Este lugar escondido en un bonito pasaje cerca de Condell, estaba en mi lista desde hace varios meses, sin embargo, no había podido dar con la ocasión propicia para ir.
Con una arquitectura de loft se palpa de inmediato el espíritu moderno y de buen gusto. Hay una galería de pinturas de gran colorido adornando las paredes, unas extraordinarias lámparas de buen diseño, una distribución cómoda y espaciosa con buenos muebles y una música ambiental deliciosa y al volumen que agrada cuando uno quiere disfrutar una buena conversación.
Ya con los detalles de minimalismo descritos, estábamos muy entusiasmados y la atenta chica que nos trajo la carta completo la buena primera impresión. La carta pequeña pero con suficiente variedad, ensaladas, platos de corte gourmet, postres, tablas, sandwiches, en fin para todos los gustos. Además una carta de tragos largos y selección de vinos muy seductora.
Como ya era bastante tarde, decidimos por una tablas y unos tragos. Los tragos de gran tamaño y precisa confección, pero la mala noticia viene cuando la linda chica viene a decirnos que el chef se fué!!!!!. Cocina cerrada y no pasaba de las 23:15 horas. Esto si que es freak!!!. Debo destacar que la moza se preocupó de regalarnos una porción de pollo al pilpil muy bueno y algunos granos secos para acompañar los tragos, como disculpa por el percance.
Perdonando esta situación hasta que no pueda probar la comida, dejo pendiente la evaluación del lugar. estuvo rico y solo nos obligó, tras beber nuestros tragos, a trasladarnos al siguiente lugar para comer rico.