenos que le acompañan y a medida que pasa el concierto, el juego de la improvisación se hace definitivamente virtuoso. Por momentos, me parece que hace esos juegos de compases que tanto disfruto cuando escucho a E.S.T., mi grupo de jazz preferido.

Una sesión de jazz de lujo, con dos salidas al escenario que registré con mi cámara para compartir el disfrute.

 

Melissa Aldana : la visita de la diva chilena del saxo

A veces me resulta imposible creer que esa niñita que conocí hace unos 10 años, esté convertida en la mujer poderosa que esta noche saldría al escenario. En sus comienzos, Melissa siempre mostró que su talento interpretativo era extraordinario, pero pesaba su juventud y quizás el mundo que aún no conocía. Su prodigio la llevó a estudiar al famoso Berklee College of music donde rápidamente se destacó como un prodigio. Finalmente se instaló en el circuito norteamericano y hace frecuentes giras con importantes músicos.

Un mensaje SMS de mi querido hermano me advirtió que esta noche tocaría Melissa en Thelonious despidiéndose de Chile tras concluir sus vacaciones. Antes de esta noche, la ví el 2007 cuando vino de vacaciones desde Boston tras haber iniciado sus estudios en Berklee. En esa ocasión, tocaba clásicos de Coltrane y otros además de temas de quien era su novio.

En el escenario, junto al contrabajo de Eduardo Peña y la batería encantada de Andy Baeza, aparece una delgada y hermosa mujer con su saxo, para dominar la escena. Ahora no solo toca clásicos sino que tiene composiciones propias (ya grabó un disco el 2010) y son magníficas. En algunos temas, se hace acompañar por Nicolás Vera en la guitarra y Agustín Moya en saxo para lograr  un quinteto delicioso.

Cuánto crecimiento, una artista de nivel mundial y con su sencillez característica. Recuerdo que cuando escribía filetario en formato de news, cada vez que había un concierto de jazz en que estuviera Melissa, les recordaba a todos, que aprovecharan porque más adelante iba a costar mucho dinero asistir a verla, porque ella es una diva del saxo.

Maravilloso desempeño, un gran momento de disfrute que capturé en algunas fotos que dejo para que mueran de envidia.

 

La Hacienda Gaucha : deliciosa cena

Por esas cosas curiosas que no tienen explicación, conocí primero la  sucursal de este restaurante en la Plaza Pedro de Valdivia antes que el local inicial en Vicuña Mackenna. Sin embargo, habiendo disfrutado la calidad de las carnes y el buen servicio, lo consideré una opción segura.

Llegué al lugar, dejando atrás una jornada de más de 12 horas de trabajo intenso pero contento con los resultados obtenidos. En ánimo de celebración, decidí que sería una cena lenta y sabrosa. Partí entonces con mi agua mineral sin gas, mientras repasaba las opciones de la carta. Claramente, la especialidad son las carnes y con preparaciones muy seductoras.

Tras confirmar el calibre de mi hambre, seleccioné un plato llamado Lomo Principado, un delicioso lomo bordeado con panceta, champignones, salsa de 4 quesos acompañado de papas rostik. Al paso, también solicité la carta de vinos que sorprende por su gran variedad de cepas, en donde encontré un Montes Classic Series Malbec.

Un plato abundante en cantidad y sabores, una verdadera delicia y que además quedó enaltecido con la delicia del malbec. Esta cena exquisita solo me permitió un cierre de café negro, definitivamente no era posible un postre.

Caminando de regreso a casa, terminé de despejar mi mente y completar el disfrute de esta noche de verano con algo de brisa.

 

Otra vez en Le Fournil : cenas de trasnoche

Debe tener que ver con el biorritmo, pero es frecuente que me muera de hambre bien entrada la noche. En esas ocasiones debo salir a rastrear lugares que tengan una buena cocina y que además tengan la energía para atender tarde. Por suerte esos lugares existen!!.

A pesar de la gran multitud que suele haber en el Patio Bellavista, siempre he encontrado espacio en Le Fournil, quizás ayudado por el hecho que me conocen después de tantos años deambulando por ahí.

Partimos con terrina de queso de cabra a las finas hierbas, espárragos y pimentón para iniciar la conversación, gratamente acompañados con mi Kir Royale y el pisco sour que suele elegir mi partner.

Para los fondos, mi hambre dictó un pavo relleno con chorizo riojano, tomate con farce de verduras y champignon al roquefort, mientras que mi partner decidió un tournedo de filete de res a la pimienta con ratatouille. Nada que agregar, somos unos hambrientos!!

Acompañamos la delicia de esos platos con un Santa Carolina Specialities Dry farming, reserva carignan, una cepa que me encanta y que en este caso venía de maravillas.

Tras la tardía cena, solo quedaba caminar un buen rato para acomodar la carga. Qué delicia Le Fournil!!