Fiesta Electrónica, fiesta de las vibraciones de los sistemas de amplificación y la música electrónica. Este año, en el Movicenter (metáfora del movimiento, la automatización, el sistema de créditos o quizás, la rapidez).
Varias semanas antes compré las entradas para este espectáculo, invité a mi hermano y al final se acoplaron varios amigos y parientes. Me convertí en el comprador oficial ya que con una de mis tarjetas de crédito podía acceder a descuento. En fin, pasadas las 21 horas del viernes 9, comenzaron a llegar a mi departamento los comensales electrónicos. Tras una larga y nutrida charla como es de rigor, nos dividimos en dos grupos para calzar con los taxis. Llegamos cerca de las 23 horas, tras unos simpáticos incidentes, hasta el lugar del sonido. La verdad es que sonaba poco amplificado, esperaba más power y estaba un tanto fome.
Nos fuimos acomodando en el centro, tan cerca como era posible del escenario (nunca tanto, solo lo necesario para disfrutar la parte visual del cuento). Varias pruebas de sonido algo tardías, casi comencé a chorearme, pero bueno, llegó el momento y Chemical Brothers estaban en el escenario y el sonido comenzó a ser interesante. Poco a poco, se desarrolló el show, cada vez más intenso, mejorando la potencia sonora y la visual y al cabo de 20 minutos, estábamos todos embalados, disfrutando intensamente. Gran parte de los discos del pasado, también la última placa, aunque siempre me quedaré con la duda si tocaban en vivo o no, ya que sonaban demasiado igual a los discos «no en vivo». Como sea, fuera de las pendejas dando jugo (son insoportables), estuvo muy disfrutable y lo pasé bastante bien.
El recuerdo que me quedó del recital, fue mis zapatillas preferidas manchadas de un cuanto hay, ya que en el apelotonamiento, recibí pisotones, me derramaron bebidas, tragos, etc. Ya veré si se puede limpiar tanta huella.
Bien por Chemical Brothers, son muy buenos.