Bobby McFerrin en Chile : maravilloso recital

Con mucha anticipación y apenas me enteré de la visita de este talento extraordinario, compre una precisa ubicación en el Teatro Noescafe para disfrutar a tope lo que suponía sería un gran concierto.

Claramente habían muchas expectativas, el teatro lleno y la impaciencia que comenzaba a dominar a muchos asistentes cuando comenzó a atrasarse la hora de inicio.

Llegado el momento, se abren las cortinas y un escenario con una silla, micrófonos, retornos de audio y nada más. Lo más frugal que puedan imaginar y de pronto el más simple y notable de los mortales, vestido de jeans y polera, el maestro. Ovacionado hasta el hartazgo, se sienta y apenas se acallan los aplausos comienza una rutina de vocalizaciones de más de 15 minutos que nos dejó boquiabiertos. Cuánto talento!!!

Con un rango vocal sobrehumano, su talento se despliega en cada incursión largamente celebrada por los fanáticos que ocupábamos el lugar. Un momento delicioso ocurre cuando invita a tres espectadores para bailar espontáneamente con su música, un muchacho y dos chicas. Deliciosas performances, completamente improvisadas y alentadas por el contacto con el genio en escena. Todos arrancaron aplausos tremendos, me parecía estar en otro país, no había visto algo así en Chile.

Más adelante, invitó a 16 personas al escenario y por poco se sube todo el teatro, habían más de 40 personas disputándose un lugar. Bobby los ordenó por rango vocal y comenzó una vez más a hacer magia, hizo música deliciosa con su voz y el contagio milagrosos con sus adeptos. Fue un momento extraordinario, en donde apareció en todo su esplendor el director que es McFerrin.

Más adelante, jugó con las escalas musicales en una topología imaginaria en el escenario, en que la complicidad del público fue increóble, McFerrin saltaba en una dirección y el público seguía la escala musical con una calidad que me dejó pasmado. Estoy seguro que yo era el más extraño en ese lugar, todos cantaban tan bien que me avergoncé de no poder hacerlo tan bien. Me emocioné hasta las lagrimas, un espectáculo exquisito.

El broche de oro, fue cuando bajó del escenario e invitó a quien se atreviera a improvisar con él. No podía creer que se hizo fila entre  la muchachada y los resultados fueron deliciosos, hay tanto talento oculto en Chile.

Al final y después de un segundo bis, Bobby salió con toda su sencillez y aceptó responder preguntas. Me quedo con una impresionante, le preguntan porque al finalizar cada canción, pone el micrófono sobre su cabeza y se inclina y él responde, lo hago para agradecer que puedo cantar. Que humildad!!!

Un show maravilloso!!! (dejo unas fotos para el recuerdo)

Le Flaubert : un almuerzo muy tardío

Un fomingo como tantos otros cuando no puedo ir a la montaña, pero con el hambre desatada por ser muy tarde y la imperiosa necesidad de hallar un buen lugar para saciar el apetito desatado.

Salí a caminar por Providencia, varias cuadras sin destino, hasta que me acerqué a la zona de Pedro de Valdivia. Allí estaba El Huerto, llenísimo por lo que seguí más allá hasta Le Flaubert, un sitio que me fascina desde siempre.

Era un buen momento para disfrutar un commodity personal, un filete rossini, filete de vacuno  asado en su salsa, una porción deliciosa de pate de foie encima, verduras al dente y esa trozo de pastel de papas al gratín delicioso. Un plato 100% disfrutable, en un lugar especialmente acogedor cuando tengo hambre. Mientras esperaba, disfruté mi botella de agua mineral sin gas y pancitos calientes con mantequilla.

Un plato sabroso como ese, merecía un buen vino y de la carta elegí un Botalcura El Delirio, ensamblaje de syrah y malbec 2009, maravilloso.

Una vez disfrutado lentamente mi plato, elegí un postre que no había probado. Me refiero a un postre de membrillo y queso de cabra, una combinación impresionantemente deliciosa. Solo me quedaba gastar el cartucho final, mi café negro.

Un almuerzo delicioso y sobretodo tranquilo.

Boris Godunov : una ópera extraordinaria

Esta ópera ha sido esquiva en Chile y ésta era una oportunidad única para disfrutar esta magnífica obra de Alexander Pushkin. Llegué con muy poca anticipación dada la carga laboral, pero tenía la ventaja de haber comprado una muy buena posición en palco y nadie me impediría disfrutar la hermosa obra que me citaba esta noche al Teatro Municipal.

La maravillosa escenografía del virtuoso Hugo de Ana, la irreemplazable Orquesta Filarmónica de Santiago bajo la dirección del maestrísimo José Luis Dominguez, el coro de niños del Grange School, el coro del Teatro y toda esa magia que el Teatro Municipal nos depara para estas obras fantásticas.

Unos pocos minutos de atraso y ya estábamos inmersos en la maravilla escenográfica de esta obra. Una increíble cantidad de artistas en escena, masivo como pocas veces, para exacerbar la contundencia del argumento, un pueblo atormentado por la falta de un rey, o lo que sea representante del poder, por ejemplo, un regente Boris Godunov, enamorado del poder y capaz de asesinar al verdadero heredero y vivir atormentado el resto de su vida por ese crimen infame.

Hermosa obra, ya que se pasea por la historia de los personajes pero finalmente choca ante la tremenda infamia del asesinato por el poder. Una historia de los años 1500 nos lleva una y otra vez por la vicisitud humana, el crimen como pasaje al poder, el remordimiento, la necesidad de ser perdonado y sobretodo, el impulso a la permanencia, a la proyección en los hijos a pesar de todo. Es una obra tremenda, con una escenografía increíble, con ritmos perfectamente logrados y con la perfección ejecutante que pocas veces vemos. Un aplauso cerrado para los artistas y el equipo técnico que hace posible que la continuidad dramática no se perturbe por los necesarios cambios en la escenografía, una maravilla de precisión relojera.

Una obra excepcional, dramática y bella en extremo, pocas veces he visto esta contundencia en el Teatro Municipal, lo cual me alegra, ya que me hace sentir que siempre me podrán sorprender.

Boris Godunov, el lamento del poder, una obra magnífica!!!!

El Chalán : una cena necesaria

Tras una semana interesante e intensa, necesitaba una cena deliciosa en un buen lugar. Era muy tarde por lo que tenía que aceptar que hubiese algunas diferencias entre la oferta de la carta y la realidad.

Un sitio con bastante gente, la mayoría de salida dada la hora, pero suficientemente efervescente como para que siguieran atendiendo. Pedí un agua mineral sin gas para comenzar y rápidamente seguí con un  lomo salteado, especialidad peruana que disfruto mucho y que acompañé con una botella de carmenere Anakena Indo, una delicia bastante apropiada para mi cena tardía.

Este  local se merece tanta asistencia ya que sus sabores lo ameritan. Sin embargo, intentando mantener la ecuanimidad me parece que un lugar como éste, debiera tener horarios más extendidos ya que finalmente me sentí presionado a terminar mi cena más pronto de lo deseado, con un postre de maracuyá y rico café negro.

Rico restoran, peruanísimo en exceso.

Pz sandwichería y pizzería : rica opción

Hace un mes aproximadamente que divisé este local en Santa Beatriz, en mis habituales incursiones en cleta rumbo al cerro San Cristóbal. Hoy me juntaba con una gran amiga, quien disfruta mi afición por experimentar nuevos sitios y yo disfruto su entretenida charla y el anecdotario interminable que ella posee.

Nos juntamos a ponernos al día, ya que no nos favorece lo ocupado de la agenda, pero las ganas de pasar un buen rato juntos es suficiente aliciente para que hagamos el esfuerzo. Partimos chequeando la carta de tragos, la hermosa chica que nos atendió no la dominaba del todo pero derrochó simpatía y lindas sonrisas hasta que dimos con lo que queríamos.

Un tequila 100% de ágave y un buen ron añejo dieron inicio a nuestra conversación. Pronto el hambre se hizo presente y revisamos la extensa lista de sandwiches, muy interesante. Elegimos para compartir dos potentes opciones, un Mr. Bull, jamón serrano, queso de cabra, rúcula, aceitunas negras y un estiloso Chronic, un churrasco con queso mozarella, champignones salteados, cebolla confitada, tocinon y un «saludable» huevo frito. Para asegurar el placer, pedimos que nos distribuyeran mitades en nuestros platos, así asegurábamos probar las dos opciones sin mayor dificultad.

Estaban magníficos, suculentas porciones y sobretodo sabrosas (aunque hayan cambiado la rúcula por lechuga), con lo cual tuvimos para largo rato el disfrute y por cierto, mereció una repetición de tragos mientras las historias y anécdotas fluían en nuestra grata conversación.

Tras cuatro horas de disfrute, llegó la hora de volver a la realidad y nos despedimos en el paradero en que mi gran amiga marchó a casa.

Una revisión poderosa y completa  de política, economía, libros interesantes (conversamos largo rato  acerca de mi lectura actual La Economía Azul de Gunter Pauli, fascinante), de amigos y sobretodo de sueños como siempre.

Gran junta, lo pasamos de miedo!!!

Ricardo Castro : un concierto de piano delicioso

Aunque fue todo un atado, ya que cambió la fecha inesperadamente y me tuve que acomodar en otra fecha que no tenía considerada, me hice el espacio en mi agenda y me sumé al placer de una buena sesión de piano en manos de un maestro excepcional.

Este Bahíano, es un verdadero genio del piano y además desde los 3 años de edad, por lo que tener la oportunidad de escucharlo es una delicia que no me perdería por nada. El concierto comenzó con algunos minutos de retraso, pero desde el comienzo quedó claro que era una maravilla. Una selección de piezas de Mozart, fue la primera salida. Luego vino una arremetida de partituras de Beetovhen con lo que eclipsó al nutrido público, que llenaba el Teatro Municipal. Tras un receso vino la selección de Chopin, claramente la especialidad del pianista.

Tras la espasmódica y deliciosa interpretación, el maestro se dió maña para recordar al gran chileno Claudio Arrau con una arreglo de Lizt para El Rigoletto, y posteriormente con una deliciosa pieza de Schubert.

Maravillosa presentación, el piano es una maravilla que siempre sorprende!!!

Caleta Lastarria : una cena divertida

Un restoran  que vino a reemplazar a La Parte del Angel en el mismo lugar  del subterráneo del Observatorio de Lastarria, fue el lugar elegido para una cena after concert.

Un sitio estiloso, donde dominan por su belleza las vigas de roble que hay por todos lados, además de la simpleza del diseño, la cual no le resta prestancia ni funcionalidad. Nos instalamos en una mesa de la zona de no fumadores, en donde habían varios comensales que terminaban su cena y estaban en entretenida sobremesa.

El mozo, un joven oriundo de Concepción con mucha cancha y poca experiencia, estudiante de Relaciones Públicas y empeñoso a pesar de sus limitados conocimientos de la carta, de vinos y sobretodo del arte de ser mozo. Extremadamente simpático, nos hizo reír todo el tiempo.

Partimos con unos pisco sours con miel y jenjibre para acompañar un ceviche mixto que estaba demasiado bueno. Los tragos merecen un rediseño pero el ceviche estaba magnífico. Para los fondos, de la carta salió un extraordinario pastel de jaibas y un filete de mero que acompañé con una mezcla de risotto de quinoa y puré rústico al merken, una mezcla que negocié con el simpático mozo. La comida delicada y bastante bien hecha sin ser magnífica, sospecho que le falta improvisación creativa, un arte necesario para hacer magia en la cocina.

Para acompañar esta rica cena, tuve que hacer más de un intento de selección ya que el bajo dominio de conocimientos del chico atentaba un poco a la experiencia, no obstante lo cual, finalmente tuve ante mí una fría y delicada botella de pinot noir del valle de Leyda, que bien valió la espera.

Ya bastante avanzada la noche y cuando solo quedaban el dueño y su familia en otra mesa, quienes nos pidieron permiso para fumar unos cigarrillos, nos lanzamos a beber buen café negro y cerrar la incursión.

Aunque claramente aún no concluye la marcha blanca, este sitio tiene futuro!!.

Pasto Seco en Jazz Bellavista

Esta es una banda muy especial y que conocí una noche de jazz en Thelonious. El hecho que sus bases rítmicas sean mapuches o cuequeras, les hace representantes legítimos de un estilo de jazz muy chileno. Si a eso se añade que los músicos son bastante veteranos, asombra el despliegue de energía y vitalidad en el escenario.  Prohibieron tirarles agua, porque incluso así se prenden, como dijo el gran Ernesto Holman, bajista consumado y recordado ex- Congreso, quien se acompaña  con Jonathan Gatica (maestrísimo saxo tenor) y Moncho Pérez (poderosa batería).

Un grupo con una simpatía y alegría desbordantes, que entusiasma y hace disfrutar con ganas con sus temas de raíz étnica. Llama la atención con Jonathan hace sonar en ocasiones el saxo como una verdadera trutruca, mientras la batería simula un cultrún. Gran ritmo y belleza para esta versión tan chilenísima de jazz.

Incansables, todos los temas son de larga duración incluyendo uno que duró casi 20 minutos. Una proeza de ritmos y buen gusto.

Gran recital!!

Tryo Teatro Banda : extraordinario talento

El primer concierto musical de esta Compañía, nos congrega en el GAM, con un recorrido delicioso por los temas que han animado obras de teatro notables que desde el año 2000 vienen desarrollando con prodigiosa virtud. Desde Cautiverio felis (sic), pasando por el Gato con Botas, hasta llegar a la premiada Pedro de Valdivia ; la gesta inconclusa o Jemmy Button, su última y maravillosa presentación.

La música, siempre original, forma parte de todas las obras de la Compañía y este concierto viene a refrendar que no solo son capaces de hacer buen teatro sino que pueden entretener simplemente con el desbordante despliegue de talento musical que poseen los actores músicos de esta prodigiosa Compañía.

Con su estilo claramente juglar, se dan maña para mostrar la increíble capacidad de ser todos los chicos multi-instrumentistas y talentosos en extremo. Desde el comienzo, cuando emergen desde el público, los tres integrantes dejan muy claro que la función que disfrutaríamos era algo muy especial.

La presentación en el GAM mezcló con virtud escénica diversas piezas musicales de las obras de la Compañía, cada una deliciosamente ejecutada, incluyendo las explicaciones iniciales del origen de cada tema. Un paseo por el virtuosismo de estos tres portentosos artistas (Francisco Sánchez, Pablo Obreque y César Espinoza) y el sentido profundo de su existencia.

Un punto mágico fue cuando se invitó al hijo de Francisco Sánchez, Baltazar,  a tocar el cajón, el chiquito se sienta en el cajón y sus piernas cuelgan, toca el tema con precisión y ternura, tanto que al terminar recibe una verdadera ovación, por cierto merecida. Posteriormente, se presentan las entretenidas Pink Milk, tres chicas poderosas que cantan y se mueven al son de las canciones de sus propias obras, acompañadas de Francisco en la guitarra. Maravillosas!!

Lo humorístico les viene bien y el espectáculo es una delicia llena de creatividad y buena onda. Una exquisitez  que este teatro repleto disfrutó hasta el hartazgo.

Tryo Teatro Banda, una verdadera joya nacional!!!

Almorzando en Da Carla : mandando buenas vibras

Conversé esta mañana con mi querida amiga Carla, quien pasa por una etapa muy dolorosa pues su padre se encuentra en una fase terminal de un cáncer al pulmón. Triste fue nuestra conversación telefónica, más triste cuando nada se puede hacer para resolver la situación. Solo esperar.

Cómo estaba en medio del sector céntrico de Santiasco por trámites, me pareció mágico encontrarme de pronto con un sitio que me encanta y que por fortuna tiene el nombre de mi querida amiga. Se trata de la exquisita trattoria Da Carla en su ubicación original en Mac Iver y que me trae siempre buenos recuerdos además de disfrutar sabores incansables.

Decidí que almorzar en este lugar me permitiría enviar a mi querida Carlita y su familia muchas buenas vibras, además de proporcionarme un gran placer, algo que siempre necesito.

Después de mi habitual botella de agua mineral sin gas, partí con carpaccio de filete maravilloso, el cual llegó acompañado de una botella surtidora  de aceite de olivas y un lindo y pequeño jarrito de limón recién exprimido, para que yo mismo diera los toques de aliño adecuados. Por supuesto, pedí el grinder de pimienta para recortar pimienta fresca sobre este plato delicioso. Cómo me gusta este rito gastronómico!!!

Para los fondos, dudé entre tanta oferta que ya conozco en tantos años de visitar este exquisito lugar, pero me incliné finalmente por una merluza austral a la plancha con salsa de cebolla morada caramelizada al oporto y panceta italiana acompañada de una buena porción de lasaña de papas y berenjenas, una maravilla de sabores.

Tanta delicia bien merecía que ubicara un buen vino y de la interesante carta de vinos elegí unja botella de pinot noir Gran Reserva Casas del Bosque 2009, un frutoso y aromático vino que acompañó con arte este almuerzo mágico.

Me hubiera gustado probar algún postre, pero el tiempo, el maldito reloj de las obligaciones, me insistía que que debía volver al desafío laboral, asi es que tras un rico café negro, comencé el regreso.

Cumplida mi misión, desde el placer gastronómico inundé de buenas vibras y sana energía a mi querida amiga y especialmente a su atribulado padre hospitalizado.

Grande el Da Carla, es un lugar maravilloso!!!