La Marraqueta : el talento por antonomasia

Si bien la banda data de inicios de los 90’s, lo cierto es que no pueden estar más vigentes. La Marraqueta, está formada por Pablo Lecaros en bajo y voz, Pedro Greene en batería y percusiones, Mauricio Rodriguez (reemplazo virtuoso de Jorge Díaz) en la prodigiosa guitarra y Andrés Pollak en el piano. Una banda de jazz fusión latina, que aprovecha muy bien los ritmos percusionados para construir variaciones virtuosas que deleitan cualquier oído.

Llegué al Club de Jazz Thelonious bastante tarde, no tanto como para perderme el show. Tras mi primer sandwich, disfruté la primera entrada de La Marraqueta. Gran sonido, mejor jazz.

Entremedio, escuché la música de fondo de María Schneider Big Band al unísono con mi amigo Erwin, amo y señor de Thelonious, para luego seguir disfrutando de la banda en vivo.

El hambre musical tiene efectos y debí pedir repetición de ese delicioso sandwich de churrasco, palta, mayonesa, tomate y alcaparras. Todo sea por el disfrute,

Temas deliciosos en donde la sutileza del piano se combina perfectamente con la fuerza salvaje de los tambores y los agudos de una buena guitarra, acompañados del siempre acompasado bajo electrónico.

Gran banda, gran espectáculo

Viaje relámpago a Buenos Aires

Un viaje de placer que se justifique laboralmente hace bien al cuerpo y al espíritu. Tuve la suerte de tener que salir un domingo por la tarde y volver un martes por la noche de la maravillosa ciudad de Buenos Aires. El conquistador español Pedro de Mendoza la fundó como Santa María del Buen Aire en 1536, sin saber como llegaría a ser mi mejor carrete por los últimos 20 años.

Vertiginoso, taxi al aeropuerto, avión, Eseiza, Hotel NH Joustel en Avenida Corrientes y un primer filete, La Caballeriza en Puerto Madero, comer carnes, ensaladas y un buen Malbec, fue una gran bienvenida al puerto fluvial. Luego de dormir, un día cargado a la conferencia sobre tecnologías bancarias, para dar paso a visitas caminadas a la avenida Santa Fé, chequeos en Avenida Callao y escarceos en Avenida Corrientes. Cómo me gusta Buenos Aires!!!

En la noche, cena con sesión de jazz en Clásica y Moderna, una librería y Club de Jazz, para escuchar a un fantástico trío, Sagastizábal, Gorostiza y Vatenberg, con batería y guitarras electroacústicas sincronizadas de manera perfecta. Una cena a la italiana con buen vino para gozar musicalmente como se merece esta ciudad.

Un día martes esplendoroso para disfrutar con desayuno en el hotel, caminata por los barrios cercanos a La Recoleta, para visitar una librería de pasado esplendoroso como teatro, El Ateneo, que lindo lugar!!. Un sitio más para buscar los libros que me encargó un ángel y que no pude resistir esforzarme por atender.

Almuerzo en lugar simple de Avenida Corrientes, tras un paso por las disquerías fantásticas del lugar que servirían para nutrir abundantemente mi discoteca personal. Una milanesa de ternera (que bien la preparan!!), cerveza y otros acompañamientos hacen exquisito el momento.

Tan rapido como llegamos, debemos abandonar Buenos Aires, con la promesa permanente, volveré, volveré!!!!

Buenos Aires, mi paseo filete.

Jazz Chileno : new chilean roads

Cada vez que me enfrento a la novedad en jazz chileno, pienso que se está construyendo algo nuevo y vivaz. Asimismo, mientras más veo camadas de músicos jóvenes haciendo cuento, más me alegra que las artes tengan cabida en las opciones de las nuevas generaciones profesionales.

Me llamó la atención el ciclo de jazz que el programa Chile Música en Vivo de la Universidad de Chile se atrevió a montar en estos fríos días. En tantos años no se habían atrevido a apostar por el jazz y creo que esta vez se dieron cuenta, que equivocados estaban.

Este viernes comenzó con una banda de curioso nombre La Jugarreta Trío, muchachos muy jovenes y no menos talentosos se dieron cita en el escenario de la Sala Master. Jazz de buena factura, estándares de Coltrane y otros maestros pero sobretodo piezas de composición propia. Combinaciones virtuosas ritmos tales como el reggae y el bossa. Una buena guitarra eléctrica, la batería y un bajo de 6 cuerdas hicieron las delicias para un nutrido público, que gozoso aplaudió el talento.

El punto alto de la tocata lo puso la banda Mantis, una guitarra electroacústica, la batería, un bajo extraordinario y la presencia de una morena preciosa en voz, flauta y percusiones. Karen Rodenas, acompañada del talento de Tomás González (guitarra, voz y composiciones), José Gómez en batería y Oscar Arenas, increíble en el bajo. Un despliegue de notas con reminiscencias de Hermeto Pascoal, Fulano, John Mclaughlin y otros exponentes virtuosos del jazz. Karen posee una voz deliciosa y un desplante increible que le hace dominar sin esfuerzo el escenario, apoyada en la potencia virtuosa de los integrantes de la banda. Un filetazo de talentos del Nu-jazz chileno.

Visitenlos en la web 2.0 http://profile.myspace.com/index.cfm?fuseaction=user.viewprofile&friendid=107068202

Tacón Alto 2005 : gran sorpresa

No puedo ocultar mi fascinación por un buen vino y menos cuando apuesto por éste en una cena. Hoy decidí abrir una botella estupenda de la Viña Boutique Las Niñas del Valle de Colchagua. Un vino premium con un mix de Syrah(80%) y Merlot(20%), un vino tratado a la bruta sin decantación, sin filtrado, pero fino en todos sus aromas y sabores. No pude resistir la tentación de comentar que este vino se deja tomar, amoroso, con tonos de vainilla y madera de roble americano, terriblemente frutoso, los arándanos danzan con frambuesas, que me encantaría haber disfrutado con una pequeña maravilla que simplemente no está.

Los grandes vinos requieren buena compañía y eso es todo. Casi da lo mismo que cené. Un tacón alto hace ver con altura parte de la belleza femenina del misterio y la ausencia.

Domingo de fotos, mercado y reflexiones

Hasta el 15 de junio se encuentra instalado en el hall de entrada al Centro Cultural Estación Mapocho, la muestra de fotografías correspondiente a la versión 31 del Salón Nacional de Fotografía de Prensa. Fotos de gran tamaño en donde quedan retratados retazos de la realidad vista por los ojos de buenos fotógrafos.

Hay fotos dramáticas como la de un suicida cayendo de un edificio, divertidas como la de un escolar de básica arrancando de un carabinero, impactantes como el reportaje en fotos al transantiago, una foto increíble de una noche estrellada en Isla de Pascua. En fin, muchas fotos para disfrutar.

Ya que me encontraba en el sector, nada mejor que ir a almorzar al Mercado Central, que afortunadamente no estaba muy lleno. Elegí un lugar distinto al repetido monopolio de Donde Augusto (me carga el nombre), así es que fui Donde Camila, bastante más evocador.

Unos ricos locos de entrada (sorprendentemente grandes) siguiendo con un plato extraordinario, un congrio al ajillo acompañado de papas mayo. Un verdadero banquete y por cierto con un buen vino para poder digerir tan potentes sabores.

Mientras almorzaba, logré terminar un libro que me atrapó desde el jueves. Se trata de un ensayo llamado Cinco meditaciones sobre la belleza, de Francois Cheng. Un texto potente en donde se explaya en diferentes miradas acerca de la belleza, ¿porque la naturaleza no le bastó ser perfecta sino que es bella?, ¿porque la belleza existe en los ojos de quien la ve? ¿porque en definitiva, la belleza es un instante del alma?. Extasiante y recomendable libro.

Normandie : sabores de Francia

Un día especial, tenía hambre pero deseaba algo nuevo. A pesar de la lluvia de días anteriores ya pesaba el maldito smog sobre santiasco. En fin, era hora de probar la capacidad de esta ciudad de ser acogedora.

Salí hacia providencia y me pareció interesante explorar el Normandie Hace tiempo que no me aparecía por aquí. Un buen restorán, tranquilo y de buen gusto..

Partí con un buen sabor francés, una sopa de cebollas ( soupe a l’oignon), deliciosa como en pocos lugares; no es lo mismo una sopa de cebollas que una de estilo francés.

Para un plato de fondo, debía ser algo especial, pedí una truite farcie (una trucha rellena), un plato de trucha horneada, que se complementaba mágicamente con queso de cabra, orégano y tomate. Un adorno de tomate increible, sutil, sobre la trucha, exquisito!!!!. Acompañamiento ideal, Aubergines sautées, o sea, berengenas salteadas, deliciosas!!!.

El vino, solo podía ser un Pinot Noir, asi que elegí entre lo disponible, un Morandé Pionero Pinot Noir 2006, delicioso!!!.

En fin, solo me quedaba un café como petición, y no arrugué.

Muy bién, Normandie, gran sabor!!!!

MediaBanda : la buena onda

En el entorno de las 21:30 horas de cada viernes, la Radio Universidad de Chile, transmite en vivo algún buen espectáculo musical de música nacional. Por años, me dejo caer de vez en cuando para gozar algún bocado de delicias musicales. Esta noche, una de mis bandas preferidas, la MediaBanda.

Hijos musicales y muy evolucionados de una banda chilena legendaria, Fulano, ya desaparecida pero con dos integrantes haciendo de eje de esta increíble agrupación, que ya cuenta con dos discos notables. Cristián Crisosto (compositor, saxo soprano, flauta traversa y clarinete, además del exponente irremplazable de la buena onda del grupo) y la maravillosa voz y presencia de Arlette Jequier (quien además toca clarinete y ocasionalmente teclados).

Un escenario sobrio, como es habitual en la Sala Master, pero con la mejor tecnología de sonido que se puede encontrar. Lleno total, me alegra que hayan muchas personas con capacidad de apreciar lo bueno.

Esta noche, Mediabanda, estrenaba nuevo integrante, me refiero a Javier Barahona, bajo electrónico, un músico notable, descolló en todo el concierto. Un filetazo!!!

Las guitarras eléctricas en manos de Sebastián Dintrans, el más rockero y genialmente virtuoso, seguido de Diego Aguirre, quien saca sonidos increíbles a su guitarra, es el señor de los efectos, hasta escuché que tocaba un saxo con su guitarra. Increíble.

La batería y las percusiones en manos del extraordinario Cristián Hirth, impasible y profesional en cada toque. Un profesionalismo semejante al de Jaime Ramos, el pianista y tecladista, quien hizo un par de solos dignos de sinfónica.

A los vientos de Cristián, le acompaña el tímido Marcelo Maira con su saxo tenor y flauta traversa, trata de no notarse pero es un músico excepcional.

El plato de fondo es Regina, probablemente la más joven e hija de Cristián y Arlette, es un bombón, con una voz increíble, encanto sinigual y además toca muy bien teclados.

Qué gran banda es MediaBanda. Hasta la próxima!!

Concierto de mediodía : un filete musical

La Orquesta Filarmónica de Santiago, dirigida por el maestrísimo José Luis Dominguez, se dio cita en el Teatro Municipal para un concierto extraordinario.

Puntualmente, llegan al escenario los músicos vestidos de riguroso negro y con sus instrumentos a cuestas. Seguidamente, la primer violín, llega para los ajustes de tonos (un rito de orquesta antigua) y finalmente, entre aplausos, aparece Domínguez.

La Sinfonía Nº7 La Mayor OP92 es probablemente una de las mejores obras de Beethoven, por lo menos, para quienes fuimos a disfrutarla hoy. Beethoven compuso esta obra estando completamente sordo, lo cual es increíble. La diversidad de sonidos (flautas, trompetas, oboes, junto a violines, cellos y contrabajos), la rapidez de los cambios y el uso fantástico de las percusiones, me erizaron todos los vellos cada cinco minutos.

La incorporación en el tercer y cuarto movimientos de un vibráfono, panderos, bombos y piano, anunciaba lo apoteósico del ritmo que se expresaría. La música es excepcional, vibrante, una verdadera fiesta y al concluir, el teatro se llenó de vitores y aplausos, completamente merecidos. Una verdadera maravilla!!!!

Cerro La Campana : un día lleno de emociones

Está convirtiéndose en una virtuosa combinación el tener paseos conjuntos entre la Rama de Andinismo del Banco y el Club de Los Malayos.

En esta oportunidad, se trataba de ir al sector de Olmué, al Parque La Campana cuyo trofeo es ese hermoso cerro de pequeña altura pero largo ascenso. Veinte y cuatro comensales para comer el filete de este paseo, llegamos muy temprano al transporte que oportunamente nos esperó en Plaza Italia este amenazante domingo de lluvias.

Un viaje presuroso para llegar a un parque afortunadamente librado de cobros por tratarse de un día de fiesta. En pocos minutos, todos estábamos antes de las 10 am listos para iniciar la caminata. Muchos conocidos, algunas sorpresas, pero sobretodo muchas ganas de pasar un buen domingo.

Un placer reencontrar a varios amigos de paseos anteriores, Ricardo a quien no veía desde diciembre, a Claudia con quien nos conversamos un cerro completo en noviembre y tantos otros, con quienes he pasado buenos momentos de compañerismo y montaña.

Ascendí un tiempo con Ricardo quien, gracias a su increible estado físico, se perdió, definitivamente se perdió, ya que nunca llegó a la cumbre, hasta que lo encontré al regreso al bus al terminar el día. Caminamos por un buen trecho con Claudia, divertida compañía a quien, cuando se acaloró, ayudé a quitarse los pantalones (segunda capa) mientras me tapizaban de tallas por mi «urgencia». En fin Claudia es una gran deportista y la dejé mientras aceleraba el paso hacia la cumbre. Seguí conversando con Milagros, una venezolana muy amistosa a quien acompañé hasta que me di cuenta que si no apuraba el paso, era posible que la lluvia me alcanzara (manía de tratar de adelantarme a los hechos).

Hice cumbre solo, en algo menos de 3 horas, tras perderme un par de veces y asustarme mucho con un viento tremendo que me azotó más de una vez. Lo cierto es que en la cumbre me encontré a Claudio, un portento de Los Malayos, quien llevaba cerca de una hora en ese lugar (plop!!). Como sea, el viento estaba bravísimo y solo atiné a protegerme entre las rocas mientras esperábamos al resto del grupo. Claudio se había hecho maña para calentar agua y hacerse café, maestro!!!!. Yo casi muero del frío atroz que me dió la ventolera en la cumbre.

Poco a poco fueron llegando casi todos ( varios decidieron descender antes). Así que el ritual malayo comenzó a tropiezos, por mi parte ofrecí una degustación de galletas con paté de ciervo, por ahí aparecieron unos benditos huevos duros, manís y nueces, un rico té caliente y ese café brasileño inmejorable que David nos prepara de madrugada para acompañar un exquisito turrón uruguayo.

En definitiva, el viento era tan fuerte que decidimos bajar a la mayor brevedad. Nos lanzamos en la vertiginosa sensación de caer, pero a medio camino, a través de las radios nos dimos cuenta que había problemas. Un par de chicas se habían extraviado y de no ser por la sabiduría del maestro David, el problema habría sido mayor. Al final, otro chico se había perdido también, pero pudo ser ubicado (según él no se había perdido solo tenía un problema de orientación (?))

En el sector de la mina esperamos al grupo, aunque se hacía tarde, había un bien mayor, asegurar que todos llegaramos felices de regreso.

Ya embarcados en el bus de regreso, pasamos a un lugar a comer unas ricas empanadas y comprar aceitunas y tunas de ocasión. Con hambre, todo es delicioso!!!!

Llegamos a Plaza Italia bastante tarde, pero felices de un día lleno de emociones

Tributo a Thelonious Monk

Cuando supe de esta sesión de jazz dedicada al tributo al maestrísimo Thelonious Monk, no pude resistir incluirla en mis paseos filetes.

Me desplacé a la hora precisa para llegar a mi lugar preferido. Minutos antes del show para pedir un exquisito sandwich de churrasco, palta, tomate, mayones y alcaparras en baguette francés y mi trago favorito, ron añejo y coca light.

El show comienza y los maestros, Mario Abagliati en guitarra, René Sandoval en contrabajo, Sebastián Jordán en trompeta y Julio Denis en batería, hacen su trabajo de maravillas. Temas clásicos y esa selección de obras maestras del incomparable Monk hacen notable la sesión.

Jazz del bueno y una concurrencia fanática del filete, hacen pasar el tiempo de manera deliciosa. Siempre me pregunto de donde saca aire Jordán para mantener sus notas o como Sandoval hace parecer tan fácil el ritmo que imprime al contrabajo. Misterios de la música y el virtuosismo.

Cada noche de jazz me llena de nostalgias, de muchos recuerdos, tengo anclado en mi corazón el buen jazz a un amor imposible. Sospecho que eso me trae de vuelta una y otra vez a disfrutar de la música y beber compases de la milagrosa creación que el ser humano es capaz de hacer.

Valió el esfuerzo el trasnochar una vez más.