Beige: complejidad

Esta obra audiovisual, presume de complicidad. Una música de piano extraordinaria sirve de preludio para el sumergimiento de los personajes. Una atmosfera húmeda, el agua, el océano tal vez nos une, pero nos muestra la precariedad del ser humano.

Todo conduce hacia los laberintos complejos del ser humano, mucho movimiento y mezclas de componentes audiovisuales. Extraño y al mismo tiempo atractivo el montaje, pienso que requiere algo de entrenamiento en las claves de la danza moderna.

Dos artistas en escena en una carrera alocada y simbólica. Recomendable.

Almorzando tarde : donde será?

Tras un largo periplo de disfrutes, ocurre que me enfrento a la terrible realidad de estar hambriento pasadas las 16 horas de un sábado. La gran mayoría de los buenos restoranes ha cerrado y no tengo el menor interés de comer comida basura.

Afortunadamente existe el Liguria, esta vez en Luis Thayer Ojeda, en donde encontré refugio para acceder a un buen almuerzo. Pedí como siempre mi agua mineral sin gas para limpiar mi boca.

Como estaba en modo experimentación me permití variar la carta. Pedí una mechada atomatada (especialidad de cocción lenta) con puré al merken. Esa combinación prometía algo bueno. Así añadí un vino exótico, un Petit Verdot de Santa Carolina, Valle de Rapel 2006, que combinó genialmente con el plato elegido.

Un vino intenso, de color púrpura pleno, con perfumes de frutas y vainilla y sabor finalmente amaderado (gusto muy chileno).

Mientras leía el libro Meditaciones de Brian Weiss, disfruté un almuerzo bien armado. Para el postre dejé un creme brulèe y un café negro.

Fantástico el poder almorzar a cualquier hora!!!!

World Press Photos: maravillosas fotografías

En la Corporación Cultural de Las Condes se ha instalado una exposición de fotos increible, se trata de una muestra itinerante de las mejores fotografías de prensa, en diversas categorías, que se han presentado este último año.

Sorprendido observé fotos de guerras reales (estupideces del ser humano) e irreales (las que inventa eeuu para balancear su economía), fotos de catástrofes naturales, de pobrezas siniguales, de indefensos animales y microscópicos seres.

Al final, la belleza se superpone y hay de lo macro y lo micro, lo maravilloso de los seres monocelulares que impregnan una placa fotográfica y los ojos verdes preciosos de mujeres talibanes que son rescatadas de las placas de plata de una cámara de cajón antigua.

La fotografía es siempre una oportunidad de acceder al instante, a la maravilla de un momento hermoso o trágico, sangriento y a veces morboso, pero hermoso al fin, ya que siempre seremos capaces de emocionar con la imagen, aunque sea para llorar.

Agustín Moya Quinteto : filete en grabación

Tras una especialmente pesada semana laboral, no iba a dejar de disfrutar algo bueno que cerrase el viernes.

La grabación de un disco de Agustín Moya Quinteto era un filete imperdible. Llegué a tiempo al Thelonious para pedir mi cena favorita y que ya la conocen de memoria en el local, basta que me digan «lo mismo de siempre» y ya está hecho el pedido.

Una noche genial, Agustín Moya en saxo soprano y composiciones, seguido por el maestro Felipe Riveros en el piano, Nicolás Vera en guitarra electrónica, Nélson Arriagada en contrabajo y Daniel Rodriguez en batería.

Tratándose de una grabación de disco, está claro que todo el filete se puso a la parrilla. Disfrutamos piezas extraordinarias, de larga duración y con el genio adentro.

Además del saxo increíble que toca Agustín, hubo un piano acompañante delicioso y en el penúltimo tema, una impro de contrabajo realmente extraordinaria.

No solo calmé mi voraz hambre con ese sandwich de lomo increíble, sino que saturé todos mis sentidos con la maravillosa música de Moya y equipo.

¿cuando sale al mercado esta maravilla?

Provincia : un cerro comepiernas y más

Hay cerros en las cercanías de Santiasco que merecen su reputación. El Provincia es uno de ellos, pues la fama de comepiernas, es decir, de desangrador y cansador en extremo, es realidad.

Me levante a las 5:30 de la madrugada del sábado, para alcanzar de ajustar mi mochila y ánimo para la travesía. A las 6:30 en punto me pasaron a buscar al punto de encuentro. De ahí hasta el puente Ñilhue fue solo un trámite. había que ganarle al sol en su anuncio y eso implicaba marcha fuerte hasta Alto del Naranjo.

Gran lugar, hay refrescadora sombra y los infaltables buhos que se ocultan en la sombra de un magnífico árbol, a dos horas de caminata.

Ahí nos encontrábamos a 2/5 del camino hacia la cumbre del Provincia. Partimos presurosos, aprovechando un día espléndido con sol y temperatura agradable.

Los doce que continuamos en el desafío, no sabíamos que acercándonos a la cumbre encontraríamos nieve y hielo. Mientras más cerca de la cumbre más difícil se hizo el camino, estaba extremadamente resbaloso y ninguno de los nerds se nos ocurrió llevar crampones. Lo cierto es que evaluando la situación, debimos conformarnos con la cumbre falsa (a 5 minutos de la verdadera, que tal?) para no correr riesgos innecesarios.

A la falsa cumbre llegamos pausadamente todos, con buen tiempo para disfrutar un menú malayo. Aparecieron las galletas de múltiples sabores, le agregué un queso a la finas hierbas con acompañamiento de aceitunas que conseguí un par de semanas atrás en Til Til, le sumé un choricillo artesanal, que se unió perfectamente a los descarozados mezclados con chocolate y turrón de coco, al té con miel y al generoso y espléndido café brasileño de nuestro master David.

La peligrosidad del lugar fue evidente cuando vimos un celular evolucionar sobre la superficie del hielo y proyectarse al infinito en una caída increíble al vacío (lo siento David, deberás conseguir otro). Tan solo 10 minutos después una botella con agua (y jugo isotónico) salió disparada al vacío en menos de 2 segundos. Estábamos en un sitio claramente peligroso!!!.

Trás un buen menú malayo, nos dispusimos a descender, algunas instrucciones para asegurar que no hubiera accidentes y nos largamos. Fue vertiginoso, aunque al menos para mí fue el preludio de tres caídas dolorosas. Cuando las piernas no dan el ancho, con seguridad, te das un costalazo de competición. En resumen, tengo pérdidas de piel en dedos de mi mano izquierda, en la muñeca de mi mano derecha, en mi antebrazo y en mi codo. Nada grave, pero claramente el cerro se reflejó en mí.

Igual, llegar de vuelta es un placentero espasmo, llegué cansado a ultranza, casi a punto del colapso, pero vivo, demasiado vivo!!!

Ascender en la montaña es más que la altura, es más que el esfuerzo, es un encuentro místico con tu propia humanidad.

Museo Peruano : delicias sin historia

Un local nada pretencioso en Pedro de Valdivia, nos invitó a disfrutar un almuerzo. Con mucha anticipación habíamos quedado, con una gran amiga, almorzar rico este viernes pasado. Me pareció un buen día para experimentar un nuevo restorán y éste me parecía interesante.

Es un lugar sencillo, quitado de bulla y deliciosamente atendido por mozas peruanas. Nunca termino de disfrutar el uso de un vocabulario más extenso que el chileno (no es gran desafío) y lindamente pronunciado.

Pasadas las 14 horas llegamos a almorzar. Teníamos meses de conversaciones pendientes, por lo que apuramos el pedido para alcanzar a conversar. Ella pidió un Filete al estilo Museo, un filete a la parrilla, cubierto de camarones y ostiones salteados con una guarnición de verduras salteadas. Para mí, un arroz chaufa de filete (había que entonar), un rico filete de lomo de vacuno salteado a punto con arroz a la criolla, cebollín, pimentón y huevo regado de salsa de soya.

Platos deliciosos que decidí acompañar con un vino meritorio, elegí un Santa Ema 60/40 ensamblaje de cabernet sauvignon y shiraz, estupendo maridaje. Hizo un banquete de este almuerzo con temas algo penosos.

Para el postre, que mejor que el clásico suspiro limeño, grandioso!!.

Un nuevo lugar para el disfrute, un museo que exhibe frescas muestras de la mejor comida peruana.

Cerro Conchalí : paisajes y entrenamiento físico

Este domingo volví a mis andanzas de madrugada. Un trekking malayo a un cordón montañoso nuevo, en La Dehesa. Se trata de tres cerros de larga aproximación y donde el primero de ellos es el que visitaríamos en esta oportunidad.

A las 7:30 horas en punto en el lugar de encuentro y un rápido periplo hacia el final de la calle La Dehesa. Nos juntamos más de una docena de malayos, dos de ellos nuevos (reclutados por nuestro agente Janito). Una mañana fría aunque el pronóstico era un día soleado.

Comenzamos la trayectoria de aproximación por senderos bastante barrosos y húmedos, una bonita vegetación silvestre y una vista hacia Santiago terrible, la mancha negra del smog es demasiado asquerosa. ¿cómo vivimos allí?

Tras más de tres horas de caminata, nos encontramos con los restos de un accidente aéreo (es increíble que aún estén aquí) y comenzó la nieve y el hielo de los últimos días a hacernos un poco más complejo el ascenso. Fue trabajoso avanzar haciendo escalones en la nieve a golpes de piés, pero hacer escalones es la única forma de avanzar seguros.

Un aspecto curioso de este ascenso es que siendo de una altura menor, habían muchas nubes más abajo y hasta pasó una avioneta que pudimos ver desde arriba. Daba la sensación de estar muy alto.

Llegamos a la cumbre todos, lo cual nos permitió oportunamente disfrutar de nuestro más esperado rito, el menú malayo. Esta vez, aceitunas rellenas de pimentones y otra versión con ajíes. Manís con miel, frutas, sandwiches y galletas varias y por supuesto el café mañanero que nuestro gran David nos prepara para cada paseo.

Abandonamos presurosos la cumbre pues el frío nos ahuyentó y una neblina espesa comenzó a manifestarse. Cerca de las 15 horas ya estabamos de vuelta a los transportes, cansados, con mucho barro en botas y ropa, pero contentos, nos ibamos a casa.

La adrenalina y la serotonina circulando por el cuerpo es un beneficio delicioso de estas aventuras malayas. Vale el esfuerzo!!!

STGOFUSION : festival de lo bueno

El primer festival de la música fusión que se hace en Chile, fue la cita filete obligada de las noches de este fin de semana.

Pasadas las 20 horas del sábado, un Teatro Oriente a medio llenar, recibió al primer grupo. Se trató de Jorge Campos (bajo electrónico y contrabajo), maestro que ha sido integrante célebre de grupos como Santiago del Nuevo Extremo, Fulano y Congreso. Ahora con grupo propio, Jorge Campos Kuarteto, realizó un espectáculo brillante.

Acompañado de Isabel Yavar con un bajo de 4 cuerdas, el DJ Fat Pablo y el gran maestro de la batería Raúl Aliaga (Fulano, Congreso). Llenaron el espacio con sonidos potentes, étnicos y electrónicos, mostrando un excelente trabajo que ya tiene un disco en circulación.

El anfitrión de este festival no podía ser mejor, Sergio «Pirincho» Cárcamo, el inmortal. Su voz característica, su sencillez y enciclopédicos conocimientos y experiencias, lo hacen merecedor de la idolatría que despierta en muchas generaciones de amantes de la buena música.

Vino un intermedio para cambiar el escenario y ahí aproveché de degustar la nueva sensación, auspiciada por Pampero (gran ron) y unas bellisimas modelos, presentaban unos cortes de limón de pica, elegías un trozo, lo untabas por un costado con azúcar morena y por el otro con café de grano en polvo, mascar y reteniendo el zumo en la boca, te tomas el trago de Pampero Aniversario. Exquisito!!!!. No hubo discriminación, el que quiso probar, pudo hacerlo. Eso es marketing activo, no creen?.

Tras 20 minutos de intermedio, ingresa al escenario un mosntruo de la guitarra, Angel Parra y sus invitados. Como muchas veces, el genial Titae Lindt en contrabajo, Panchito Cabrera (maestrísimo de la guitarra acústica) y el increíble Valentín Trujillo en el piano (el maestro apenas camina pero puesto frente al piano rejuvenece y se transforma en un portento). Una secuencia exquisita de virtuosismo, desde el pop latino, pasando por el mejor folcklore electrónico y el jazz.

Tras un nuevo intermedio, la jornada se cerró con el gran exponente de la experimentación electrónica, Carlos Cabezas (Electrodomésticos), sólido y creativo, hizo una selecta revisión de su trabajo para deleite de todos.

La jornada del domingo fue marcada por la explosión de asistentes. A pesar de llegar 40 minutos antes del inicio, me encontré con una fila de más de 500 personas. No lo podía creer!!!!.

El escenario a oscuras, se ilumina con un ingenioso y divertido video que muy bien administrado en la oportunidad, permitió el ingreso de la divertida y original propuesta de Akineton Retard. Una banda definitivamente ecléctica, con personalidad y sobretodo calidad musical. Un prodigio del jazz experimental, este quinteto se las trae. No solo son agradables y creativos músicos, sino que tienen una conexión mágica con el público. Excelentes!!!

Un Pampero-intermedio, que rico!! y se viene la ocasión de la banda probablemente más esperada, Congreso, un grupo transgeneracional, su extraordinaria calidad traspasa los límites generacionales, vi adultos mayores y muchachas adolescentes fascinados todos con este increíble grupo. No fallaron en nada, hicieron un show delicioso recorriendo temas desde los 70 hasta la actualidad, la mayoría coreados y seguidos con veneración por un público claramente parcial. Grande Congreso!!!!

El último intermedio del festival y el cierre se acerca con la banda más grande, la MediaBanda. El núcleo sólido se sustenta en Cristián Crisosto y Arlette Jequier (ídola), otrora la fuente seminal de Fulano, y que hoy con una hija de voz maravillosa y estupendos músicos seleccionados como se haría con un buen vino, crean este prodigio de nombre curioso y divertido. La MediaBanda es un proyecto que no me canso de disfrutar y claramente somos legión. El teatro vibró con cada tema, lleno de virtuosismo, creatividad y originalidad.

Se cerró un festival, pero quedó evidente que la música fusión es un género que en Chile tiene representantes filetes.

Manolo’s Restaurant : el buen gusto

Aunque he visitado en varias oportunidades este restorán con ocasión de catas de la Escuela de los Sentidos, no había caído en la tentación de disfrutar la comida que ofrece.

Hubiera sabido lo que encontraría no habría demorado tanto en gozar una buena comida como finalmente hice este fin de semana.

Llegué alrededor de las 13 horas a esta hermosa casona en Providencia y me instalé en la terraza del primer piso. Vacía a esa hora, solo me acompañaba el melancólico sol de otoño que tímido regalaba su luz.

Para partir, pedí un plato de pulpo a la plancha. Unos exquisitos cortes de pulpo con un toque de aceite de olivas con lo cual fue tostado a la plancha con sal gruesa como condimento principal. Fantástico, cada trozo exquisito, blando y ligeramente crocante en los bordes.

Me animé con un vino maravilloso, un imperdible, el Pinot Noir Amayna del Valle de San Antonio, probablemente el origen más notable de esta cepa en Chile. Llegó sorprendentemente a la temperatura ideal (típico error de muchos lugares es el mantener a temperatura ambiente un vino que se disfruta helado).

Ya entusiasmado con mi pequeño festín, solicité al atento mozo que me trajera mi plato de fondo. Había elegido un Trío de camarones, corvina y salmón. Genial!!!. Una presentación impecable, los camarones de buen tamaño arrebosados en una salsa atomatada muy sutil, al centro un nido de pequeñitos cubos de papás salteadas y al otro costado los trocitos de corvina y salmón, delicadamente salteados. Por abajo una suave y casi imperceptible cama de pimentón y perejil. Finalmente en un borde, un adorno con tinta de calamar, que obviamente servía de condimento disfrutable. Sabores por doquier y aromas que solo invitaban a saborear.

Tras ese estupendo plato y vino, tardé un poco en pedir postre. La verdad es que no demoré demasiado en solicitar un merengue vasco (una base de manzana en hilos con nueces, merengue y salsa de frutillas, mmmhhhh) que acompañé con un café bien negro.

El mozo, atento en todo instante, me ofreció de bajativo una copita de Pacharán (licor de endrinas originado en la zona de Navarra), la que me agradó tanto, que me premió con la repetición.

Gran almuerzo español, totalmente recomendable.

Diseño: un siglo de historia

En el Centro Cultural del Palacio de La Moneda se han permitido gentilmente montar una exposición encantadora, me refiero a una retrospectiva del diseño del siglo 20. Si bien el origen de tan maravillosas piezas del diseño es único, la tienda de Eduardo Godoy www.interdesign.cl , lo cierto es que reunir tanto talento y belleza revela virtuosismo.

Hasta mediados de junio será posible ver piezas del gran Phillipe Stark (varias increíbles sillas), muebles de Le Corbusier (y colaboradores) así como muebles de diseñadores japoneses e italianos o franceses geniales.

Un buen diseño habla de ingenio, belleza y sobretodo de perspectiva funcional. Es un gran espectáculo de la capacidad humana y mejor aún cuando todo está en un mismo lugar,

Disfrútenlo.