Hay pocos lugares que tienen un nombre que se ajusta perfectamente a su contenido y para este día en Santiasco, no podía ser mejor.
Ubicado en el barrio Condell, favorecido por una noche estrellada y un tanto calurosa, nos recibió a tiempo para disfrutar una buena velada conversacional.
Lindas y coloreadas paredes con fotos, cuadros y símbolos de distintas épocas, muebles de indeterminable origen, televisores de dos o más décadas y afortunadamente apagados, un lindo piso de madera y el atento servicio de una buenamoza chica. La música deambula entre la electrónica, el pop británico y la balada en español. Todo, todo, una rica mezcla de todo.
La carta es simplemente graciosa, un disco LP, cuya carátula trae la carta de tragos y el disco en su interior, la carta de comidas, una compleja mezcla piqueos y tapas, sandwiches, tortillas y pescados, ajillos, pizzas y muchas otras cosas más.
Elejimos unos vacilantes daikiris basados en frutas tropicales y pusimos como plato de fondo una ecléctica tortilla española, que llenó nuestros anhelos de sabores.
Qué buen lugar para conversar y disfrutar un buen momento!!!